jueves, 9 de agosto de 2012

Tlanextli: a dos años de su nacimiento

Jesús Jiménez Castillo
Tlanextli hizo su aparición en un momento crucial de la vida de nuestro país, precisamente en el año conmemorativo de los 200 años de inicio la Revolución de Independencia, y 100 años de que se originó la lucha armada de 1910. Ambos fenómenos sociales considerados como puntos de inflexión en el curso de la historia nacional mexicana. Precisamente, ese fue el motivo que tuvieron los autores del proyecto de la publicación que hoy celebramos: recordar aquellas fechas históricas al mismo tiempo que se hacia un reconocimiento a todos los mexicanos que lucharon en aras de una nación que ofreciera mayores espacios de libertad, democracia y justicia a nuestros connacionales.
Las transiciones de un siglo a otro han representado también cambios y transformaciones significativos en la vida de nuestro país, es decir, han implicado la aparición de nuevas formas en el discurrir histórico de la vida nacional, de ahí la importancia del nombre que se le ha dado a la revista. La palabra Tlanextli proviene del náhuatl y significa “El amanecer”, “luz”, “un nuevo día” o “aparición de las cosas”; por consiguiente, también le podemos dar un sentido más actual, acorde con los propósitos de la filosofía de la publicación, es decir, señalar el advenimiento de un nuevo tiempo y la necesidad de participar en los cambios necesarios para lograr un mejor estado de cosas para un país agobiado por una crisis que invade, prácticamente, todos los ámbitos de la sociedad mexicana.
Tlanextli nace con la idea de señalar el nacimiento de un nuevo tiempo, que todos esperamos se concretice en una metamorfosis de las formas de vida implicadas en el contexto de un país caracterizado por una rica pluralidad cultural y una diversidad natural, que no hemos sabido aprovechar, pero que constituyen elementos valiosos para impulsar nuestro desarrollo como nación. También, y esto explica la utilización de una palabra autóctona,  se pretende hacer con Tlanextli una alusión a nuestras raíces, a ese pasado grandiosos representado por las culturas prehispánicas, tan presentes en nuestro solar veracruzano, y tan importantes en la definición cultural de nuestra identidad como nación.
Los autores de Tlanextli consideran que no podemos separar lo antiguo de lo moderno y este del imaginario de la llamada postmodernidad, pues la división del tiempo en pasado, presente y futuro, son sólo convencionalismos que utilizamos para aludir a un proceso ininterrumpido del movimiento del universo y de lo que la vida significa en ese discurrir. En este sentido, las diferentes formas de división del tiempo son componentes de un mismo fenómeno que se deben complementar como partes de una historia común y un destino que nos revalorice como especie y como sociedad.
Tlanextli, lo señalan sus editores, es un espacio libre y democrático cuya misión “es divulgar contenidos educativos, literarios y culturales producto de analistas e investigadores  críticos, que provoquen la reflexión en los lectores, y los motive a contribuir en la solución de la problemática social”. Gracias a los avances de las tecnologías de la información y la comunicación, Tlanextli ha trascendido las fronteras de lo local y nacional, pues a través de la Internet y otros medios, su difusión se proyecta también a contextos que están más allá de nuestras fronteras.
Al cumplirse dos años del nacimiento de Tlanextli, nos congratulamos del éxito alcanzado, pues los propósitos iniciales han superado lo esperado: tenemos más lectores, colaborados y una amplia red de vínculos con personas e instituciones que nos permiten presagiar mejores logros en el porvenir.

