Alicia Soto Palomino
Nunca
dejes de amarme.
Mira
bien a tu alrededor
y date
cuenta que
es
posible entregarte sin pensarlo.
Puedes
darlo todo, simplemente por amor.
Nunca
dejes de amarme,
déjame
ser tan vital como los sueños,
tan
necesaria como el aire.
Déjame
ser todo tu amor.
Mírame
bien y date cuenta de mis errores,
de mis
defectos, mis fallas, mis dudas,
pero
también date cuenta de lo que siento.
Déjame
ser parte de ti,
para
sentirme diferente y comenzar realmente a vivir.
Nunca
dejes de amarme,
nunca
te duermas sin antes pensar en mí.
Nunca
sientas soledad en tu llanto,
hazme
llorar junto a ti.
Seca
tu dolor en mis labios temblorosos,
que
solo con eso podré vivir.
Nunca
dejes de amarme,
mira
bien a tu alrededor
y
cuando estés seguro de tu sentimiento
júralo
de cara al sol.
Encuentro
Alicia Soto Palomino
Dos
mundos se han encontrado,
tu
barca llegó a las
orillas
de mis litorales.
Tu
mástil mostró su fortaleza
hundiéndose
en aguas cálidas
en mi
insaciable espera.
Tu frente
me cubrió de ímpetu,
tus
brazos fuertes sujetaron
mi
cuerpo tendido al deseo
de ser
poseída, saciada
con tu
elixir maravilloso.
Los
minutos se eternizaron
al
unísono de los latidos
de
nuestros corazones
desquiciados
por el placer.
Fuimos
tormenta, gemidos,
caricias
y besos que no
olvidaremos
por lustros.
Hallazgo
Alicia Soto Palomino
Anoche
entre tus brazos me sentí dichosa,
tus
manos envolvían mi cuerpo.
Tus
labios mordían mis caderas,
mis
glúteos, mis ansia ,
fuiste
el héroe que me rescató
de mis
dolientes desengaños.
Fuiste
el compañero con quien
quise
compartir toda mi vida.
Tú has
redimido mis desvaríos,
has
vuelto mi cuerpo virgen,
has
construido un mundo nuevo,
en
donde tus besos son elixir
que le
da sentido a mi existencia.
Eres
lucero en mi camino,
eres
refugio en mis horas de duelo,
un
resguardo en los momentos de angustia.
Te
busqué por todos lados,
te
encontré tras una puerta,
tu
incomparable sonrisa,
cautivó
mi alma en pena.
Eres
mi anhelado premio,
Por
eso te guardo y respeto.
No importa
que no seamos
los de
antes, te sigo amando
por lo
que eres, por lo que
hemos
vivido, por nuestros
días
compartidos de dichas
y
desvelos.
Recuerdos
Alicia Soto Palomino
Suspirando
por tu recuerdo
me
encuentro hoy.
No sé,
por qué siento
nostalgia
e quietud
por
aquellos tiempos perdidos.
Eres tarde azul,
río
tranquilo y vivaz,
que
agita mi memoria y evoca
mis
días de soledad.
Eres
mi primera tarde inquietante,
Mi
primer recuerdo que
duerme
escondido en los meses
de
Noviembre a Mayo.
Eres
ese personaje con el cual deseo
viajar
conmigo a mi País.
Eres
el acompañante más
añorado,
en mis horas
de
inquietd juvenil.
Tú
presencia es tan incierta
En mi
vida.
Debes
saber que
no he
podido olvidarte.
Viento y mar
Alicia Soto Palomino
Estoy sentada
frente al mar.
La
arena, las rocas, las nubes me
acompañan,
el
sonido de las olas me arrullan,
me
recuerdan mi pasado, mi destino,
mi
futuro.
La
marea va subiendo, me baña
los
pies, las rodillas, los muslos.
El
viento lo siento pasar por mi cara,
me
acaricia las orejas, me susurra al oído
palabras
indescriptibles.
Te
imagino a mi lado, jugando con mi cabello,
con
mis manos, con mi cuerpo.
Te he
sentido junto a la piedra
donde
he posado para ti.
Quiero
que sepas que te he preparado un nicho
en
donde podrás encontrarme siempre que mires al mar
y
sientas el viento tibio que rodea tu cuerpo.
Renacerás,
Ciudad de México
Alicia Soto Palomino
Ciudad de México, anduve
Por tus calles, palacios, templos…
Tú seguías orgullosa, mostrando
tu belleza y esplendor.
Cuesta trabajo imaginar
una ciudad fragmentada
por la fuerza de la naturaleza.
Eres Tierra que nos has dado
origen, historia.
Tus calles nos muestran
el amor a la Patria.
Las sombras de este
momento, nos recuerdan
que somos estirpe que
se levanta y camina
siempre con la esperanza
de volver a empezar.
Este torbellino de trágicos
incidentes nos señalan
que tu geografía y
tu planicie son tan
frágiles cual hoja al viento.
Los hombres y mujeres que
ahora te reconstruyen
tienen la esperanza de
un nuevo amanecer;
emergiendo del polvo,
de los escombros, del dolor.
La muerte nos ha
arrebatado muchas vidas.
Las huellas de su
paso nos han abierto
nuevamente viejas heridas.
Somos País que padece
sus tragedias con fortaleza.
Vestidos con olor a tierra,
con colores floridos que
nos da el amanecer.
Fijamos nuestro rostro
en el sol, la luna
y el viento, que seguramente
nos traerá nuevos albores
y con él, la anhelada esperanza
de reconstruir un nuevo País
que renace de los escombros
para ser más fuerte y más valiente.
Enfrentaremos este momento
con furia de Titanes y pronto
entonaremos cantos a nuestros
amigos y familiares que nos dejaron
en este momento inolvidable.
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