Víctor Manuel Vásquez Gåndara
Caminas a las seis cuarenta y nueve de la mañana, fresca, despejada de autos y sin tráfico cotidiano: es sábado 8 de junio de 2019. Paseas a Trueno, mascota, acompañante y motivo de caminatas. Escalas constantes para orinadas perpetuas del perro y olfateo infinito. Llegas a confluencia de Juárez y Ávila Camacho, doblas a la derecha y mientras Trueno olfatea pasa a tus espaldas una joven. Evidentemente volteada a mirarle: pelo largo, desaseado -sin bañar. El animal obliga caminar lento y ves alejarse a la chica. Ella se detiene en esquina de parque infantil, junto al barandal protector de jardín. Cruzas la calle mirando hacia ambos lados cuidándote de vehículos. El perro se detiene a unos dos metros de la joven. Ella camina hacia nosotros y expresa -puedo caminar con usted. Ese hombre me viene siguiendo y el de allá enfrente... Señaló con su mano volteando hacia entrada al Seminario menor o la Tiendita. Le respondes -camina hacia allá ahí está la policía. Señalas extremo donde se ubica Hotel Misión expresa y retornado tu camino posterior a que defecara Trueno. ¿Verdad o mentira de la chica? ¿Te esperaban maleantes conocedores de tu rutina? ...
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