Retrato de vocación por la docencia

Por Aurora Ruiz Vásquez
Mi intención al formular estas breves líneas, es señalar un testimonio del quehacer pedagógico del pasado, para conocer de cerca la evolución en la transmisión del conocimiento y la educación infantil. Del precepto lancasteriano “La letra con sangre entra” a la letra con amor se asimila.
De inmediato, puedo hablar sin apasionamiento, de los hechos relevantes de la vida de mi padre y mi maestro  a la vez,  que reflejan la época histórica que le tocó vivir, el amor a su profesión y la exaltada vocación que lo acompañó en el ejercicio del magisterio. Su labor callada en contacto directo con la infancia, aplicando principios pedagógicos de Rousseau, Froebel, Pestalozzi, Montessori,  Decroly, Rébsamen y Carrillo.
El profesor José Patricio Ruiz Rosas, mi padre, fue un hombre sencillo de origen humilde, campesino modesto; de convicciones arraigadas, liberal sin partidismos políticos, además, culto, autodidacta, responsable, dinámico y entusiasta; educador de vocación que le permitía enseñar cantando  con humor y alegría; gran conversador que daba sus saberes en forma espontánea.
Físicamente, era de complexión delgada, piel morena, ojos y cabello negros,  estatura baja, en contraste con su voz fuerte y sonora.
 Su infancia transcurrió entre la soledad y el trabajo; tuvo una juventud apacible dedicada al estudio. Permaneció en casa de pupilos, conviviendo con jóvenes de su edad en sanas reuniones, bailes familiares y días de campo, como se acostumbraba. Como mi maestro de primer grado, lo recuerdo enérgico pero cariñoso a la vez, siempre traía en su bolsa panelitas, dulces que compartía con nosotros, siempre alegre y de buen humor.
Con él aprendí a leer con el método Rébsamen y la enseñanza memorística me dejó huellas imborrables. Recuerdo también en la escuela un jardín lleno de amapolas de todos los colores, tiernas hortalizas y abejas revoloteando de las que huíamos, pero que golosos comíamos trocitos de panal y cucharadas de miel.
El profesor José Patricio Ruiz Rosas, nació el 26 de noviembre de 1888 en Temapache, zona de la Huasteca Veracruzana, al quedar huérfano a los seis años, un hermano mayor se hizo cargo de él, y lo inició en el  cultivo de la tierra. Dentro de la estrechez económica en que vivían, recibió los auspicios de su maestro de primaria, don Porfirio M. García, quien lo llevó a vivir a su casa; lo preparó para ingresar a la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen de Xalapa y le enseñó a tocar el violín y la mandolina, reconociendo en él una inteligencia natural superior.
Con muchas dificultades debido a la falta de vías de comunicación, llegó a Xalapa, aprobó el examen de ingreso, se aplicó en los estudios y recibió con éxito el título profesional de Instrucción Primaria Elemental y Superior en 1913. Tuvo el  privilegio de recibir las enseñanzas de  maestros rebsamianos destacados como: Luis Murillo, Abraham Castellanos, Atenógenes Pérez y Soto, el profesor Suárez Peredo, entre otros. Era todavía alumno cuando fue nombrado Catedrático de Gimnasia de la Escuela Normal Veracruzana, supliendo al profesor Enrique González Yorca hasta 1920. Simultáneamente estudió en la Escuela Particular “Teodoro Kerlegand“ y obtuvo el título de Tenedor de libros en 1914. Se desempeñó como catedrático de Aritmética Mercantil e inspector de orden en el internado de la misma institución. Se casó con Concepción Vásquez Beristáin con quien formó una numerosa familia.
A partir de 1921 inicia su labor docente; instala a la familia en Xalapa y él recorre varios lugares del estado de Veracruz a lo largo de 44 años de servicio ininterrumpidos: Perote, Jalacingo, Papantla Chicontepec, Ciudad Mendoza, Cempoala y Veracruz.
 Como maestro de grupo, director o inspector escolar siempre buscó el contacto directo con los alumnos, dedicándoles todo su tiempo, sobre todo a los niños de lento aprendizaje y a los adultos  analfabetas con clases suplementarias. Pugnó por el mejoramiento de las condiciones materiales y preparación de los maestros rurales, olvidados en lugares recónditos de la sierra, nunca visitados por autoridad educativa alguna.
En la escuela Melchor Ocampo para varones de Perote, permanece casi seis años. Al principio, vivió un tiempo en la escuela (ahí nacieron dos de sus hijos). Se entrega de tiempo completo a su escuela, con el ideal de convertirla en una granja, donde los niños en contacto con la naturaleza, emplearán su tiempo libre al cuidado de plantas y animales poniendo en práctica una enseñanza objetiva; se adelanta  con ello a la llamada “escuela de la acción”, surgen proyectos y centros de interés del medio natural y social circundante. No había castigos o maltrato salvo en ocasiones, recuerdo yo, pararse un momento atrás del pizarrón. Infinidad de anécdotas vienen a mi memoria en lontananza, que me permiten valorar cuán grande fue su labor. Cumplió con su deber, sí, pero se adelantó a su tiempo con métodos avanzados, dio amor a la niñez, comprensión a los padres  y entregó su vida a la educación como un sacerdocio. Creó un ambiente de enseñanza eficaz basado en la relación maestro/alumno y alumno/alumno construyendo una comunidad en la clase. Mostró preocupación por el bienestar de cada uno de sus alumnos brindándoles afecto.
Como a los cinco años de trabajar en Perote, le tocó vivir la jornada anticlerical que tal vez influyó en su traslado a Papantla y su familia, establecida ya como propietaria de una casa de huéspedes, tuvo que establecerse definitivamente en Xalapa.
 En la historia de la educación, vemos que la relación maestro/discípulo en   la transmisión del conocimiento, en principio era la oralidad en un ambiente de sumisión, obediencia ciega, respeto absoluto y hasta temor.
Los métodos y el ambiente escolar evolucionan: del deletreo al fonetismo, de la pizarra al pizarrón, del silabario al libro, del silencio del alumno a la discusión, de la aceptación a la crítica, de la duda y a la investigación. Todos los caminos son buenos en manos de un buen profesor. Como ya indiqué, el profesor José P. Ruiz se adelantó a su tiempo y aplicó  la dialéctica; con preguntas y respuestas constantes, enseñaba en todo momento.
Actualmente  el binomio maestro/alumno se ha transformado.  De una amistad respetuosa, y cariño mutuo,  el respeto ha desaparecido; el alumno “mangonea” al maestro a su antojo y llega a producir temor al profesor, con raras excepciones ¿a qué se deberá esto?
Don Pepe Ruiz, así conocido por los habitantes de la comunidad, despliega toda su energía al recorrer en1933, el norte de  la sierra Madre Oriental en su caballo blanco; convive con los nativos, absorbe su cultura y los ayuda, tanto, que  sacrifica el dinero propio, para repartirlo entre los maestros  rurales; gestiona el pago oportuno y los convierte en sus propios alumnos, preparándolos para desempeñarse mejor.
Pasado un tiempo, busca la cercanía de su familia en Xalapa, y trabaja en Ciudad Mendoza y luego en Cempoala, Veracruz. Vivió como le gustaba, en la propia escuela, la que encuentra en condiciones inhóspitas y de inmediato, sensibiliza a los habitantes del lugar para mejorarlas; propone, en primer lugar, abrir una calle para permitir el fácil acceso a la institución. Como en todos los lugares donde laboró: convierte la educación elemental en superior; forma grupos socioculturales y deportivos, logra que alumnos y padres de familia colaboren removiendo piedras para delimitar el espacio de la escuela; imparte clases todo el día y convence a los padres de alumnos destacados a seguir estudiando en la capital y consigue ver con satisfacción,  a tres ex alumnos graduados como maestronormalistas; Guido Banda, Juan y  Cirilo Rivera.  El pueblo responde con gratitud y lo manifiesta en numerosas misivas cuando lo despiden al pasar a trabajar al puerto de Veracruz.
Aquí, en igual forma, transforma una galera sin muebles, en un magnífico edificio con todas las instalaciones, construido gracias a sus gestiones con el gobernador del estado Lic. Jorge Cerdán, la Escuela “MÉXICO” con una planta de maestros completa. El profesor Ruiz sigue laborando aquí hasta  1957 donde culmina su carrera magisterial. ¿No es maravilloso?
En su jubilación se dedica a trabajar en un solarcito de su propiedad, a leer  y a enseñar a las personas que se acercan a él y a los niños que él busca, aún cuando ya estaba enfermo.
La mañana fría del 22de enero de 1971, dejó de existir a la edad de 83 años, dejando consternados a los que lo amamos y un vacío en la educación veracruzana.
Recibió la mayor presea, la gratitud de sus ex alumnos y del pueblo, cuando en su lecho de muerte le fue entregada una réplica  de la placa que lleva su nombre, una calle colindante a la escuela “Francisco Saravia de Cempoala”.
Un jardín de niños de Xalapa, ostenta su nombre desde hace 26 años, asimismo una biblioteca de Temapache y una calle de Xalapa.
Las circunstancias históricas cambian al través de los años, pero conocer estos modelos de actuación pedagógica, nos permite deducir que ante todo, el maestro debe tener vocación, preparación y voluntad de servicio.
Hoy  se cuenta con herramientas y apoyos didácticos suficientes que facilitan la labor del maestro, que es guía y conductor del aprendizaje de los alumnos. El uso del ordenador se ha generalizado, pero se requiere más información sobre su uso y posibilidades. Las mentes infantiles están muy despiertas  y acordes a la era digital,  por tal motivo no sabríamos decir qué nos depare el futuro.

