Víctor Manuel Vásquez
Gándara
Coscomatepec, Ver., 27 de
octubre de 2015.
Agradezco muy sinceramente la
invitación para charlar esta tarde en este Pueblo mágico, no por designación
oficial reciente, sino desde siempre. Hace años que le he visitado en diversas
etapas de mi existencia, recientemente nos deteníamos a comer las tradicionales
carnitas, aun cuando casi soy vegetariano por cuestiones del ácido úrico y
colesterol, proveniente de Fortín de las flores, posterior a ejercer mi
práctica docente en la Maestría Tecnologías aplicadas a la educación que ofrece
el Centro Regional de Educación Superior Paulo Freire.
También tuve referencias del
lugar a través de mi hermano quien
estudió en La Apostólica, seminario religioso con sede en Teocelo, Veracruz.
Jaime tuvo un compañero que le decían Cosco por su origen, allá por 1960.
Hace unas dos décadas fungí de
enlace entre el periódico Gráfico de Xalapa y el H. Ayuntamiento Constitucional
de aquí. Aprecio el lugar por su cercanía con la naturaleza, su arquitectura,
limpieza y hospitalidad de sus habitantes.
La intención de esta charla que
titulado Visión empírica del periodismo cultura, es expresar cuál es mi mirada
de esa actividad, cómo la percibo, experimentada y vivida durante un poco más
de cinco años, tratando de resumirla en tres aspectos:
a. Objetivo
b. Producción,
y
c. Promoción
y difusión.
Respecto al objetivo
del periodismo cultural, lo considero, actividad para cubrir necesidades de
escritores y lectores. Necesidades de expresar, compartir, investigar, plasmar
sensaciones, emociones, sentimientos; conocimiento, información, así también descubrir
las diversas formas de pensar rompiendo barreras de tiempo y espacio.
Reflexionando acerca de la
escritura y escritores he deducido: Sí recordar es vivir, y escribir es
recordar, entonces escribir es vivir. En ese orden de ideas escribir se
convierte en una necesidad y hacer nuestra vida, tal vez, más placentera.
Aurora Ruiz Vásquez, por citar un caso, colaboradora de Tlanestli, está viviendo
su décima década, postrada en su silla de ruedas, conectada al oxígeno. Le
visité el miércoles anterior. Está en espera de recibir de la imprenta
Recuerdos, su última novela creada: leyó en estos días El hombre es un gran
faisán en el mundo de Herta Muller, premio Nobel en literatura 2009, e inmersa
en crítico estado de salud, ya envió su colaboración para la edición de
noviembre 2015. Es evidente, hay quienes consagran su vida a escribir, otros,
otras a leer.
Juan Domingo Arguelles
Escribe, en el prólogo de la antología poética publicada por Editorial Océano
en coordinación con Sanborns, argumentando la obra: “…dotar a la bibliografía
nacional de obras indispensables de referencia y consulta que, además,
despierten el interés de un sector de la población potencialmente lector,
objetivo sin duda ambicioso.”.
Jesús Jiménez Castillo, en la
Mesa redonda sobre periodismo cultural celebrada con motivo del cuarto
aniversario de Tlanestli –octubre 2014- mencionó en su participación,
publicándose en el ejemplar 51:
“‘Periodismo’ es una palabra
de uso común en nuestra vida cotidiana, pues con ella hacemos alusión a los
medios informativos y comunicativos que dan cuenta de los acontecimientos que
ocurren en nuestro entorno inmediato, y también de otros ámbitos de carácter
regional, nacional e internacional. El término periodismo deriva del latín
periodicus que hacía alusión a las actividades que se realizaban de manera
cíclica y con sentido. De esta manera, por extensión, dicho término se utilizó
para referirse a las publicaciones que aparecen regularmente como fuentes de
información, y en las que se incluyen los periódicos diarios, semanales,
mensuales, semestrales y anuales.”.
Olga Fernández Alejandre, a su
vez, expresó en el mismo evento:
“Intentar una definición concreta de qué es periodismo cultural, es
quizá referirnos a la cultura misma; también el término cultura se ha analizado
desde diferentes disciplinas, pero sobre todo de posturas ideológicas.
