Alberto Rafael León Ramos
Resumen
En
el presente texto se analiza la forma en que se entiende la búsqueda de la verdad en la tradición
filosófica. Esto para poder entender
la noción que tiene Gadamer al decir que la poesía
contribuye a la búsqueda de la verdad y así hacer una valoración entre filosofía y
poesía.
Palabras
clave: Filosofía, poesía, verdad, búsqueda, tradición.
La
búsqueda de la verdad en la tradición filosófica
|
En la antigua Grecia la comunicación era
parte importante de la vida, el ateniense era libre de comunicar su pensamiento
lo hacía en forma de poema, en discurso, en aforismos, o como lo haría Aristocles en forma de diálogo –hay que
precisar que, Πλάτων
no
fue el inventor de la forma de escribir en diálogo, pero si fue el que lo llevo
a su plenitud-. Los atenienses conversaban tanto en el baño, en la plaza o en
el ágora. Lo importante era comunicarse, transmitir sus pensamientos y
reflexiones acerca del cosmos, del mundo, del hombre, de la política, del
estado o la Φυσις (Physis).
Σωκράτης (Sócrates[1])
ya había advertido la importancia de la comunicación del λόγος y más aún de los
conceptos que eran muy importantes para él. A la desconfianza en la opinión, en
la δοχα, se opone la confianza en el λόγος,
como medio para hallar la verdad, a través de la discusión y el acuerdo o
desacuerdo final. Esa concordia en lo analizado
en común admitido como racional basado en argumentos y demostraciones. al fin es lo que
pretende el ateniense al dialogar.
Él no es un maestro dogmático, sino que,
por el contrario se presenta como un compañero amable en la búsqueda de una
verdad que interesa a todos, en cuanto colaboradores de esa misma búsqueda y
conciudadanos de la democracia, con una valoración racional ante la vida.
Lo
que buscaba Σωκράτης es: la verdad como producto de los razonamientos
en común[2].
Y esa pretensión, la de una ética legítima, justificada mediante razones y
aclarada mediante conceptos - universales-
precisos, era su premisa mayor. Πλάτων
(Platón) define a su maestro, como una persona muy valiente y consecuente ya
que prefería afrontar todo antes de renunciar a su tarea para el cual tenía un método propio: el de
las preguntas y las respuestas, frente a los largos discursos y la retórica
sofistica. ¿Cuál es ese método? Es el nombrado por Σωκράτης: mayéutica, pues
decía querer sacar “luz” en las mentes. Las ideas verdaderas –comparando su
método con el arte que ejercía su madre, el de comadrona, la partera Fenareta - con vistas a la acción justa.
Es decir, hacer hombres éticos.
¿En
qué consiste la mayéutica? Era un
método sencillo, simplemente son preguntas y respuestas. Σωκράτης sostenía una conversación con alguien sobre cualquier
tema, los más recurrentes eran: la virtud, la justicia, injusticia, amor,
etcétera. Entonces Σωκράτης iniciaba
la conversación con una pregunta directa, por ejemplo: ¿qué es la virtud?, a lo
cual su interlocutor respondía dando su discurso diciendo qué era la virtud,
citando ejemplos de ella.
Terminado el discurso del interlocutor, Σωκράτης le replicaba que le dijera con
precisión lo que era la virtud y que omitiera sus ejemplos. Entonces el
interlocutor cambiaba el discurso tratando de explicar nuevamente lo que le
habían preguntado. Aquí es donde se nota el interés por la definición del
concepto y no la explicación de el por medio de ejemplos. Y seguía la
conversación su curso, siempre dirigida por Σωκράτης.
Por las preguntas. Hay que hacer notar que Σωκράτης nunca daba una definición, pues él afirmaba que no sabía
nada y por eso se esmeraba en la búsqueda
de la verdad.
Lo
que quería Σωκράτης era llegar de una
definición menos adecuada a una más adecuada y así finalmente al concepto, a una verdad. Es decir, hacía lo que ahora conocemos en lógica como inducción. La mayéutica,
consideraba él, era método eficaz aunque a muchos les parecía irritante, a
veces los contrincantes quedaban en ridículo al no saber explicar o definir lo
que se les había preguntado. El caso es que no quería poner en evidencia a
nadie sino encontrar la verdad y que esta verdad sirviese como regla para vivir
mejor; lo cual nos hace patente su orientación ética.