El archidiablo Belfegor[1]; el humor de Maquiavelo




.

Por: Javier Ortiz Aguilar


Maquiavelo es sin duda el pensador más representativo del Renacimiento europeo. Sus tesis nihilistas influyen decisivamente en las reflexiones barrocas; alcanzando al proyecto de Federico Nietzsche, incluso, Louis Althusser, el pensador francés, niega los antecedentes del marxismo en el romanticismo alemán, para afirmar, que el materialismo histórico, tiene como antecedentes directos las obras de Maquiavelo y Hobbes[2]. En otras palabras no sólo aporta ideas para la real politick, sino para la concepción moderna, secular e inmanente del mundo y de la vida.
            Por supuesto, su breve y polifacética obra intelectual (historia política, novela, poesía, comedia) tiene un propósito explícito: construir una teoría política acorde con las prácticas concretas del tiempo que en suerte le toco vivir; en el momento que emergen los estados nacionales y la presencia indiscutible del capitalismo mercantil. Y es en este mundo, a decir de Marx y Engels, la sociedad inicia el naufragio “(…) en el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas”[3] 
            En ese tiempo que anuncia profundos cambios en Italia, es donde encuentra sentido las ideas maquiavélicas.

I
            Las características de su obra  es la expresión directa, alejada de metáforas o de dobles sentidos, sus informaciones están avaladas por los datos duros tomados de la historia antigua y reciente y por supuesto de la experiencia. Estas características no exigen un bagaje teórico profundo para comprender de inmediato los mensajes del autor.
Quizá el problema radique en la compleja personalidad del autor. Sus textos sobrios hacen pensar en una persona exageradamente seria, idea que cae cuando se observa su retrato. Este manifiesta una mirada inteligente, un rostro sensual y una sonrisa sarcástica.
El pragmatismo que aconseja a los príncipes nos lleva a pensar en un hombre sin valores, simplemente llevado por la ambición del poder. Don Antonio Gómez Robledo, a pesar de sus diferencias fundamentales ofrece una interpretación personal del florentino renacentista, con una integridad intelectual envidiable, en el ensayo que prologa una edición  que conmemora el quinto centenario de su nacimiento.[4]
En este ensayo subraya la “inmaculada honradez” las cuantiosas riquezas bajo su responsabilidad como secretario de la República; sus convicciones arraigadas sobre la orientación política de la Iglesia, que manifiesta en La historia de Florencia, hecha por encargo del Papa Clemente VII; su integridad de hombre cuando se le asocia con una conjura contra los Medici. Asiste espontáneamente al Palacio de la Señoría, es encarcelado, procesado y torturado. Resiste más vueltas del potro más de lo normal, pero no denuncia a los conjurados, sin estar comprometido con ellos. Incluso su crítica a la Iglesia es exclusivamente política, nunca atenta con los dogmas.  Escribe Gómez Robledo: “Buen cristiano (no digo santo) fue siempre Maquiavelo. Nunca se metió con el dogma, y partió de esta vida después de haber recibido devotamente los últimos sacramentos” [5] Da cuenta de la virtud de santos que cumplieron a cabalidad su compromiso de cristianos, incluso escribe, tiempo ante de morir La apología de la penitencia.

El humor de Maquiavelo.
Este pensador de múltiples facetas: pensador político, diplomático, militar, historiador, estudioso de la lengua, novelista y poesía, muestra por una parte una preocupación por la unidad italiana. Preocupación que la expresa con una consecuente seriedad en sus textos. Pero en su cotidianeidad muestra vitalidad, humor, incluso sarcasmo. Por esto no es raro encontrar en su producción intelectual obras de ficción plenas de humor de la época. La obra más famosa es, sin duda, La mandrágora, considerada como la mejor comedia de la literatura universal. Pero es necesario reiterar que el humor no oculta su crítica política, por el contrario la hace más evidente: las ambiciones de César Borgia, La corrupción de los sacerdotes, la ambición de los comerciantes y la lujuria del embajador, con los elementos de una narración llena de ironías y de denuncias.
Según los estudiosos, el breve cuento, producto de la pluma de Maquiavelo, titulado originalmente El archidiablo Belfegor, y posteriormente El diablo que tomó esposa, posiblemente fue escrito en 1518.Esta edición recupera su título original. No obstante que esta obra no se publica en vida del autor, pues las primeras ediciones son de mediados del siglo XVI, en el siglo XX se le reconoce su valor, en 1966 la lleva al cine Ettore Scola, y se amplia el conocimiento del escritor florentino.
 El centro de la historia es Florencia. Los personajes principales son: Belfegor, arcángel caído, conocido en Florencia como Rodrigo de Castilla; Onesta Donati, esposa de Rodrigo; Giammatteo de Brica, trabajador de campo.
            En realidad no es difícil encontrar las intenciones del autor. Mediante el humor, la ironía y el sarcasmo en el lenguaje que conforma la narración, va subrayando la maldad natural del hombre. Esta maldad, que supera al mismo lucifer, se expresa de acuerdo a las específicas relaciones y prácticas sociales. Esta maldad no respeta las relaciones fincadas en valores como es el matrimonio. De allí la critica mordaz en toda la vida de Florencia: desde el teólogo, el comerciante y la irracionalidad de las creencias populares. Por supuesto, el mal se expresa en el egoísmo que impide una vida humana inspirada en ideales, en bienes cívicos, en la unidad nacional, sólo prevalecen los intereses individuales del comercio y del poder.
            El problema de la historia surge cuando Plutón, rey de los infiernos, convoca a  los jueces del averno, para deliberar si es cierta o no, la versión de la inmensa mayoría de los hombres, que aducen el origen de sus perversidades en la vida proporcionada por sus esposas.
            El acuerdo es enviar a  Belfegor a la tierra, con la finalidad de experimentar la vida en matrimonio. Posteriormente moriría para reintegrarse al infierno. Belfegor escoge Florencia, (…) porque le parecía más apta para albergar a quienes con artes usureras trabajara sus dineros.”[6]. Instalado como hombre poderoso, y rodeado por diablos traídos de los infiernos, es reconocido socialmente y le permite escoger una esposa a su gusto, distinción que le toca a Onesta Doneti, aristócrata caída en la miseria.
            Los diablos acompañantes de Belfegor no resisten la prepotencia de Onesta y retornan huyendo al infierno; mientras el archidiablo se enamora de esa mujer que lo conduce a la bancarrota. El hombre tiene que firmar documentos falsos y salir huyendo de Florencia para evitar la muerte por parte de sus acreedores. Giammatteo de Brica lo esconde en un montón de estiércol, con la promesa de que si lo salva le recompensará con mucho dinero. Al exigir la recompensa, al fin diablo, le tiende una trampa. En principio no le dará dinero, puesto que está en bancarrota, pero será a través de que el  poseerá el cuerpo de mujeres adineradas y el cobrará por el exorcismo. Pero una vez le dijo que no se saldría. El campesino, después de sus ritos, hizo una fiesta enfrente de la iglesia con todas las bandas de la región. Cuando Belfegor preguntó que pasaba, Giammatteo le informó que era la fiesta donde lo entregarían con su esposa Onesta. Belfegor salió del cuerpo de la mujer, para refugiarse en los infiernos. Era más agradable estar allí que compartir con su esposa sus pretensiones y prepotencia.
            La crítica demoledora pero con ese humor maquiavélico, forja sin duda la visión moderna que norma la vida humana.





