Carlos Bernal Romero
Para Monserrat
González Díaz (1)
Que está enamorada de Cancún
Ojos que no
leen; cerebro que
no siente
Vicente Fox
Es de todos
conocido que México es un país de “Analfabetas funcionales” que sólo saben:
Leer, escribir y hacer cuentas básicas, para sobrevivir, parafraseando al
Abuelo Geno:
“Día a día”
Encontrar a
una persona que leyera por lo menos cuatro libros o 400 páginas de literatura,
al mes es un verdadero milagro, que se da muy de vez en cuando.
Por tal
motivo cuando veían leer a Monserrat González Díaz la gente se sorprendía
doblemente, porque además era una lectora asidua, de esas que no existen.
Ella
rebasaba y por mucho el promedio de libros que lee un profesionista,
medianamente interesado en lo que pasaba en nuestro país y en el mundo.
De esta
manera Monserrat analizaba mínimo cuatro tomos al mes de diferente temática, Lo
único que le interesaba era que fueran de literatura:
Cuentos,
ensayos, novelas, biografías, autobiografías, poesía, etcétera.
Así una
estampa común para sus amigos y conocidos era verla caminar con soltura por la
calle y sobre todo con un libro en la mano, los cuales era obvio, sí leía.
La
extensión del libro era lo de menos. Para ella lo fundamental era el contenido,
tampoco le importaba el tamaño de la letra, porque hay algunos con una
tipografía muy pequeña.
Un día de
tantos Monserrat decidió irse a vivir a Cancún, porque quería conocer y estar
cerca del Mar. Sus amigos la quisieron convencer, que no se fuera, pero no lo
lograron.
Le
insistieron que querían estar cerca de ella, para que acudiera a ellos cuando
lo necesitara a cualquier hora del día o de la noche, como hasta ahora. lo
habían hecho.
El sábado
27 de enero del 2018, se bajó del avión que la trajo desde la Ciudad de México.
Hizo el papeleo correspondiente; salió a la calle; abordo un taxi y le pidió a
un sorprendido chofer, que la llevara a la playa.
Llegó a su
destino; descendió del automóvil; se quitó las chanclas; sintió casi al mismo
tiempo la arena y la brisa y con la novela:
“1917
Traición y revolución” de Juan Miguel Zunzunegui
Bajo el
brazo, se sentó a la orilla del mar: Lo abrió en la página que se había quedado
la ´última vez y siguió su lectura:
Monserrat
González Díaz era ciega.
(1).-
Nombre completo de Sherlyn Monserrat González Díaz
McDonald’s Plaza Eduardo Molina
17:00 - 18:00
27/I/2018
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