Otro
filósofo al cual le interesaba la búsqueda
de la verdad era el ateniense Aristocles, mejor conocido como Πλάτων[3].
Él tenía un problema muy grande, si los sentidos nos engañan y luego no podemos
conocer nada cierto ¿cómo demostrar que el conocimiento si se puede llegar a
obtener? Resuelve el problema de una manera muy peculiar, dice: “el conocimiento no es otra cosa que recordar”[4]
“por esta razón, no es extraño que,
respecto a la virtud y a todo lo demás; esté en estado de recordar lo que ha
sabido” [5]
La
teoría de la reminiscencia nos
explica que el conocer es como ya se dijo, recordar,
pues el alma ya tenía toda la gnosis
en un lugar supra celeste donde habitaba y que por un castigo cayó a la tierra siendo
encarcelada en un cuerpo. Al quedar encerrada en ese cuerpo también perdió todo
el conocimiento que poseía, quedó completamente en blanco como una tabula rasa.
Empero, lo único que hay que hacer para volver a recordar es ejercitar nuestra
alma, lo cual podremos lograr si tenemos un método adecuado, el que nos propone este filósofo para ayudarnos
a volver a conocer es el llamado διαλεκτική.
Por
medio del método dialéctico es como
nos elevamos al máximo grado del conocimiento, es decir, el Bien. Este método nos ayuda a ir
avanzando del grado más bajo de conocimiento δόξα (dóxa) al grado supremo νόησις (noesis); esto nos lo explica
más claro en el famoso mito de la caverna:
donde el prisionero –que representa al filósofo- que está en la caverna atado
por unas cadenas –representa el cuerpo-, logra liberarse de ellas y con grandes esfuerzos se dirige hacia la
salida, se va esforzando por llegar a la luz – que representa el conocimiento-
y al fin lo logra. Claro, todo esto con la ayuda del método dialéctico que le sirve para lograr su cometido. La διαλεκτική en
Πλάτων es
un método – intelectual- por el cual vamos avanzando conforme a los grados de
conocimiento, del más ínfimo hasta elevarnos al supremo, la νόησις.
Con Ἀριστοτέλης (Aristóteles[6])
la búsqueda de la verdad va a dar un
giro. Él se interesó por el correcto raciocinio, este interés viene desde Platón pues ya en el Sofista la idea de los cuadros lógicos
nace de la condiciones de la discusión. En ese ambiente de dialécticos
fervientes nació la Lógica de Aristóteles. La dialéctica es un diálogo
en el que un interlocutor somete una tesis a la consideración de otro. En el corpus del όργανον (Organón)
están los temas fundamentales de la lógica
aristotélica.
En
el tratado sobre las categorías[7]
estudia aquello que debe considerarse como el elemento más sencillo de su lógica. Si tomamos una proposición como
“el hombre corre” y rompemos
el nexo que las une separando el sujeto del predicado, obtenemos palabras sin
conexión. Carentes de todo vínculo con
la proposición inicial. Cuando nos detenemos en los términos de una
proposición, aislados cada uno de ellos y tomados en sí mismos, no tenemos ni
verdad ni falsedad: la verdad o falsedad
jamás se halla en los términos tomados por separado, sino en el juicio de quien
los vinculo y en la proposición que expresa dicha proposición. Esto es muy
importante en la lógica aristotélica.
El
juicio, es el acto mediante el cual afirmamos o negamos un concepto de otro
concepto. La expresión lógica del juicio constituye el enunciado o proposición.
El juicio y la proposición constituyen la forma más sencilla de conocimiento y
nos permite entender de manera directa el nexo entre un predicado y un sujeto. “Lo verdadero y lo falso nacen junto con el juicio, es decir con la
afirmación y la negación”[8] lo verdadero aparece cuando mediante el
juicio se une lo que ésta unido en la realidad o viceversa.
Cuando afirmamos o negamos algo no
estamos razonando, cuando razonamos es cuando pasamos de un juicio verdadero a
otro verdadero; el silogismo constituye un razonamiento así, es decir, un
razonamiento perfecto. El silogismo
es aquel razonamiento en el cual la conclusión
a la que se llega es efectivamente la consecuencia que surge por
necesidad de su antecedente. Para que haya un silogismo debe de tener tres
cosas, dos premisas y una conclusión. El silogismo,
en cuanto tal, muestra cual es la esencia misma del razonar, pero depende del
contenido de verdad de las premisas. En cambio el llamado silogismo científico – o demostrativo- se distingue del primero
porque este toma en cuenta la corrección formal de la inferencia así como el valor de verdad de las premisas y por ende
de las consecuencias.