[1] Maquiavelo, Nicolás. El archidiablo Belfegor. Madrid, Gadir Editoria; 2010.
[2] Cfr. Althusser, Louis. Maquiavelo y nosotros.
[3] Marx, Kaarl y Federico Engels. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Editorial Progreso
[4]  Gómez Robledo, Antonio. "Nicolás Maquiavelo en su quinto centenario." En  Maquiavelo, Nicolás. El Príncipe. México. Ed. Porrúa; 1991
[5] Ob. Cit. X
[6] Maquiavelo. Ob. cit. 20

PARA EL DEBATE POR LA EDUCACIÓN ¿Y ahora que se enseñará?

Juan Francisco Gaspar Velazco


La educación    está condicionada  por  el conocimiento, es decir,  que se enseña  aquello  que científicamente   se ha establecido   como un saber. La educación  posee una meta o siendo más precisos  se le denomina fines, es decir, toda educación tiene una intención; en ese sentido la educación es el resultado del conocimiento y de la relación de este con los fines, con este binomio se justifican  políticas educativas, se encuentran cuadros de estudio y se organizan  modelos de enseñanza  de donde podemos decir  que aparecen lo que se conoce como paradigmas epistemológicos.

Con tres ejemplos   mostraremos  la relación entre conocimiento y fin, estos dos expresados en  esquemas de aprendizaje; en la época griega  se enseñaba filosofía y matemáticas, se puede decir que esto era el conocimiento, el fin estaba  en formar ciudadanos   que sirvieran a la metrópoli. La patrística y la escolástica, son  referentes  pedagógicos cristianos que aunque en distinta época, con diferente método y metodología guardaban un mismo conocimiento y un fin común, en este caso  lo que importaba era  la enseñanza de Dios  cumpliendo así el aspecto del conocimiento y esto  conduciría al hombre  a la salvación, en este sentido encontramos  el fin.

 Con la modernidad  en donde  la razón, el progreso, la ciencia  y la idea de individuo son los ejes  en donde  cobran sentido los conocimientos  y el fin  es  que el hombre  se reconozca como un ser libre  e idóneo para la vida, con este aspecto se da una ruptura del dogmatismo  y el hombre se percata  de lo importante  de su ser  en estancia.   En ese mismo escenario moderno  aparece  en el siglo XVIII y XIX un nuevo fin, el cual se refiere a la formación de patriotas, es decir, gente  que se identifica   con su terrunio, la tierra de sus padres, por tal motivo  es allí  donde surge el espectro de una educación basada  en el conocimiento  de los símbolos patrios, valores éticos y cívicos y  la fundamentación  de un presente en el pasado glorioso.

Los tres puntos desarrollados  tuvieron su nacimiento, su auge y su declive; tras cada ciclo apareció una nueva forma de construir el conocimiento  y nuevos fines  que cumpliera la educación; pero  este ciclo se rompería  con los eventos  de la guerras mundiales, ya que esto provocó un desencantamiento  y una renuncia  a las utopías y a la idea del progreso, dando paso  a un capitalismo avanzado que conllevó a una economía de consumo; en ese proceso mueren los meta discursos y por lo tanto es necesario  la deconstrucción   de todo el proceso civilizatorio. Esto lleva a olvidar las antiguas certezas y comenzar a acostumbrarse a vivir en la duda.

La epistemología: es denominada teoría del conocimiento  o también conocida como la rama de la filosofía que estudia y critica el conocimiento científico. Aquí explicaremos tres elementos, de primera instancia aclararemos que teoría significa visión es decir, es  con lo  que podemos aprehender;  crítica  en este caso  se refiere  a separar  los elementos que conforma un todo, por esto entendemos  que para poder conocer  es necesario equiparar  y aquilatar  lo aprehendido, como tercer punto aclaratorio  especificaremos  que epistemología  se entiende  como el conocimiento primario, supremo o impuesto. ¿Cuál es el problema? Que con  la posmodernidad ya no hay epistemología, han muerto las posibilidades de conocer, expresado de otra manera, el conocimiento es relativo, por lo tanto  se desaparece el termino conocer y es sustituido  por “saberes”  esto se refiere   que  la pluralidad determina  lo que se sabe; tanto es válido hablar  de la importancia de un zapato, como relevante será trabajar y estudiar  sobre el tema del calentamiento global, conduciéndonos  a una crisis de los argumentos.

