Ángel
Rafael Martínez Alarcón
El año
de 1989, fue muy complejo en todos los sentidos, a nivel mundial como nacional,
eran los primeros meses del gobierno el Presidente Dr. Carlos Salinas de
Gortari, producto de un fraude electoral, había llegado al poder ejecutivo
federal. En el mundo el primer gran impacto fue la masacre que el Gobierno del
Partido Comunista Chino, en contra de los estudiantes de la Plaza de Tiananme,
en ese verano. Para el otoño, muere a los 93 años una líder comunista de la
Republica Española, Dolores Ibárruri, 1895-1989, mejor conocido como la
Pasionaria. Pero el acontecimiento más impactante fue la caída del muro de
Berlín, el ocho de noviembre de ese años. Días más tarde en la Republica del
Salvador, son asesinado seis religiosos de la Compañía de Jesús SJ y su
cocinera junto a su pequeña hija de 16 años.
Ese
noviembre de 1989, como estudiante de la facultad de Historia de la Universidad
Veracruzana, un grupo de alumnos participamos en el XIII Encuentro Nacional de
Estudiantes de Historia, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; ahí
enteramos de la caída del muro de Berlín, no entendíamos que acontecía en las
Alemanias.
En lo
particular eran mis años también de integrante del Instituto de Intercambio
Cultural México-URSS “José Mancisidor” estaba bastante informado de la realidad
soviética, por medio de las publicaciones que nos llegaban desde Moscú, en ruso
y español. También Jacob Zabludosky, portavoz del Gobierno de México junto con
Televisa daban sus versiones de esos acontecimientos en Alemania federal y
democrática. Nadie se imaginaba tan rápida la caída.
Con
apenas con 4 años al frente del Gobierno y del Secretariado General del Partido
Comunista de la Unión Soviética, Mijaíl Serguievich Gorbachov, quien en la
primavera de 1985, lanzó un proyecto político para darle rosto humano al modelo
soviético; Perestroika y Glasnost, dos términos: reconstrucción y
transparencia, para las 15 republicas que integraban la desaparecida URSS, asi
también como las naciones satélites, entendieron la urgencia de hacer cambios
desde el gobierno y la sociedad.
Al
concluir la Segunda Guerra Mundial, en mayo de 1945, Alemania quedo repartida
en 4, los ingreses, franceses, y norteamericanos, formaron la Alemania Federal;
y la parte de los Soviéticos, se designó Alemania Democrática. En 1961, se
levanto el mundo diviéndolas en dos. Hasta el mismo John F Kennedy, se sumo la
lucha en contra de dicho muro; su frase histórica soy alemán. Desde 1968, la
República Checoslovaquia, los primeros intentos de democratizar, y finales de
los 70’ del siglo XX, la Polonia, con Lech Walesa se logró separase del bloque
soviético. Así el 8 de noviembre de 1989, se nos grabó la memoria a los
ciudadanos primeros saltando el muro y más tarde con pico y palas derribando el
muro.
Otra
gran acontecimiento que cimbró al mundo, fue el 16 de noviembre, son asesinados
seis religiosos de la la Compañía de Jesús, la orden fundada por San Ignacio de
la Loyola, en el siglo XVI. La Republica centroamericana del Salvador desde los
inicios de los años ochentas del siglo XX, la pequeña nación tuvo su guerra
civil, entre los dos proyectos económicos; socialista y capitalista. En marzo
de 1980, es asesinado el arzobispo de dicha nación San Oscar Arnulfo Romero, y
más años tarde, los teólogos de la Universidad de Centroamérica: Ignacio
Ellacuría,
Segundo Montes, Ignacio Martín Barón, Juan Ramón Moreno, Joaquín López López.
La cocinera Julia Elba y su hija de 16 años Celia.
En ese
noviembre, fallece una las figuras femenina de la Guerra Civil Española,
Dolores Ibárruri, 1895-1989, quien murió en la ciudad de Madrid, el doce de
noviembre, ya en una España, gobernada por el socialista de Felipe González.
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