Por : Elizbeth Vergara Zúñiga
Desde un método de alfabetización sencillo y profundo a la vez, postula Paulo Freire en su libro La educación como práctica de la libertad, la posibilidad de generar un cambio social, se trata del método de la palabra generadora mediante el cual en Brasil, en los años sesenta, se alfabetizaron y concientizaron miles de adultos desarrollándose un movimiento social que rebasó al gobierno y que, como respuesta, culminó en un golpe de estado donde los militares tomaron el poder de la nación brasileña.
Los comentarios en el presente trabajo se centran en el método, analizando las implicaciones y fundamentos del mismo.
El método tiene en sus bases las características de ser activo, dialogal y crítico, Freire considera que el diálogo “Se nutre del amor, de la humildad, de la esperanza, de la fe, de la confianza. Por eso sólo el diálogo comunica. Y cuando los polos del diálogo se ligan así, con amor, esperanza y fe uno en el otro, se hacen críticos en la búsqueda de algo. Se crea entonces, una relación de simpatía entre ambos. Solo ahí hay comunicación” (pág. 104). Este diálogo, sin embargo, está enfocado a la revisión de situaciones vivenciales de los participantes y a la reflexión y toma de conciencia de su marginalidad, los derechos en los que está siendo limitado y su nuevo papel como generador de su propia cultura.
Existen cinco fases que deben cubrirse para la elaboración y acción práctica del método:
I. En la primera, se debe obtener el universo vocabular de los grupos con los cuales se trabajará. Esta es una fase de estudio en la que a través de encuentros informales se van identificando vocablos, palabras y expresiones que tengan contenido existencial y carga emocional, así como frases que regionalmente expresen cuestiones importantes para la comunidad. Para esta fase se realizan visitas y entrevistas con las personas que participarán en el proceso alfabetizador.
II. En la segunda, se hace una selección del universo vocabular obtenido aplicando varios criterios, a). la riqueza fonética, b). las dificultades fonéticas, y c). el tenor pragmático de la palabra, esto es, se escogen palabras que impliquen compromiso con una realidad social, cultural, política, legal, etc.
III. En la tercera, se deben crear situaciones existenciales típicas del grupo con el cual se trabajará, estas son situaciones problema que se someten a debate con los participantes, aquí se abren perspectivas para analizar problemas nacionales y regionales. En ellas se van colocando vocablos generadores, de distintos grados según sus dificultades fonéticas.
IV. En la cuarta, se elaboran fichas que ayudan a los coordinadores en su trabajo. Por ejemplo láminas con las familias fonéticas o con palabras y frases. Se trata de materiales de apoyo didáctico.
V. En la quinta, Se preparan fichas con la descomposición de las familias fonéticas que corresponden a los vocablos generadores. Estas láminas son preparadas por los coordinadores, quienes deben guardar siempre una actitud dialogal evitando caer en lo que Freire considera educación bancaria adoptando el concepto de Pierre Furter (pág.17), que es precisamente la exaltación de las características más negativas de la educación tradicional (directiva, vertical, militar, acrítica, antidialógica).
La ejecución práctica es relativamente simple, de una palabra generadora se obtienen sus sílabas y de las silabas se obtienen las familias fonéticas, por ejemplo de la sílaba pi serían pa, pe, pi, po, pu, las cuales se pueden combinar con las de otra palabra generadora y así surgen nuevas palabras. Este aprendizaje en un contexto de gran familiaridad para el alumno permitió un rápido dominio del alfabeto.
No obstante, tras el alfabeto se encontraba una enorme carga ideológica, un adoctrinamiento revolucionario, por ello expresa “En la medida, pues, en que las clases populares emergen, descubren y sienten esa visualización que las élites hacen de ellas, se inclinan, siempre que pueden, a respuestas auténticamente agresivas. Estas élites, asustadas, tienden a silenciar a las masas populares, domesticándolas por la fuerza o con soluciones paternalistas. Tienden a detener el proceso, del cual surge la elevación popular, con todas sus consecuencias” (pág.81).
El propio Freire dedica un capítulo del libro a explicar la inexperiencia democrática y el carácter cerrado de la sociedad brasileña, factores que seguramente son fuerzas de enorme magnitud que tienden a impedir un cambio social que pretende en última instancia la toma del poder por las masas populares, en este sentido considero que la práctica de la libertad a partir del esquema educativo no tenía de origen muchas posibilidades de triunfo.
En términos gruesos este movimiento pretendía arrebatar a los poseedores de la riqueza, la riqueza, a los poseedores del poder político, el poder político, a los poseedores de la religión, la religión, a los poseedores de la educación, la educación, y colocarse frontalmente contra el ejército sin contar con un ejército.
Sin embargo, este movimiento pedagógico-político ha dejado grandes enseñanzas desde los puntos de vista sociológico, cultural, humano, político y metodológico, es de reconocer el gran valor y la entrega de todos sus participantes encabezados por Paulo Freire quien finalmente fue un valiente luchador social.
Hoy día, junto a los diferentes métodos de alfabetización, como son el alfabético, silábico, fonético y global se encuentra presente en muchas partes del mundo el método de la palabra generadora, adaptado a la circunstancia sociocultural donde se aplica.
Fuente:Freire, Paulo, La educación como práctica de la libertad, Siglo XXI Editores, México,2007
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