Aquí es invalido hablar de ciencia  ya que esta   se construye a través  de teorías, fundamentos y marcos referenciales, pero en el actual estado de cosas  esto se encuentra desfasado y por lo tanto se prioriza  la cuestión  tecnológica, por lo tanto  estamos en un escenario  de un exagerado pragmatismo en donde nada tiene razón  y para lo único que se vive es para estar al día en las cuestiones de la informática.

 En los tres párrafos anteriores se trató el problema del conocimiento en la posmodernidad, el cual ya dijimos quedó sustituido por saberes; lo que aquí toca por ultimo entonces es sobre los fines, los cuales giran  en formar dos cuestiones: lo referente a las habilidades y lo correspondiente a las competencias,  es decir, han muerto los métodos y las metodologías  del proceso de enseñanza aprendizaje y ahora les denominamos  herramientas educativas. Pudiera parecer exagerado  lo aquí tratado, pero debe reconsiderarse  que en la actual organización en donde no hay conocimiento y en donde los fines  corresponden a cosas  es  totalmente erróneo el discurso  sobre la formación de la ética  y valores.

CHICHILJTIK KAXITL CAJETE ROJO

Por: Juan Hernández Ramírez

Ni tonatij tlen techtlauilia
axtoaxka.
Ejekatl iuan kej uitsitsilij,
nojia axtoaxka.
Xochitl iuan kuayojkamitl
uaktiyajtokej.
Kemantika amiki
Tlalokan nana.

Pipilikaj kuatitlanxochimej
moketstokej papalomej,

tlatla ejekatl.


CAJETE ROJO

Este sol que nos alumbra
es ajeno.
El viento que como el colibrí
sobre nosotros vuela,
también es ajeno.
Las flores y las montañas
se van secando.
A veces tiene sed
la madre tierra.

Se marchitan las flores sillvestres,
están quietas las mariposas,
arde el viento.
DEL LIBRO: TOTOMEJ INTLAJTOL
La lengua de los pájaros.
( Poesía náhuatl y español)


