Mario Alberto González Serrano.
las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que
lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible,
monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya
consideradas como monedas, sino como metal.
Friedrich Wilhelm Nietzsche:
“Sobre verdad y mentiras en
sentido extramoral”
Todo solemos creer que todo tiempo pasado fue mejor,
el recuerdo inunda nuestro ser, de tal forma que olvidamos la o mejor dicho
obviamos las asperezas que tienen a sucedes en nuestro eterno y contingente
devenir, pasmos estructurando ideas que no se cotejan por completo con nuestra
vivencia, por ello cuando se habla de un amor presente, pasado o futuro, se
presenta en un hipnotizante continuo
deliro que nubla el panorama, pero solo tendemos a embellecer nuestros sentimientos,
porcos pretender mostrar la cara de la otra moneda, esa que va intrínseca en el
amor, el desamor es relegado al fracaso, pero porque su mala estampa esta
diluida por un desasosiego, que
recalcitra las entrañas por ello quiere ser ignorado, tal vez por la
inconsciente tendencia a solo a buscar el place, así como evitar el displacer.
Este libro tiene entre sus muchas cualidades, me he de
permitir resaltar dos: la primera es el tiempo perfecto que tiene el autor para
romper la cuarte pared, con la finalidad de llegar a establecer una comunicación,
una relación e intimidad con el lector que da como resultante una especie
tiempo de enlace del autor con el lector, que permite interpretar y aprehender
al lector de una forma más profunda lo que el escritor nos desea transmitir ,
de aquí procede la segunda cuestión que me parece loable resaltar, el autor que
de forma tan abierta, así como sencilla que el autor se nos presenta, se
brinda, mediante metáforas ingeniosa nos relevan parte de su realidad, su
florecita roquera, entre otros espasmos de su realidad que nos discurre entre
líneas, nos da parte de su ser, con la finalidad de por un momento mágico que
solo puede dar la lectura, de enlazar a dos entes más allá de tiempo, espacio,
cultura... en donde solo importa la religión atendiendo a su epistemología,
religare lo que nos une, eso que nos liga, en ese momento de indeterminación en
donde nos hermanamos, donde las barreras se mitigan, para dejar florecer a la
empatía.
El libro nos muestra como es necesario acoger al
desamor como una parte que es inseparable del amor de ese conjunto de hormonas,
serotonina, epinefrina, etc., que nos genera atracción en un inicio, pero que
se nutre con la convivencia, que cuando
termina nos deja en hueco insoslayable, pero esa tilde de negatividad del
desamor es solo provista por la falta de aceptación del displacer, creo y a
manera de conclusión, lo que nuestro amigo nos quiere transmitir es la epifanía
de que si se acepta al amor por completo es necesario incluir el desamor dentro
de este. no por una paranoia producida por miedo al fracaso o como mecanismo de
defensa, más bien con la única intención de evidenciar que es la otra cara de
una solo misma moneda, al aceptar uno el otro va enlazo de forma latente, puede
que nunca salga a luz, pero siempre esta imbuida dentro del amor, por ellos de
ambos debemos nutrir nuestra existencia.
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