En conclusión, la búsqueda de la
verdad y el conocimiento viene a cobrar en Ἀριστοτέλης importancia
seria y rigurosa. Al hacer los
razonamientos correctos con ayuda de la dialéctica como técnica le permite
distinguir distintos tipos de silogismos
– dialécticos, erísticos, sofísticos, paralogismos, científico- lo cual le
llevaría al silogismo más importante el científico.
Con este vendría a cambiar toda la
perspectiva de la noción de conocimiento
y de verdad. La filosofía se apoya en
el silogismo científico para
sustentar verdades y por ende el conocimiento.
Ahora
bien, estas tres explicaciones que son representativas de la filosofía en la antigüedad no tienen la intención de hacer
sólo historia. Sino que es para hacer demostración como se entiende que la
filosofía busca verdades, en este sentido y por lo tanto que se conforme el
conocimiento. Se puede objetar que éstas filosofías tienen mucho de metafísica,
también que caen en algunos errores garrafales, como lo que apunta M. Heidegger, el confundir el ser con el ente. Lo que llama <el olvido del ser>. Aun así con todas estas objeciones no se puede dejar de aceptar que la filosofía
busca verdades, aunque en ese camino se yerre.
Retomando
la noción de M. Heidegger[9]
en cuanto a la búsqueda de la verdad.
El tema del ser, la verdad y el
desocultamiento lo trata desde varios lados. Para poder plantear la pregunta por el <ser en general> primero se tiene
que esclarecer <el ser del mismo que
hace la pregunta> el humano. El Dasein.
“De esta manera el preguntar mismo está
determinado por aquello por lo cual se pregunta: el ser humano se pregunta por
el ser y se responde bajo el punto de vista de “su ser”.[10]
El
hombre no es un ente solamente ahí
arrojado al mundo. Sino que en su propia forma de vida tiene una característica
peculiar, es un existente, está entre
otros entes a los cuáles puede
interrogar. Los otros entes no pueden
preguntarse por su propio ser
solamente están dados, mientras que el existente humano sí puede hacerlo. Él
mismo se puede preguntar por su ser.
En este preguntarse se va dar la vida del hombre, va tener una historia, es histórico y en esa
historia se va a desarrollar su ser. Al preguntarse el hombre por su ser, se está dando una forma de
descubrir el ser del ente, es estar
en un estado de iluminación. El estar
existiendo en el mundo hace que el Dasein
se pregunte por su <ser en el
mundo>.
En
el mismo mundo el hombre se ve proyectado con otros entes a los que interroga. Al interrogar tiene la opción[11]
de hacerlo o de no hacerlo. Tiene la
posibilidad de hacer cualquier cosa, en esa posibilidad se da cuenta de que su
marco de opciones es infinito, y una entre tantas esas opciones es la que más
le llama a pensar, la muerte.
M. Heidegger trata de liberarse de lo que es <tradición ontoteológica>[12].
Esto significa que es el supuesto de que la verdad es de algún modo cuestión de
la superación del débil por el fuerte, es decir, que las relaciones de poder
constituyen la esencia de la vida humana. En su libro: Sein und Zeit (Ser y Tiempo, publicado en 1927) Dice:
“el ser (no las
entidades) es algo que se <<está ahí>> sólo en la medida en que
está la verdad. Y la verdad está sólo en la medida en que está el Dasein. Ser y
Verdad <<son>> igualmente primordiales.”[13]
Aquí
Heidegger se da cuenta de que el
demostrar si hay mundo y pueda demostrar su ser, no tiene mucho sentido. Por eso es que distingue entre mundo como el
dónde del <estar en> y <mundo
como intramundano>, esto lo explica la analítica existencial es decir, descubre al Dasein como un ente que
está abierto a las cosas, definido por su <estar
en el mundo> como un ente que trasciende de sí. Esto quiere decir que
el hombre no es algo ajeno al mundo sino que es <algo> que está dado con él.