La Tragedia, la Grandeza y la Pasión de una mujer llamada Frida

La Tragedia, la Grandeza y la Pasión de una mujer llamada Frida

por  Olga Fernández Alejandre*

      Estoy harta del aroma a éter, del olor nauseabundo del alcohol que deja en mi boca el sabor amargo de la resaca, de las medicinas insípidas y que se amontonan junto a mí. Pero me pregunto ¿para qué?, si este inútil cuerpo pide a gritos ¡déjame en paz!, ¿no sería mejor terminar con ésta pesadilla? Me imagino que así pudo haber pensado Frida, una mujer valiente y de espíritu indomable en los últimos años cuando solo podía vivir con morfina y licor, para mitigar un poco los terribles dolores, mucho más intensos a raíz de las últimas operaciones y la amputación de la pierna derecha. El coraje que demostró nos da una lección de fuerza, determinación y valor.
      Y como ella misma aseguraba: “Me gustan mucho las cosas, la vida, la gente. No quiero que la gente muera. No tengo miedo de la muerte, pero no quiero vivir. El dolor no, eso no lo soporto”.
      Guillermo Kahlo era hijo de judíos húngaros, que emigraron a Alemania. Buscando nuevos horizontes se traslada a México en 1891 y muy pronto contrae nupcias con María Cárdena. Procreó tres hijas, pero la pequeña murió varios días después de nacida junto con la madre. A las dos más grandecitas, las depositó en un convento para que las criaran. Al poco tiempo se casó con Matilde Calderón y González con quien tuvo cuatro hijas: Matilde, Adriana, Frida que nació un 6 de julio de 1907. Aunque ella decía que en 1910 pues había nacido con la revolución. Y la más pequeña Cristina.
      Cuando tenía seis años le dio poliomielitis y aquí fue su primer contacto con el dolor  que tendría que soportar toda su vida. A consecuencias de la enfermedad la pierna derecha le quedó más delgada y el pie deformado, a pesar de todos los ejercicios, pie y pierna quedaron atrofiados. Por lo que la obliga, primero a usar pantalones y luego faldas largas de trajes típicos mexicanos. Que acentuarían más su nacionalismo exacerbado.
      Sus primeros estudios fueron en el Colegio Alemán. Después entró a la “Escuela Nacional Preparatoria. Frida deseaba estudiar ciencias naturales, convertirse en médico, pero el destino le tenía reservado otros derroteros. Ahí conoció a un grupo de jóvenes completamente radicales llamados “Los Cachuchas”, debido a que usaban gorras. Se hizo novia del líder del grupo Alejandro Gómez Arias, estudiante de derecho y periodista, compartiendo con ellos ideas socialistas-nacionalistas.
      Desde esa época comienza a pintar autorretratos y retratos de familia.
      En 1925 su vida dio un giro de ciento ochenta grados. Con su novio se subió a un autobús que iba completamente atestado de personas, desgraciadamente fue embestido por un tranvía. Muchos murieron y ella quedó gravemente herida; tanto así que los médicos dijeron que no sobreviviría. Tenía: La columna rota en tres partes, también tres costillas, la pierna y el pie de igual forma y un tubo le había atravesado la cadera entrando por su sexo y le hizo varias fracturas en la pelvis. Este espantoso accidente la marcaría de por vida dejándole una huella indeleble, donde tomaría la inspiración para su relevante obra.
     Durante su convalecencia, y para tenerla entretenida pues duró casi dos años, sus padres le construyeron un caballete adaptado a la cama para que pintara, también le pusieron un dosel y de el colgaron un espejo. Cuentan que al ver su imagen tan desvastada, la impactó profundamente.
      Hegel aseguraba: “La vida tiene su valor solo cuando hacemos que valga la pena vivirla”. Para Frida eso fue lo que valió la pena, sobreponerse a tanto horror y sufrimiento en su larga enfermedad, ya que comienza a pintar sus primeras obras bastantes convencionales y sin movimiento. Con el tiempo y junto a Diego perfeccionaría su método pictórico. Sin su influencia.
      Por esa misma fecha nace en México un cambio en el ambiente artístico. Insistiendo en dejar atrás modelos europeos, tomándolos de nuestras raíces y el folklore de nuestra cultura.
      Después de mucho tiempo, en 1928 se reunió con sus antiguos compañeros “Los Cachuchas”. Uno de ellos Germán del Campo le presentó a Julio Antonio Mella, un cubano exiliado en México por sus ideas comunistas y a su amante, la italiana Tina Modotti. Fue precisamente a través de ella que conoció a Diego Rivera y como ella misma afirmaría: “Fue el segundo gran accidente de mi vida”.
      Aunque ella ya lo conocía desde 1922 cuando Diego estaba pintando el mural del anfiteatro de la Escuela Preparatoria; en cuanto vio al pintor se sintió atraída por él. A sus amigas les comentó: “Anhelo tener un hijo de Diego Rivera. Algún día se lo voy a decir”. En esa época le gastaba bromas, pues iba a verlo pintar. El pintor tenía fama de mujeriego se dice que andaba con una de sus modelos Nahui Hollín; su esposa era Lupe Marín y cuando le llevaba la comida, Frida gritaba escondida “¡Eh, Diego! ¡Ahí viene Nahui!”
      Como Diego pertenecía al partido comunista, ella también pasa a formar parte del mismo. Él había viajado a Rusia; cuando regresó rompe con Lupe. Según el mismo diría: “Me acordé de Frida cuando un día llevó unos cuadros a que los viera y me dije: La joven tiene talento”.
      Como quiera que haya sido la presentación, el muralista comienza a frecuentar la “Casa azul” de Coyoacán donde ella vivía, llamada así por estar todas sus paredes pintadas de azul. Ahí le pide que se case con él, su papá da su consentimiento no así su madre que le hace ver: “Es un hombre gordo, feo, con cara de sapo y te lleva bastantes años”. No obstante contraen nupcias el 21 de Agosto de 1929.
      Fue una boda entre: Dos artistas, dos egos, dos conquistadores. Ya se vaticinaba que iban a estar muy lejos de la monotonía. Desde que se casaron Frida y Diego juegan importantes papeles en el escenario teatral de sus correspondientes vidas. Los trajes de tehuana integraron una parte importante de su propia imagen y a la vez como una creación de su legendaria existencia. Ella como compañera perfecta, suave, delicada, extravagante y bella. Él, famoso, feo, gordo y enorme, contrastado con su fragilidad.
      Una avalancha de rumores se levantó con ésta boda. Las personas se hacían la pregunta: ¿Cómo se amarán estos dos? O bien ¿Cuál será la naturaleza de su relación? Además la boda fue un escándalo. Primero Lupe Marín enojada le levantó la falda a Frida y dijo: “En vez de mis piernas Diego tendrá dos trozos de madera”. Refiriéndose al aparato que usaba Frida. Cuentan que con el tiempo se hizo muy amiga de ella y hasta le enseñó a guisar las comidas predilectas de Diego. Frida la inmortalizó en un cuadro.
      Lupe se fue furiosa y ella salió a una pequeña terraza, ahí le fueron a decir que Diego estaba tan borracho que había comenzado una pelea, pero cuando lo trató de calmar él la insultó, ella llorando se fue a su casa. Hasta el tercer día el fue a buscarla. Tres meses después le anunciaría que iba a tener un hijo. Por problema de la pelvis el doctor Marín le tuvo que hacer un aborto terapéutico, que la sumió en una terrible depresión. Dicho sea de paso, Diego no quería más hijos, pues ya tenía, no le interesaban; además, lo estresaban bastante con sus gritos y llantos.