Edwar Taylor comenzó a
desarrollar la noción de cultura allá por 1871, donde fundió el conocimiento,
con creencias, moral, arte, leyes y hábitos del hombre en una sociedad.
Un buen número de
estudiosos, afirman que todo tipo de
cultura nos lleva a la educación y formación que recibimos en nuestra casa,
escuela, trabajo y hasta en la calle.
Para otros, está estrechamente
ligada con manifestaciones artísticas, y solo llegan a un grupo un tanto elitista. Incluso, hay quien
dice, que es una actividad que busca
informar, interpretar, denunciar, criticar o reflexionar acerca de nosotros, y
de la sociedad abrevando de las letras, las humanidades, las ciencias y la
cultura en general.”.
En relación a lectura y
lectores, coincido con Jorge Volpi cuando cita en su obra Leer la mente: quizá
leer novela, cuento, literatura no nos haga mejores personas, sin embargo
contribuye a entender el mundo, entender a los demás y entendernos a nosotros
mismos. Nyenhuis, Ricoeu, dos hermenéuticos a quienes admiro y he leído parte
de su trabajo: Literatura y hermenéutica, Conferencias, afirman que la
literatura es fuente de conocimiento, de ese conocimiento que la ciencia se ha
querido apropiar. Aseguran que no sólo el método científico aporta
conocimiento, también la literatura. Quién no se ha identificado con
personajes, situaciones. Diversos problemas existenciales del ser continúan
planteándose, igual ahora en los albores del siglo XXI, a los de la edad media,
en contextos diferentes.
Se ha expresado: un buen
lector es un buen escritor. Mónica Lavín editó el libro Leo luego escribo. Yo
agregaría: Leo, escribo, entonces publico. Es precisamente este último
proceso uno de los objetivos a proponerse por el lecto escritor de manera
consciente: publicar. En el entorno educativo, específicamente en la
investigación, se obliga a publicar su producción. Infortunadamente se
burocratiza el compromiso y sólo se publica en algunas ocasiones en revistas o
ediciones indexadas para cumplir con la “cuota obligatoria”. En la literatura
no es así. Se hace con al afán de compartir el pensamiento.
En el año 2010 pensando en
cómo conmemorar el centenario y bicentenario de la Revolución e Independencia
de México llegué a la conclusión de celebrarlo con una acción, además de la
euforia por nuestra gastronomía acompañada de la gran variedad de bebidas
tradicionales: tequila, mezcal, charanda, pulque. Algún proyecto había que realizar.
Surge así Tlanestli con la Misión utópica de divulgar contenidos
educativos, literarios y culturales producto de analistas e investigadores críticos, que provoquen la reflexión en los
lectores, y los motive a contribuir en la solución de la problemática social. Y
la Visión de constituirse en una publicación que sea espacio de discusión, en
donde las intersubjetividades de lectores e investigadores generen nuevo
conocimiento.
Es a partir de ese comienzo en
donde transitamos a la siguiente fase: producción. La producción del
periodismo cultural implica obviamente generación de contenidos, esencia del
mismo, elemento fundamental para crear el interés del lector y en cierta forma
garantiza la permanencia del medio. La disyuntiva oscila, entre el elitismo de
publicar con un rigor extremo ya citado al referirme a publicaciones indexadas,
criterios para muchos de los aquí presente ya conocidos, o abrir el espacio a
todos aquellos interesados en publicar. En mi función de editor decidí
constituir Tlanestli en un foro plural de expresión sin distingos ideológicos,
intelectuales o cualesquier otro: participan escritores consagrados, autores de
libros, galardonados con premios en diversos géneros literarios: Raúl Hernández
Viveros, Juan Hernández Ramírez, Olga Fernández Alejandre, Alicia Soto Palomino
o Marcelo Ramírez Ramírez. También colaboran estudiantes de pedagogía, por
ejemplo, Eliana Cervantes Castillo joven poeta. Surge entonces un
cuestionamiento más ¿Cuál es uno de los desafíos mayores del periodismo
cultural?: Capacidad de convocatoria. La producción literaria es vasta, a pesar
de ello no todos los escritores, las escritoras están dispuestos a compartir su
creatividad, su intimidad…
En esa época cibernética
publicar se convertido en una cotidianeidad. Las opciones son múltiples: las ya
comunes páginas web, la propia red en donde encontramos infinidad de
publicaciones; los blogs como el de Tlanestli.blogspot.com. en lo personal he
estado involucrado en el mundo editorial y de las artes gráficas desde el año
1973, un poco más de 40 años: Diario de Xalapa, Gráfico de Xalapa, Editorial
foro fiscal. Transité desde la actividad administrativa hasta la periodística,
desde lector, escritor hasta editor.