Pues
la verdad es primariamente descubrimiento
del ser en sí mismo. Y este descubrimiento sólo es posible como fundado en
el <estar en el mundo> lo que
lleva a que sea el fundamento ontológico
de la verdad que aparece en la base misma del Dasein.
Cuando
dice <sólo hay verdad en cuanto y mientras hay existir>
quiere decir el ente solo está descubierto y abierto cuando y mientras
existe. Las leyes de gravedad o
cualquier otra, sólo son verdaderas mientras hay existir del ente. Antes ni después no hay verdad ni
falsedad. Pues cualquier ley resulta verdadera cuando hay un ente que las haga existir y las haga
accesibles. Y la verdad coincide con el ser, ya que solo hay ser cuando hay
verdad, y verdad mientras hay existir, por tanto
la verdad y ser son originarios.
Todas
estas filosofías tratan de buscar la
verdad y conformar el conocimiento. Desde varias posturas y no son
simplemente <metafísicas simplonas> o
<fruslerías> que hacen perder el tiempo. Son Bios teoretikós.
“No es la filosofía obra del filósofo,
sino el filósofo obra de la filosofía, en el sentido más general de que no
somos nosotros los que poseemos la verdad, sino de que nosotros somos los
poseídos por la verdad, cuando ha anidado en nosotros. Es que el filosofar
mismo se inicia por una urgencia interior, que impele y constituye al filósofo;
y prosigue por el dinamismo de la realidad misma que se actualiza en la mente del
filósofo. Esta realidad que obliga al filósofo a perseguirla antes y más allá
de todo concepto, es la que tiene la primacía sobre el filosofar."[14]
Ahora,
para entender lo que afirma H.G. Gadamer[15].
Que la poesía contribuye a la búsqueda de la verdad. Es necesario analizar
cómo entiende él esta afirmación. Con lo cual se podrá hacer una valoración
entre la filosofía y la poesía para
sacar algunas conclusiones
De
la contribución de la poesía a la
búsqueda de la verdad
“La palabra poética tiene una relación
peculiar,
muy propia,
con la verdad”
H.G. Gadamer
Para
entender de manera general la afirmación de Gadamer
sobre la poesía es necesario explicar un poco su postura. Está inscrito en la
hermenéutica. ¿Qué es la hermenéutica? Es aquella disciplina de la
filosofía que se ha desarrollado desde los tiempos antiguos de la humanidad.
Empieza en Grecia cuando se remitía al Dios Hermes,
interprete entre los dioses y los hombres. Después se toma la hermenéutica como
aquella que servía a interpretar los pasajes de ciertos textos, tanto
jurídicos, bíblicos o de alguna otra índole.
Es
hasta F.D.E. Schleiermacher[16]
cuando la hermenéutica deja referirse
a interpretación de textos y pasa a un ámbito más general. A lo entero cognoscible. Luego ella es utilizada ante las ciencias
sociales como un método. Aunque después Gadamer
la desmarca de esta visión, tratándole de otra manera. La va encasillar en la
filosofía como una hermenéutica filosófica. Y así es como la va tomar él. Haciendo ver que hay un giro en ella. Ya que “El lenguaje va ser el hilo conductor del
giro ontológico de la hermenéutica”[17]
Y se va ocupar ya no de los textos sino
de la ontología. Esto va estar marcado en sus inicios por M. Heidegger
en lo cual H. G. Gadamer lo va seguir
y poner su firma personal.
“Gadamer, en su
preocupación por comprender la experiencia del mundo, continúa esta dirección
ontológica de la hermenéutica. De esta manera queda explicito el alejamiento, o
más bien abandono, de la hermenéutica como teoría de la interpretación de textos
o de discursos, que había marcado toda su historia, lo que dio lugar a toda una
preceptiva relativa a la interpretación hermenéuticamente correcta. Gadamer
señala enfáticamente el lugar central que ocupa el lenguaje en su
indagación sobre la experiencia hermenéutica, tomando una clara distancia tanto
de la hermenéutica clásica como de la filosofía del lenguaje”[18]
Es
de esta forma de entender la hermenéutica como va abordar Gadamer la nueva postura que quiere defender. Desde el lenguaje
tratará de entrar en las discusiones filosóficas, marcándole sus errores a la
tradición filosófica y también <interpretando>
de distinta forma a la misma. Lo que interesa aquí es entender porqué dice que la poesía contribuye a la búsqueda de la
verdad.