      A Diego le decían el Mussolini de la pintura. Con tantas críticas decide aceptar en el otoño de 1930 una invitación a San Francisco, en Estados Unidos, para pintar varios murales del San Francisco Art. Institute y en el San Francisco Stock Exchange Club. Por fin Frida viajaría y conocería mundo. Se instalaron en casa del escultor Ralph Stackpole. Pronto se adaptó a su nueva vida y fue el centro de atención, contaba historias en su mal inglés, lo que la hacía más graciosa, y al final de la cena cantaba canciones mexicanas, junto con su atuendo hacía las delicias de todos. No obstante Diego se iba con las modelos que trabajan con él.
      Ella sufría terriblemente sus infidelidades sobre todo cuando las modelos eran bastantes jóvenes, los celos la consumían sumiéndola en una terrible depresión, pero al mismo tiempo lo aceptaba con paciencia y devoción, pues lo necesitaba (ella a él, él a ella) además Diego la celaba mucho. Entró como torbellino en la vida de Frida. Fue un amor a veces áspero y amargo y en otras ocasiones tierno y dulce.
      Con el frío y la inmovilidad al no hacer ejercicios la pierna atrofiada comenzó a dolerle y vio al doctor Leo Eloessen, fue el primer doctor que adoptó, como prueba de su afecto le hizo un retrato. Frida comenzó nuevamente a pintar y sus cuadros fueron más cuidados, más inspirados, más poéticos.
      En ese tiempo se presentó en Nueva York con una exposición. Vendió poquísimos cuadros pero le abrieron los ojos al medio.
      A Diego lo llamaron de México pues tenía que terminar los murales del Palacio Nacional. Se instalaron en la “Casa azul”, mientras hacían su casa.
      A su regreso conoció a Sergei Eeisenstein un cineasta que estaba en México haciendo una película, y al enseñarle sus cuadros, él le dijo: “Son increíbles”, a lo que ella contestó: “No gaste sus ojos en ellos, no son muy buenos”. El cineasta insistió: “Tiene usted el ojo de un fotógrafo y pintora lo es, no hay que dudarlo”.
      Para 1932 Diego y Frida regresaron a Estados Unidos, pues en la ciudad de Detroit tiene que hacer un mural, también lo llaman de Nueva York con una propuesta para pintar un mural en un edificio de los Rockefeller. Frida hizo algunas amigas en Estados Unidos como Suzanne y Lucienne Bloch. Esta última era ayudante de Diego y más tarde se casó con stephen Dimitrov otro de sus ayudantes.
      Como en esa época Frida se embarazó de nuevo, era necesario que descansara y Diego le comentaba a Lucienne con irritación: “No trabaja bastante, no esta bien, y no se que hacer”. En ese tiempo de reposo Frida pintó un cuadro en que estaba ella entre las dos fronteras: De un lado las fábricas, la energía eléctrica y el humo de las chimeneas, y del otro un templo azteca, algunos vestigios precolombinos y flores de colores. Ella con un traje rosa y guantes como para una fiesta. En el cuadro sobresalen sus cejas símbolo de su rostro, como dos pequeños pájaros unidos dispuestos a volar. La iban a caracterizar por el resto de su vida.
      El 4 de julio de 1932 abortó por segunda ocasión, fue una época muy triste, estaba desesperada, con una depresión tremenda, hablaba poco y lloraba casi todo el día. En 1933 acompaña a Diego a Nueva York para pintar un mural en el Rockefeller Center, pero desgraciadamente la censura obliga a que se destruya el mural. Entonces Frida pinta un cuadro con una visión catastrófica del capitalismo y sociedad mercantilista de los Estados Unidos.
      Regresan a México y se instalan en la casa de San Ángel dividida en dos partes, la mayor pintada de rosa-óxido para Diego y la más pequeña en azul para Frida.
      Estuvo muy enferma en 1934; la operan de apendicitis, tiene un nuevo aborto y le cortan cinco falanges del pie derecho, el problema fue que no cerraba la herida.
      Por esas fechas Diego se quejaba mucho, porque no tenía dinero, pues decía que gastaba mucho en las medicinas de Frida. Para colmo éste se hace amante de su hermana Cristina. Ella sintió que el mundo se derrumbaba. Está bien que se fuera con otras mujeres, ella lo aceptaba, ¿Pero… con su propia hermana?  Pasó días terribles tomando y lamentándose. En 1935 viaja sola a Nueva York, a su regreso se promete hacer la paz con su marido. Entonces conoce al pintor y escultor Isamu Noguchi con el que tiene un affair. Por el carácter irascible de Diego, tienen que andar escondiéndose y hasta piensan poner un departamento. El romance terminó cuando Diego pistola en mano amenazó a Isamu.
      En 1936 es operada nuevamente del pie derecho, le retiran dos huesos y le hacen una simpatectomía, sin embargo la úlcera del pie seguía sin cerrar. Así que sufría dolores de pie y columna con estoicismo, que en lugar de acabar con su vitalidad la engrandecía, reforzándole el carácter. Además cultivó una personalidad propia, muy original, susceptible tierna y generosa.
      Se reconcilia con su hermana Cristina y Diego, todos departían amigablemente ya que vivían en la misma casa, tanto que sus sobrinos la querían como a una segunda madre.
      Cuando el 18 de julio de 1936 estalló la guerra en España, muchos amigos de los Rivera: Españoles, mexicanos, e ingleses se fueron a España, ella hubiera querido ir, más su salud no se lo permitió, trató de reunir: Dinero, víveres, ropa y medicinas, para enviarlas a la zona de batalla.
      Corría el año de 1937 cuando reciben en la “Casa azul” al soviético León Trotsky con su esposa. Pronto la personalidad del ruso fascina a Frida y se hacen amantes, cosa que no pasó desapercibida para Natalia, la esposa de León. Por fin después de un tiempo terminan sus relaciones y el le pide le devuelva sus cartas. Ella le hace un retrato.
      A principios de 1938 llega a México André Bretón, queda encantado con la obra de Frida e inmediatamente la cataloga como surrealista y le escribe un ensayo “Un listón de seda alrededor de una bomba. Basta citar las palabras de Frida: “Pensaron que yo era surrealista, pero no lo fui. Nunca pinté mis sueños, solo pinté mi propia realidad”.
      Viaja a Nueva York y expone por primera vez sola en el Julián Levy Gallery tiene éxito y comienza a vender su obra. Tiene un romance con el fotógrafo Nickolas Murray, pero se termina cuando el se casa.
      En ese mismo año se va a París a estar presente en la exposición “Mexique” organizada por André Bretón. Exhiben 18 cuadros de la pintora. Ahí conoció a Picasso, Ives Tanguy, Marcel Duchamp. Que hablaron maravillas de ella. El museo del Louvre compra un autorretrato de ella. Es la primera pintora mexicana que fue exhibida en ese espacio.
      Ya por esa época las relaciones con Diego están sumamente deterioradas y se divorcian.
      A principios de 1940 la invitan a participar .en la Exposición Internacional del surrealismo en la Galería de arte Mexicano. Para quitarse la tristeza de su divorcio planea hacer una obra a la que titula “Las Dos Fridas” es un cuadro de 1.73.5 x 1.73 Cm. Logra una pintura emblemática que se ha convertido en el cuadro de todos sus cuadros. Quizá “Las Dos Fridas” sea su obra cumbre. En este cuadro aglutina un cúmulo de experiencias personales, anímicas y elaboradas, haciendo una interpretación de sí misma y la percepción de cómo quería que los demás la vieran.
     Carlos Monsivas expresa: “En el imaginario internacional, Frida Kahlo es una sucesión de autorretratos y retratos. Su fotogenia y su ¿podría llamársele a así? Retrogenia, preceden a su fama y al haz de sus leyendas”,
