Por Rafael Mario
Islas Ojeda.
Nos conocimos allá por el
año de 1985 en un curso de redacción y por mutuas aficiones literarias y
científicas pronto iniciamos una buena amistad, que comenzó a afianzarse cuando
Manuel fue nombrado Director de Investigaciones en la Dirección de
Investigación y Posgrado U.V. y formé parte del equipo de trabajo como Coordinador
de Investigaciones en la misma Dirección, y así comenzaron mis colaboraciones
en el Diario Gráfico de Xalapa, donde se editaba, y publicaba una plana mensual
titulada “Tinta Indeleble, en la Ciencia”, auspiciada por la Dirección General
de Investigaciones y coordinada por Julio César Martínez.(+) Si bien ese
encargo fue corto, tanto por la duración de la publicación, como por haberme nombrado el Rector Carlos M. Aguirre,
primero como Director de Bibliotecas y luego como Delegado de la U.V. en la
región Orizaba-Córdoba, a mi retorno a Xalapa la relación profesional se
extendió en la amistad.
Podría mencionar aquí muchos
atributos sobre la personalidad de Manuel, pero solo quiero mencionar aquellos
que siempre sentí que más realzaban su personalidad y humanismo. En primer lugar,
su gran disposición para emprender tareas que ayudaran a la comprensión de la
dimensión social de la ciencia y las tecnologías; de ahí su frase favorita
convertida en apotegma en muchos de sus colaboraciones de difusión “Reflexionar
para comprender lo que se ve y lo que no se ve.”
Es justo resaltar también
en segundo lugar, la gran capacidad de Manuel Martínez para sustentar la
innovación y creatividad en aquella labor a la que más dedicó sus esfuerzos,
como fue la difusión y divulgación del quehacer científico, tanto el propio
como el ajeno, ya fueran investigadores locales como académicos de otros
ámbitos. Ejemplo del anterior aserto fueron las paginas ya mencionadas de Tinta
Indeleble, en la Ciencia”, u otras más recientes como “El Jarocho Cuántico” suplemento del Diario “La
Jornada” en Veracruz, que ha adquirido prestigio y amplia difusión, en cerca de
12 años de experiencia.
Originario de la ciudad de Torreón Coah. (1951) Fue
en San Luis Potosí, donde se Licenció en Física, con dos maestrías, en Ciencias
de la Computación y Estadística, con Doctorado en Matemáticas por la Texas Tech
University; ya en tierras veracruzanas Manuel se desempeñó como investigador y
docente en el Departamento de Inteligencia Artificial en la U.V. Contando en su
haber con más de 500 publicaciones, ponencias y conferencias, que conformaban su
producción académica.
Escribió y publicó por más de treinta años una
columna de divulgación y crítica de la ciencia en varios medios locales: La
Ciencia desde el Macuiltepetl, misma que se puede encontrar en diversos medios
de comunicación como el Diario de Xalapa y La Jornada Veracruz. En 1997 publicó
el libro “La Ciencia desde el Macuiltépetl”, producto de sus múltiples
artículos con ése nombre, editado por la U.V. y en 2007 el libro “Causas y
Azares”, en la Colección Atarazanas del IVEC, ambos con trabajos de divulgación
de la ciencia. En el Diario también impulsó el mencionado “El
Jarocho Cuántico” suplemento que ha adquirido al paso del tiempo prestigio y
amplia difusión.
Bajo la consigna de “poetizar la vida y socializar
la poesía” Manuel Martínez destacó también por su vena poética como un “adicto
a la poesía”, ya fuera por su gusto por escribir y leer poemas, para darle
ritmo y significados especiales a su pensamiento, como por su pertenencia al
colectivo de ese nombre, (Adictos a la Poesía) fundado junto con
su compañera de vida Mirna Valdés Viveros (Mina) con cuya complicidad
desarrolló múltiples y exitosas actividades culturales. Con particular afecto
recuerdo también las sesiones de “La Ciencia en el Bar” con investigadores formales en donde se rompía el
acartonamiento de las presentaciones ritualistas de la academia y gracias a lo
cual conocí algunas de las cantinas más tradicionales de Xalapa.
Dentro de la Universidad Veracruzana ocupó cargos
tales como, director del Instituto de Ciencias Básicas, director de las
facultades de Estadística e Informática y de Física e Inteligencia Artificial.
Además del ya mencionado de Director General de Investigaciones. En la
actualidad, a la fecha de su deceso, se desempeñaba como Director de Comunicación
de la Ciencia en la UV y bajo su iniciativa se publica desde enero de 2014 en
el Diario de Xalapa, “Ciencia y Luz”, página única en su tipo en la prensa
nacional, que difunde y promueve las actividades científicas de la Universidad
Veracruzana y de otras colaboraciones.
Aunque inactivo en años recientes. Manuel Martínez
también destacó como miembro de número (222) del capítulo Veracruz, de la
Academia Mexicana de Educación A.C. Aprendí de él, en nuestras conversaciones,
a ver con ojos diferentes la dialéctica correcta del Marxismo, filosofía con la
que enfocaba críticas a las políticas ambiental, educativa o científica, de los
gobiernos nacionales. Nuestros amenos desayunos mensuales con otro amigo Raúl
Cortes García (+), se convertían así en un evento esperado.
Muchos serían los calificativos con los que podría
definirse a Mané: Investigador, maestro, científico, comunicador, activista, me
quedo solo con el entrañable calificativo humanista de amigo. Partió
Manuel, de este plano material, a las 6.30 a.m. del pasado día 19 de marzo de
2021, le sobreviven Mirna y sus dos bellas e inteligentes hijas Carolina y Valentina.
Se le extrañará en la academia, en la poesía, la comunicación y los desayunos
que compartimos. Su partida deja un vacío vivencial dentro de la riqueza de su
paso por este mundo,
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