Él
afirma que la lengua poética “tiene una relación
peculiar, muy propia con la verdad”[19].
Y también que “tal contenido adquiere la
figura de la palabra poética, experimenta una especie de legitimación”[20]
Más adelante en una frase dice “El poeta plantea su pretensión en
virtud de su arte, y su arte es el del lenguaje”[21]. Estas afirmaciones son muy interesantes
porque asevera unas cosas que hacen pensar algunas preguntas. ¿Cuál es esa
relación peculiar y muy propia que tiene la lengua poética con la verdad? ¿Cómo
se descubre? ¿Cuál es esa pretensión que tiene el poeta con respecto a
la verdad? Aunque una cosa es tener una pretensión de algo y otra muy distinta ser ese algo.
Yo
puedo afirmar que tengo una <pretensión>
de ser un cosmonauta, necesito estudiar, ir a ciertas instalaciones donde me
digan cómo serlo, someterme a ciertas pruebas tanto físicas como psicológicas y
de conocimiento. Y después me dirán si puedo ser o no un cosmonauta. Hay una
pretensión de mí de ser algo. Más no soy ese algo. ¿Cómo puede el poeta pretender vincularse con
la verdad a través de su arte, el lenguaje?
¿Cuál
es la verdad que maneja Gadamer?
Porque entendiendo que rechaza la verdad de la tradición correspondiente a la
adecuación del concepto con la cosa, es decir, la verdad por correspondencia
que nos viene dada desde Ἀριστοτέλης.
También debe explicarnos cómo entiende la verdad.
Gadamer
nos dice que cuando en la conversación se habla, se dejan envolver en la
palabra y que ésta vincula a las
personas que hacen ese acto. Es lo que
llama “carácter hermenéutico del hablar”
en donde se transpone el “propio saber y
aspiraciones a un horizonte más amplío y más rico”. Siendo la experiencia lingüística más notable la poesía.
En ella se da la palabra plena sin referente de ningún tipo y aparte de
eso “se yergue en sí misma”. A lo que pregunto ¿cómo está tomando la
palabra saber[22]?
¿Qué sería un horizonte más amplio y más rico? Es acaso una metáfora para darnos a entender lo que quiere
expresar. Como bien apunta Nietzsche la metáfora nos abre un campo de
posibilidad distinta ante los conceptos vetustos de la filosofía, aunque
aquella – la metáfora- tampoco puede darnos cuenta de la realidad.
Para
entender lo que llamar verdad y cómo se yergue en sí misma recurre al concepto
griego de ἀλήθεια
(Aletheia) como <falta de disimulo> <franqueza> diciendo que es en
este modo como entiende la verdad. Retomando el concepto de su maestro M. Heidegger. “Es en este sentido en el que pregunto por la verdad de la poesía”[23].
H.G. Gadamer dice que en la poesía se devela
ese sentido de la verdad, como franqueza, disimulo ante lo falso y con eso
quiere dar a entender que “verdadero es
lo que se muestra como lo que es”[24].
A esta forma de tratar el concepto de verdad vienen otras más
preguntas.
Si
entiende la verdad como ἀλήθεια y esa es la forma en que la poesía
se yergue en sí misma, haciendo uso de
su franqueza, a la vez se muestra como lo que es. ¿Es posible que se oculte algo detrás de
ella? ¿Qué se muestre como “lo que no es”? ¿Es acaso que está tapada por algo
que no la deja “ser como es”? Y por eso quiere ser franca, tener falta de
disimulo. No es acaso que Gadamer
también está cayendo en lo que critica de la tradición, de entender que hay un <en sí> y que ese <en sí> está cubierto por un <algo> que no lo deja <ser lo
que es>, es decir, solo aparece el fenómeno de la poesía, la palabra. Por lo
que hay que desocultarla para poder
captar la verdad en ella. Aunque se diga que su análisis se centra desde el
lenguaje hay también estos puntos a tomar.
Ahora
bien, aludiendo al término <declaración> en alemán Aussage. Nos dice que en ella hay pretensión de completud “una
declaración dice completamente lo que es el estado de cosas”[25]
y esta definición la va tomar para comentar que en este sentido es
como toma la palabra poética, es autónoma
en autocumplimiento. “Tal es la palabra
del poeta. La palabra poética, pues, es declaración en el sentido de que este
decir se atestigua a sí mismo y no consiente
otra cosa que lo verifique[26]” es decir, para Gadamer hay “verdad en la
poesía”.