      Sus depresiones cada día se van acrecentando y si a esto se le agrega el asesinato de León Trostky el 21 de agosto de ese mismo año, se acentúa más su tristeza y comienza a beber más alcohol de la cuenta.
      Se reconcilia con Diego y se van a Estados Unidos él a pintar un mural, y ella para recibir tratamiento en el hospital. Ahí conoce a Heinz Berg, con el que tiene un idilio, terminando la relación tiempo después. Luego regresaría a México con su marido.
      El 8 de diciembre de 1940 se casa nuevamente con Diego. Aunque pone sus condiciones: “Nada de sexo, serían completamente independientes, vivirían una vida en común pero cada quien en su espacio”. Por ese tiempo comienza a tener relaciones con otras mujeres, además era de las que pensaba: “El cuerpo debería de gozar completamente y esa es la prioridad de amar a otra mujer y que mejor que otras mujeres cuidaran de su cuerpo; mucho mejor que un hombre”.
      En ese lapso es nombrada maestra de la escuela de pintura “La Esmeralda” a sus alumnos les decían los fridos.
      Entre 1944 y 1949 tiene participación en varias exposiciones y al mismo tiempo le dan un premio de la secretaría de Educación Pública.
      En 1950 es internada nuevamente en el hospital por una infección en la columna por el injerto de un hueso que se le había practicado anteriormente, su estancia es de nueve meses. En 1951 la dependencia que tenía con las drogas para quitar los dolores tan bárbaros que sentía y el alcohol, estaban influyendo ya seriamente en su pintura, ya no tenían sus cuadros la precisión de antaño.
      Lola Álvarez Bravo, amiga de Frida, al ver que estaba tan enferma  y prácticamente se estaba muriendo, en 1953 organizó la primera exposición para ella sola aquí en México. La tarde de la inauguración, los doctores insistieron que se quedara en cama, pero ella tozuda como era y en su peculiar manera de ser, dispone que su cama sea llevada a la exposición y ella es trasladada en una ambulancia; finalmente tuvo que salir de ahí pues la morfina no aminoraba sus dolores.
A finales de ese mismo año le tuvieron que amputar la pierna derecha pues la gangrena comenzaba a extenderse. Fue un golpe severo, estaba aterrada y se lamentaba. Después de la postoperación, lloraba  mucho y no quería recibir a nadie, ni a Diego, él entraba a su cuarto del hospital, le platicaba le hacía bromas y hasta le cantaba. Sin embargo los doctores le hicieron una prótesis y finalmente la convencieron de usarla por lo que pudo dar cortos paseos por el cuarto y hasta el jardín.
      ¡Que tragedia! Ella soportó desde su infancia terribles dolores: Como la polio, la columna rota, sufrir tres abortos, traer un corsé, primero de yeso que le quitaban hasta la respiración, después uno de acero, que le cortaba la carne brutalmente, la mutilación de las cinco falanges del pie derecho, la quitada de dos huesos, el injerto en la columna de otro, la amputación de la pierna derecha y sumándose a este rosario de calamidades le salió una dermatitis por hongos en la mano que a veces le era imposible sostener el pincel. Salir y entrar de hospitales y el dolor siempre el maldito dolor aferrado a ella con dedos sarmentosos como una hiedra que la iba matando lentamente. Dejó de ser una mujer brillante y vivaz, casi se inclinó por el suicidio. No volvería a ser lo que fue. Cuando regresó a la “Casa azul”, se pasaba las horas ensimismada, con la vista fija en un  punto inexistente. Su semblante reflejaba la congoja que la desgarraba por dentro.
      José Alejandro Torres asegura: “El dolor además del sufrimiento, fue uno de los motivos principales en el arte de Kahlo” y abreviando afirma: “Sin embargo, amó tanto la vida que se aferró hasta el último momento para conservarla”.
      Para 1954 Frida estaba muy deteriorada. Se la pasaba encerrada en su cuarto, mirando caer la lluvia o los rayos del sol arrastrándose por las paredes, ya no le importaba nada. Finalmente su cuerpo agotado contrajo una neumonía. El día 2 de julio se hizo una manifestación en contra de Estados Unidos por imponer en Guatemala al general Castillo armas. No hubo poder humano que la disuadiera para no asistir. Así enferma como estaba, Diego la llevó en silla de ruedas, con una pañoleta toda arrugada, sin pizca de maquillaje y con el atroz dolor que la traspasaba; para colmo era un día gris y caía pertinaz la lluvia. Ya no tenía ganas de seguir luchando; al fin su cuerpo lacerado y lleno de cicatrices dijo: ¡BASTA! Y el 13 de julio de 1954 fue encontrada muerta en su habitación. Los doctores dijeron: Murió de embolia pulmonar.
      Sus restos fueron expuestos en el Palacio de Bellas Artes, en donde una gran fila de personas de todas las clases sociales, fueron a dar el último adiós a una mujer que se había cansado de luchar y su cuerpo caía abatido por la enfermedad, se rendía ante la muerte. Sus restos fueron incinerados y puestos en una urna en la casa azul de Coyoacán.
      Finalmente dejó de existir una tenaz y combativa mujer, dejando para la posteridad un sinnúmero de obras reflejando su propia vida tales como: El abrazo de amor entre el universo, Naturaleza muerta, Autorretrato con trenza, (Viva la vida), La Venadita (el venado herido) Autorretrato con monos, Frida y el doctor Farril, La columna rota, lo que el agua me ha dado, El suicidio de Dorothy Hale, Unos cuantos Piquetitos, Sal y Vida, Retrato de una Dama, María Izquierdo, Flor de la Vida, y por supuesto “Las Dos Fridas”. Tantos y tantos autorretratos, bodegones y retratos. […]
      Alguna vez Diego escribió: “En medio del panorama de toda la pintura mexicana de calidad producida durante los últimos años, como diamante en el centro mismo de un joyel, clara y dura, preciosa y cortante, esplende la pintura de Frida Kahlo Calderón”. (Fragmento de un texto de Diego Rivera en el boletín del semanario de cultura mexicana)
      Hoy, 6 de Julio del año en curso se celebra el centenario de su natalicio. Es menester decirlo: como persona fue genuina, apreció los valores del arte popular mexicano y precolombino. Usó un lenguaje visual bastante dramático tan directo que muchas veces cae en lo violento y lo plasma a través de su obra.
      A pesar del tiempo sigue siendo grande, porque fue, es y será una mujer notable e imperecedera, convertida en una leyenda, donde convergieron dos culturas: la alemana y la mexicana, dando como resultado un arte propio, lleno de vigor, único, preciso y muy singular.
      Basta ver toda su pintura para darnos cuenta de la originalidad de esta extraordinaria artista, que nos presenta su autobiografía a través de su arte, lleno de matices agresivos donde el dolor y la sangre son una constante. Algunos críticos aseguran: “Lo más increíble es que sus obras se mueven a través del surrealismo”.
      Esto es lo extraordinario de Frida, su mágica inspiración. Radiante y llena de colorido, tan impactante, que a muchos nos asombra. Hoy por hoy su pintura a nivel internacional es de las más cotizadas, alcanzado precios estratosféricos.
   Carlos Pellicer su amigo la inmortalizó en una poesía. Para terminar tomo uno de sus versos:

“Siempre estarás sobre la tierra viva,
siempre serás motín lleno de auroras,
la heroica flor de auroras sucesivas”.

titama43@hotmail.com