jueves, 28 de noviembre de 2019

Final inesperado


Por Saúl David Montiel González*

En un noche de penumbra, de esas en las que sientes que miles de ojos te observan y presionan. En eso la familia González terminaba de cenar. Al pasar un rato, la casa terminó en un silencio total. Cuando de repente escuchan un “ring, ring”. Era el teléfono de la señora González.

- Bueno. ¿Quién habla?
- Saúl, esposo de la señora González.
- Mande. ¿Qué necesita? La señora ya está dormida.
- Sólo quería asegurarme que estuviera bien porque tengo un mal presentimiento.
- No se preocupe, todos se encuentran muy bien.
- Bueno, entonces terminará mi trabajo. ¡Adiós!
- ¡Adiós!

Otra vez, el silencio dominó la casa de la nada y un grito desgarrador se escuchó. Era la hija de la señora González, “Yadira”. Toda la familia intentaba abrir el cuarto de Yadira, mientras que en el interior del cuarto, una presencia inexplicable oprimía el pecho de Yadira. Entre sueños ella veía la silueta de un hombre en la ventana.

Por fin la presión fue disminuyendo hasta que salió del cuarto. Vómito tras vómito salía de la boda de Yadira. Cuando se le calmó, la joven decidió lavarse la boca, en cuando la señora González veía de reojo a su hija.

- ¡Ahí está otra vez el hombre! ¡Ahí está! (exclamó Yadira temblando)

La televisión de la señora González se le bloqueo y esa presencia se manifestó en toda la casa. La familia se tomó de las manos y empezaron a hacer oración, hasta que la televisión de nuevo retomó el canal de terror, pero la familia seguía orando. Ellos actuaron de la manera más correcta al ignorar los hechos. Entre ruidos, murmullos y sombras se manifestaban en la casa.

La noche pasó y un nuevo día aconteció. Yadira se fue a la universidad. Al estar en la escuela, un compañero le dijo:

- Ayer te visité. Creo que sentiste mi presencia. Por cierto, está muy linda la foto que tienes al lado de tu cama.

La mente de Yadira se nubló de dudas y remordimientos. Estaba perturbada, pero no le quedó de otra más que aceptar los hechos y seguir una vida normal, aunque ya llevaba consigo problemas psicológicos.



(*) Alumno de Segundo Grado Grupo “D” de la Escuela Secundaria David Alfaro Siqueiros, durante el Taller de Creación Literaria impartido por el Prof. Fernando Hernández, integrante del Colectivo Café Literario.

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