Emilio,
los chistes y la muerte
Fabio
Morábito
Aurora Ruiz Vásques
Con el fin de seleccionar nuestra próxima lectura, daremos
al libro de Fabio Morábito Emilio, los chistes y la muerte, una
hojeada y ojeada veloz, para tener una
idea general del tema y su tratamiento.
Fabio Morábito nació en
Alejandría (1955), Egipto, hijo de padres italianos, por lo que permaneció en Milán
y su idioma materno es el italiano, A la edad de quince años, llegó a la ciudad de México para radicarse en este
país, donde permanece. Desde luego, a esa edad tuvo que aprender el español, y
empezó a escribir poesía, ensayos, cuentos que es lo que más le atraía. Y lo
demuestra sus tres libros de cuentos (La lenta
furia, La vida ordenada y Grieta de
fatiga); todos en español. También se dedicó con éxito a las traducciones. Siendo
ya poeta y cuentista consagrado, se
atrevió al cambio, y comenzó a experimentar
con la novela, donde avanza suavemente con seguridad. Toma la novela no como un
cuento extendido sino extenso, no abultado artificialmente, y
escribe la obra Emilio.los chistea y la muerte que salió en España (2009). Está dividida en tres capítulos breves
y concentrados. Resulta una novela erótica de iniciación o de aprendizaje que me recuerda Las
batallas en el desierto de José Emilio Pacheco, El lector de Bernhard
Schlink y alguna otra.
Narra la historia de un niño de doce años,
Emilio, que deambula por un cementerio memorizando los nombres de los muertos y
jugando al creer registrar chistes con
su detector de chistes. En sus recorridos por el Cementerio, al cual asiste con
frecuencia, pues está de vacaciones, cerca de su casa y no tiene amigos con
quien pasear, se encuentra con una mujer fantasmagórica de 40 años, Eurídice,
que hace seis meses perdió un hijo de la
misma edad que él, y que también con frecuencia lleva margaritas a la tumba de
su hijo, estableciéndose una relación poco común entre ellos, maternal ─
erótica. Emilio, es inocente, es muy apegado a su madre a la que todo le
cuenta. Y asiste al cementerio como a un
parque a distraerse en memorizar los nombres de los muertos. La señora de las
gafas oscuras, vestida de negro, Eurídice, le atrae, la busca, la espera. Ella
lo abraza, lo besa y lo conduce a espacios solitarios del Cementerio casi en
ruinas, lleno de maleza y de bosque, con
pretexto de que la acompañe a buscar un lugar para orinar. Ella casi se
desnuda sin importarle que Emilio pueda verla. Más adelante se sientan
simulando que se lastimó un pie, se quita las medias mostrando sus muslos
carnosos, Emilio enrojece. Ella lo invita a acariciarle los tobillos.
En los diálogos que surgieron con
la señora, le preguntó cómo se llamaba él y le contestó que dentro del
cementerio no podía decir su nombre, porque no lo había encontrado en los
nichos y los muertos lo llamarían para morir. La señora le contestó que ella si
podía decir su nombre porque ya lo había
visto.
─”Sí, vi su nombre en el bloque trece o en el catorce…no, en el catorce.
Es el tercer nicho de la penúltima hilera.de derecha a izquierda: Eudídice
Lozano.
─Me estás tomando el pelo, no puede ser que te acuerdes con tanta
precisión.
─Tengo una memoria por arriba del promedio.
Cuando un nombre me llama la atención puedo recordar exactamente dónde lo
vi.
Ella lo observó algo intimidada.
─¿Y por qué mi nombre te llama la atención?
─Por la historia de Eurídice y Orfeo, cuando él baja al mundo de los
muertos para rescatarla.
─¿Se acuerda?
No.
Orfeo amaba a Eurídice ─dijo él─ Ella muere, y los dioses, que quieren
mucho a Orfeo le dicen que podrá bajar al mundo de los muertos para traerla de
vuelta a la vida, a nadie más le han permitido hacer eso. Pero le advierten que cuando traiga a
Eurídice de regreso, no vuelva la cabeza para mirarla hasta que ella esté a
salvo bajo la luz del sol. Orfeo baja al mundo de los muertos y cuando Eurídice
lo sigue por el oscuro pasadizo, le entra la duda si ella lo está siguiendo de
verdad, gira la cabeza y la pierde para siempre.
─¿Quién te contó esta historia?
La leí, es de la antigua Grecia,” pag. 13-15
Fabio Morábito
relaciona la narración con la mitología Griega para darle mayor interés a la novela.
Los personajes
están bien caracterizados responden a su cometido y el ambiente de soledad del
cementerio en ruinas, es propicio para encontrar escondrijos ocultos. Aunque
Emilio carece de malicia, es un niño todavía.
Todo es
simbólico, el encuentro con el monaguillo con cara de niña, representa otra faceta
del amor entre los hombres la homosexualidad.
Cuando traspasa
el suelo y se adentra al subsuelo donde encuentra la cisterna, haya el peligro y vive la muerte del albañil
que lo perseguía lo ve flotando en la
corriente. Pasa momentos angustiosos en que pone todo su ingenio para salir adelante con
valentía. Sí pudo, sintió que crecía, había superado la etapa de infante a adulto, creía comprender las
relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, tenía deseos.
El lenguaje coloquial que emplea
Morábito, es sencillo sin mayores descripciones, metáforas o frases poéticas,
siendo él poeta por excelencia. Los diálogos que construye son excelentes,
expresivos y amenos.
Morábito
generalmente sitúa sus obras en un ambiente sórdido y trata la soledad, la
muerte la inocencia y el sexo, (que no
tiene edad) con unos personajes de la vida diaria.
Su prosa se hace
simbólica y representativa y yo creo, sea su mayor mérito.
Podríamos seguir
contando la historia narrada hasta el final, pero será el propio lector el que
descubra, en la prosa aparentemente sencilla, el trasfondo que le confiere
Morábito.
La producción
literaria de Morábito es vasta:
Ensayos:
El viaje y la
enfermedad
El lenguaje
materno
Cuentos:
Gerardo y la cama
La lenta furia
También Berlín
se olvida
Grieta de fatiga
Los pastores sin
ovejas
Cuando las
panteras no eran negras.
Morábito, Fabio
(2009) Emilio, los chistes y la muerte. Barcelona. España: Fondo de Cultura
Económica. Impreso en México.
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