Lo
que no se alcanza a entender es que primero dice que hay pretensión de
verdad, luego dice que hay verdad en
la poesía en el <autocumplimiento> porque no se verifica con nada.
Eso creo va en alusión a la verdad por correspondencia, es decir, no
hay nada escrito en la poesía que tenga que ver con un referente fuera de ella,
algo físico que lo corrobore. Poniendo el ejemplo de “las escaleras de
Dostoievski” es como argumenta la forma en que se da el autocumplimiento de la poesía. “En este sentido, la palabra es aquí
verdadera, y eso quiere decir,
descubridora: realiza el autocumplimiento”[27]
¿Entonces
o hay simple pretensión, o es que realmente hay <autocumplimiento>? ¿Qué
pasó con la verdad entendida como ἀλήθεια? Parece que quiere relacionar la ἀλήθεια con la
forma del <autocumplimiento>.
Tratando de entender la crítica que quiere hacer Gadamer a la tradición filosófica en especial a la metafísica por
su fuerte carga ontológica y epistemológica,
de la cual quiere tomar distancia desde su Hermenéutica.
Se puede decir que es interesante como quiera abrir una nueva
forma de explicar el mundo que acontece. La realidad dada no solo por
correspondencias sino por medio del lenguaje que es la conformación “primera”
según él, del hombre. Porque con el lenguaje el hombre hace mundo. Está inmerso
en su tradición. Parece ser que según él, la poesía nos acerca sin remitir a
metafísicas o filosofías caducas ante la
experiencia del mundo como es. “Tal vez
es la verdad de la poesía, realizar semejante <mantenimiento de la
cercanía>[28]” por medio del lenguaje. “La palabra poética nos atestigua nuestra existencia ahí (Daseín) en
tanto que ella misma es existencia ahí (Daseín)”[29].
Una cosa es decir, que la poesía nos acerca al mundo sin
metafísicas de la tradición de ningún tipo
que afirmar que hay verdad o pretensión de verdad en ella, porque eso ya
lleva una carga tanto epistemológica como
ontológica de la cual hay que fundamentar también. Entendiendo que no
quiere caer en la noción de verdad por correspondencia ni en la ontología que confundió el ser con el ente, por eso recurre al lenguaje (poesía) como vía posibilitante
a la cercanía con la realidad. Aunque pienso que sería mejor abordarlo desde
otra manera y a la vez crear conceptos que no remitan a aquellas viejas
nociones.
Conclusiones
En
el texto se fue analizando dos posturas que tratan de hablar sobre la verdad.
Por un lado, la tradición filosófica
que habló desde la Grecia antigua con sus máximos exponentes: Σωκράτης, Πλάτων y
Ἀριστοτέλης. Complementando el panorama con M. Heidegger. No se puede decir que la
filosofía se complete con una teoría o filósofo, sino al contrario es siempre
movimiento. Que se nota en las nuevas filosofías que la van nutriendo desde
distintos ángulos, aun en las detractoras. La
filosofía no es filosofía porque sea teoría, sino que es filosofía porque el
filósofo la va gestando con lo cual se puede decir que es Bios teoretikós.
Después se abordó la manera en que H. G. Gadamer nos dice que la poesía
contribuye a la búsqueda de la verdad. Haciendo eso desde la hermenéutica que es su postura
filosófica. En la poesía, dice, se puede
encontrar una pretensión de verdad
que se es <descubierta> en
el <autocumplimiento> por lo que
en ella se da un acceso a la realidad sin remitir a ninguna otra cosa que no
sea ella misma. Esta noción que se analizó y cuestionó desde algunos ángulos lo
que arroja en mi trabajo y personalmente
varias conclusiones.
- La
filosofía, es búsqueda de la verdad, se busca aunque se yerre. Aunque la posmodernidad rechace los metarrelatos por considéralos
caducos no se puede negar que la actividad filosófica sigue. Kant después de sus tres críticas concluyó que el hombre
necesita para orientarse en el mundo “metafísica
naturalis”.
- No
se debe pensar sólo en los errores que la filosofía ha tenido y que ya no
puede haber continuidad, eso sería llevar al extremo la posmodernidad.
