martes, 14 de junio de 2016

Mirando sobre el caleidoscopio


Víctor Manuel Vásquez Gándara

Para mí la literatura no solo es la mejor parte de la vida; es en sí misma la forma de la vida, y ésta no tiene ninguna otra forma.
Harold Bloom
Lic. Blanca Luz Amezcua
Mtro. Eugenio Vásquez Muñoz Director de esta institución
Estimada audiencia.
Dice Alex Grijelmo en su obra que cada concepto tiene su propia carga semántica aun cuando nuestro idioma es inmensamente rico en sinónimos. La referencia viene en función al título del libro del cual he sido honrado para comentar sobre él, por la autora, Lic. Blanca Luz Amezcua: Reflexiones. Ideas múltiples afloran al escuchar la palabra y en términos generales le definiría como discernimiento, estado de pensamiento provocado del acontecer diario. El investigador Robert Tocquet afirma que diariamente llegan a nuestro cerebro alrededor de sesenta mil ideas. Lo anterior lo cita con relación al tema de la capacidad de poner atención. Yo lo retomo porque la escritora muestra en su obra esa capacidad de mirar, primero con el maravilloso sentido con el que hemos sido dotados, posteriormente ella realiza el discernimiento desembocando en el deseo de compartirlo y así emerge su proyecto de editar: gracias licenciada Blanca Luz por hacernos partícipes de sus Reflexiones.
Previo a mis comentarios sobre el contenido felicito y valoro en toda su dimensión el esfuerzo incluyendo el económico realizado por la profesora al editar este libro permitiendo acercar estos pensamientos a otras personas más allá de un pequeño círculo familiar o de  amigos: la palabra impresa trasciende.
Adentrándome en el contenido sin profundizar, si con el propósito de interesarles en su lectura, miro un caleidoscopio disfrutando en dos sentidos del multicolorido expresado en narraciones, por lo menos: en calidad de lector, una de mis pasiones, aun ante grandes limitaciones producto de mis padecimientos en alto grado de miopía y astigmatismo; la segunda leer con óptica de escritor.
En la primera mirada decía, trato de encontrar en el caleidoscopio facilitado por la autora y en la amplitud de temas, superior a una veintena, se complica cuál dialogar con ustedes, amable público asistente. Debido a mi asistencia reciente a uno de las festividades de sobresaliente impacto social: Vela Istmeña y Mayordomía voy a referir a El medio siglo de María Luisa, crónica de amistad, afirmaría yo. Evidentemente, el género literario elegido fue el preciso. El texto hace reflexionar acerca de la cultura zapoteca y sus implicaciones. Educación de generación en generación inculcándose en grupos privilegiados, fraternidad, orgullo… tal orgullo, comparte deja plasmado el texto, consiste en la vestimenta: traje de tehuana. Mencioné la cercanía de la festividad de Mayordomía, oportunidad de mirar y admirar belleza femenina luciendo sus atuendos. Quién no lo ha vivido en Reflexiones encontrará la descripción. En esas páginas se da a conocer en detalle del ritual acostumbrado en ese tipo de festejos. Además de lo vivencial la autora comparte la entrevista realizada a la anfitriona del festejo, despejando sus propias dudas en respecto a costumbres. Agregaría un poco, sin embargo ya se subrayó: invito a leerlo.
Los comunes denominadores transversales son los valores: en Águila real se observa alguna de las virtudes cardinales; en capullo de seda perseverancia; valentía en El aguerrido revolucionario; ingenuidad en Fantasías; en El monstruo llamado amor, el amor.
Finalmente veo Reflexiones, ya lo mencioné al leerlo como escritor observo la amplia gama de géneros literarios: desde poesía, cuento, crónica o ensayo. Para los apasionados en escribir la obra ejemplifica tanto temas de qué crear literariamente hasta cómo hacerlo.

Concluiría con una convicción personal: la literatura conforma todo un estilo de vida… atrapa, persuade, apasiona hasta constituirse en razón de existir.
Atenas veracruzana 26 de mayo de 2016

Colegio de Veracruz

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