LA MODERNIDAD

Jesús Jiménez Castillo

Avance hacia el futuro inventado,

con pies de rueda y alas de metal.

Promesa de un edén industrial…con smog,

donde mora el hombre-máquina

y las ilusiones se pervierten en el hedonismo,

en las fantasías del mago de los sueños quiméricos.

Tiempos de cambios sin cambio,

que glorifican lo antiguo

y rinden pleitesía a lo humano;

clasicismo fugaz que se transforma

en épocas, dinero y materialidad:

lo concreto, lo efímero, lo intranscendente.

Apología de religiones sin fe que atemorizan las almas,

 divinidades que emulan a Hermes e imponen su dogma… mercantil.

Sacerdocios que predican el bien pero practican el mal.

Necesidad de creer… aunque sea en lo terrenal;

apostasía de credos, hacedores y santidades,

mercado de ofertas celestiales y frívolas… a crédito.

Arte de faraones que ignoran las masas,

disfrute elitista con apartheid,

sensibilidad usurera que se dibuja en los billetes.

Guernicas que estetizan el absurdo y el horror.

Auschwitz y El grito de los sin esperanza,

glorificación de la belleza, lo irracional y el achís.

Modernidad, progreso sin rumbo… y dinero,

y más dinero acumulado por el gran Kapital.

Cuanto tienes, cuanto vales… en el mundo de la codicia,

el hambre, la ignorancia y de los que nada tienen.

Mundo ideal de Paraísos artificiales… fiscales,

de Microsoft, Carson y demás especies.

Mundo moderno que muestras lo humano y su opuesto,

cruce de vidas políticas y empresariales… innombrables.

Épocas de historias repetidas en el imaginario virtual,

riqueza de modas pasajeras que nos engañan y enajenan.

Creación y hábitat de  genios, ciencia, arte y dignidad:

Einstein, Marx, Picasso, Mandela y sus estirpes,

sembradoras de esperanza y fe en el mundo por venir.