Dentro del proceso de
producción he experimentado la problemática relacionada con el diseño e
impresión de medios. En 1983 edité de manera independiente la primera revista:
foro fiscal, revista especializada en impuesto, economía y finanzas. Retornando
al tema anterior, en esa revista se convocó a miembros del Colegio de
Contadores Públicos de Xalapa, funcionarios y empleados de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público e integrar así el contenido de la publicación.
Ahí experimenté lo relacionado
con el financiamiento requerido para editar. Hoy en internet el costo es
mínimo. Imprimir representa invertir en diseño e impresión: aun contando con la
infraestructura, como es mi caso, debe pagársele al impresor, adquirir el
papel, las tintas, láminas y todos los insumos necesarios. La distribución que
ya forma parte de la promoción y difusión, en términos técnicos: circulación,
también representa costos en tiempo y dinero.
El tercer aspecto de esta
perspectiva empírica del periodismo cultural es lo inherente a la difusión y
promoción. Curiosamente los propios medios, y refiriéndome a Tlanestli,
complementa el ciclo. Interesado en difundir y promover la publicación desde su
fundación mes a mes he venido entregando de manera personal cada uno de los
ejemplares. Al inicio un millar de ejemplares los distribuía entre lectores
potenciales: en la Secretaria de Educación de Veracruz recorriendo los
diferentes departamentos: comunicación social, Gilberto Nieto Aguilar, Alberto
Ruiz Quiroz, Xóchitl Osorio, Manuel Gámez, Héctor Luis Soto, Ariel López
Álvarez... En la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, Universidad Pedagógica
Nacional, ahí conocí al maestro Héctor Martínez Domínguez, en la Universidad
Pedagógica Veracruzana con Luis Gerardo Martínez, Universidad Veracruzana en
los diversos institutos de investigación, facultades de economía, contaduría, derecho.
Centro Regional de Educación Superior Paulo Freire: Cempoala, Tierra Blanca,
Martínez de la Torre, Platón Sánchez, Huaycocotla, Fortín, Santiago Tuxtla. Con
miembros de la Academia Mexicana de la Educación. También en diversas
organizaciones de escritores: club de escritoras de Xalapa, Grupo de poesía
Jaime Pasquel Brash, Poesía sin permiso, Cartas al Coronel. Clubes de oratoria
y liderazgo Toastmasters internacional, Radio Televisión de Veracruz,
radiodifusoras comerciales, Radio Universidad...
La entrega personalizada se
constituyó en una experiencia muy satisfactoria. Además de construir amistades
nuevas, la oportunidad de servir a lectores y escritores.
Desde el principio -2010- fue creado el blog y hasta la fecha lo han
visitado 181 y un mil ocasiones aproximadamente incluso lectores del
extranjero: Alemania, Francia, España y de diversos países de Sudamérica:
Chile, Colombia, Argentina...
Se ha complementado la
difusión a través del formato en pdf. El atractivo en éste es el colorido de
imágenes.
Para concluir expresaría: el
periodismo cultural cumple una función social relacionada muy íntimamente no
únicamente con un aspecto intelectual, sino más bien humano y se constituye en
compromiso de todos, cada uno desde su ámbito: como lector, como escritor y
como editor.
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