- La hermenéutica
como vía posibilitadora que explica la realidad desde el lenguaje es
interesante, aunque tiene muchas objeciones que responder. Más si lo
aborda desde la poesía, como trata Gadamer.
- Se
puede aceptar que la hermenéutica
sea una filosofía práctica que ayude en la orientación del mundo.
- Si
se sigue tratando en la filosofía la búsqueda de la verdad con los mismos
términos, parece que no se puede avanzar. La hermenéutica se da cuenta de eso, pero aún así sigue tratando
los tópicos filosóficos desde ahí. Al decir: ontológico, ontico, verdad
como ἀλήθεια, etc.
Tal vez una vía para solucionar esto debiera ser pensar a la filosofía
desde nuevos términos, como bien hace la filosofía de Xavier Zubiri, prueba de ello son: sustantividad, actuidad, reidad, suidad, noología. Aunque no
es el caso explicar la filosofía zubiriana aquí.
Bibliografía
- Arias,
Marcelino, La universalidad de la hermenéutica. ¿Pretensión o rasgo
fundamental?, Fontamara, México.
- Ferraris,
Murizio, La hermenéutica, Taurus, España.
- Gadamer, H.
J., Estética y hermenéutica, traducción de Antonio Gómez Ramos,
Tecnos, España.
- Heidegger,
Martín, Ser y tiempo, FCE, México.
- Platón, Diálogos, editorial
Porrúa, México
- Reale, G.,
Antiseri, D., Historia del pensamiento filosófico y científico, Herder, España
- Rivero,
Paulina, Alétheia, la verdad originaria, UNAM, México
[1] Oriundo de Atenas (470- 399
a.c). Se interesaba por problemas éticos y forjar un hombre de tal forma.
[2] Se tiene que hacer notar
que el interés de la filosofía es la búsqueda de la verdad. Basada en la
reflexión ante el mundo que se presenta. Para esto siempre acompaña a aquella
la inteligencia.
[3] 428 a. C./427 a. C. – 347 a. C
[4] Platón, Fedón
[6] 384 a. C. – 322 a. C. Macedonia, fue maestro de Alejandro Magno.
Escribió más de 200 tratados, de los cuales sólo tenemos conocimiento de 31.
Entre Filosofía Primera, Física, Ética, Política, Retórica, etc.
[8] G.Reale y D. Antiseri, Historia del pensamiento filosófico y científico, pág., 326
[9] 26 de septiembre de 1889, Messkirch, Alemania – 26 de mayo
de 1976, Friburgo de Brisgovia, Baden-Wurtemberg,
Alemania. Discípulo de E. Husserl. Heidegger
es un personaje importante en la historia de la filosofía contemporánea,
influyó en muchos filósofos. Uno de ellos es H. G. Gadamer, que más
adelante se retomará.
[11] El hombre puede <ser> casi cualquier cosa, desde músico, poeta,
filósofo, ratero, político y hasta vagabundo. Sólo tiene que elegir para poder estar en el
mundo.
[12] Aunque debemos entender
esto que en la metafísica occidental que ha olvidado el ser, onto es ser
pero como esencia y mundo estático, teo es porque esa esencia está ligada a lo
divino, teleo porque el ser tiene una finalidad puesta por Dios y logia es porque esto se capta en el concepto.
[14] Ellacuría, I., “La idea de filosofía en Xavier
Zubiri” en Homenaje a Xavier Zubiri, Tomo I, Editorial Moneda y Crédito,
Madrid, 1970, p. 463
[15] Marburgo
11
de febrero de 1900
– Heidelberg
13 de
marzo de 2002. Conocido por su obra Verdad y método (Wahrheit
und Methode). Influido por M. Heidegger aunque su filosofía opta más por la
vía de la hermenéutica.
[16] Breslau,
21
de noviembre de 1768
– 12
de febrero de 1834.
[17] Arias, Marcelino, Universalidad
de la hermenéutica ¿pretensión o rasgo fundamental?, Fontamara, pág., 73
[22] Por qué saber sería
diferente a conocer. Saber es tener referencia de algo, sin tener experiencia
directa de eso. Ejemplo: Sé que existe Guadalajara, la he visto en el mapa más
no conozco directamente la ciudad. No he tenido experiencia. Nunca he viajado
para la perla tapatía.
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