Este
ensayo pretende dar respuesta al cuestionamiento: ¿Cuál es la relación entre
bautismo, confirmación y eucaristía y su verdadero significado? revisando seis
documentos base y algunas reflexiones al interior del aula en Escuela Básica,
información de la que se sintetiza algunas de sus principales ideas desde esta
óptica.
Benedito
XVI, en su documento: Inmersos En el
nombre del Padre, en el nombre del Hijo, en el Nombre del Espíritu Santo,
recuerda voluntad del Señor: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos,
bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, citada
por el evangelista Mateo. De esta primera cita se deduciría que, quienes se
ostenten como cristianos debe cumplirse y de los siguientes comentarios
vertidos en el texto se infieren su significado, en relación al bautismo. El
rito bautismal, se subraya consta de dos elementos: materia y palabra, ambos de
gran simbolismo: agua y palabra. Respecto al significado del bautismo –consecuencias,
de acuerdo al texto-, se mencionan cuatro: Dios está con nosotros y nosotros
estamos con Él; ser cristiano no es decisión propia; es estar inmersos en Dios,
unidos en hermandad con los demás, y; el bautismo es una primera etapa de
resurrección. Desde esta perspectiva el bautismo es más que un mandato, es una
bendición al que todos somos llamados y elegidos.
Acerca
de El bautismo inicio radical, es
imposible sintetizar contenido, debido a su riqueza de aforismos vertidos por
cada uno de los filósofos, sin embargo si hubiese de elegir, la oración
expresada por San Hilario de Poitiers, es necesaria de repetir, compartir, no
sin antes reflexionar: “Haz Señor que me mantenga siempre fiel a lo que profesé
en el símbolo de mi regeneración, cuando fui bautizado en el Padre, en el Hijo
y en el Espíritu Santo, que procede de ti a través de tu Unigénito... Amén”. Se
sabe por La Palabra, la oración individual o en conjunto será escuchada por la
Trinidad. En 13 citas se define el bautismo y todo aquello que brinda y la
manera de describir, expresar es elocuente, por ejemplo lo expuesto por San
Ignacio de Antioquía: “Vuestro bautismo ha de ser para vosotros como vuestra
armadura, la fe como un yelmo, la caridad como una lanza”. Su lectura mueve a
pensar, asimilar contenido y expresar lo propio.
Por
su parte La catequesis del Papa Francisco
sobre el Bautismo subraya profundidad de El Credo relacionando bautismo y
confesión, dos sacramentos para renacer. Cuestiona ligereza con la que se toma
el bautismo al olvidarse incluso fecha memorable de cuando cada quien nació en
la fe, en la iglesia, en el cristianismo. Propone de inmediato investigar
información valorando relevancia intrínseca del rito. En este documento el Papa
analiza cada uno de los conceptos contenido en la frase del credo: ”Creo en un
solo bautismo para el perdón de los pecados”, solemnidad del término creo. La segunda frase la relaciona con
expresión de San Pablo: “Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”. Un
tercer elemento señalado es: “Para la remisión de los pecados”, esto es,
verdaderamente nacer. Finaliza; “Recordadlo bien el bautismo nos abre la puerta
de la iglesia… y la confesión vuelve a abrirlas”.
Homilía para la Confirmación,
documento del Cardenal Ratzinger expone, en un principio, las tres etapas de
tan significante ceremonia; votos de la confirmación, oración que eleva el
Obispo, con las manos extendidas, en nombre de la Iglesia y administración del
sacramento. Afirma que las preguntas realizadas en este rito unen la
Confirmación con el Bautismo, cuando se dice ¿Rechazáis a Satanás, Creéis en
Dios, Padre Todopoderoso, en su Hijo Jesucristo, en el Espíritu Santo y en la
Santa Iglesia?, la Confirmación es plenitud del Bautismo, expresa, y que los
votos recuerdan la concluisón de la Alianza de Dios con Israel en el Sinaí.
Renunciar a Satanás significa renunciar al poder de la mentira e imposición de
las manos manifiesta lo que significa la oración y la iglesia nos mantiene en
su fe y oración. Explica: “La imposición de las manos es la aplicación a cada
persona del gesto de las manos extendidas…un gesto de toma de posesión…de
protección. Alguien ha puesto sus manos sobre mí: El Señor”. Es muy elocuente
el texto al citar: “El Señor se hace responsable de mí. No me ahorra vientos ni
tormentas , pero me protege del verdadero mal, del que con tanta frecuencia
olvidamos protegernos: …de la pérdida de la fe, de la pérdida de Dios…”- Sobre
la traza sobre la frente el signo de la cruz, expone que es el signo de
Jesucristo, de la entrega a Cristo, indicador del camino. Él es el camino (Jn
14,6).Tan a menudo como entres en este signo, entras en el Bautismo y en la
comunión. Esta Cruz se os traza en la frente con el santo óleo que el Obispo ha
consagrado el jueves santo…es garantía de que Él nos coge de la mano de que su
espíritu nos toca.
De
la Carta encíclica de Juan Pablo II
se recoge entre su contenido la idea introductoria “La Iglesia vive de la
Eucaristía”, citando voluntad de Cristo: “He aquí que yo estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20,), abunda más es innecesario,
se ha expresado Eucaristía es el Sacramento por excelencia y en verdad ahí se
concentre y unen todos los demás.
En Escuela de María Mujer “Eucarística, las
ideas fundamentales expuestas son: “María, modelo de la Iglesia…Maestra de la
contemplación”, “Haced lo que Él os diga”, y cuando Jesús expresa: “…haced esto
en conmemoración mía” se instituye la Eucaristía, citándose en el texto: “Vivir
en la Eucaristía el memorial de la muerte de Cristo implica también recibir
continuamente este don…”, “En el Magnífica, en fin, está presente la tensión
escatológica de la Eucaristía.
En
la Exhortación apostólica postsinodal del Santo Padre Benedicto XVI, comparte:
“El Concilio Vaticano II recordó que los demás sacramentos, como también todos
los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la
Eucaristía y a ella se ordenan.”. “…contiene todo el bien espiritual de la
iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan vivo”
Estaremos
de acuerdo en que cada uno de los Sacramentos forman parte de la vida cristiana
a la que estamos llamados, también que todos revisten importancia y
precisamente ahí es donde se unen debido a que pudiesen considerarse alfa y
omega del cristiano. Especialmente la Eucaristía, Sacramento renovable
diariamente si así nos lo proponemos, es culminación del Bautismo, rito que
abre entrada a la iglesia, que nos reconoce como hijos de Dios, transitando por
Confirmación. En donde somos ungidos más que mandato de Jesús, Inspiración del
Espíritu Santo y don del Padre es su voluntad para nuestra salvación.
Xalapa, Ver., 2 de Febrero de 2019
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