Artículo publicado en el ejemplar 2 de octubre de 2010
Por: Carlos Vásquez Gándara
"El mayor de los peligros para la mayoría de nosotros, no es que nuestro objetivo sea demasiado alto y no lo alcancemos, sino que sea demasiado bajo y lo logremos"
Michael Angelo
Se dice que la planeación didáctica se da cuando el profesor emprende la tarea de programar sus actividades docentes, es decir, de hacer un programa de aula donde pone un orden a dichas actividades y donde aplica toda su creatividad e imaginación para poder enseñar a sus alumnos y como consecuencia ellos aprendan. Si bien es cierto que esta programación de aula es una herramienta de apoyo y que debería ser una aliada en la tarea docente, no siempre es así para algunos maestros, porque también es cierto que muchas veces ésta se vuelve tediosa por las formalidades de algunos centros educativos, donde sus procedimientos representan más bien uniformidades y dan como resultado planeaciones ficticias.
Sin embargo, la programación de aula es una ventaja en sí misma, y para quienes la realizamos día a día sabemos de las bondades de ella. Todos tenemos estilos propios de enseñanza, pero todos compartimos los mismos elementos de una programación como: las estrategias, los recursos didácticos, las actividades, las opciones metodológicas, conocemos los principios docentes, y los que vamos más allá, tenemos la madurez de ser autocríticos y reconocer cuáles son nuestras áreas de oportunidad, en fin, una gama de componentes que utilizamos para elaborar dichas unidades didácticas.
Finalmente es importante reconocer que, efectivamente, la planeación es de gran utilidad, y siempre dará una buena imagen a quienes la realizamos, porque sabemos la responsabilidad que tenemos en nuestras manos: dar clases efectivas; y no sólo improvisar actividades para entretener a los discentes. Cuando se realizan los programas de aula cualquier docente se puede identificar con la sensación de alivio, al haber preparado una clase con antelación y no tener que pensar durante la clase: ¿qué puedo enseñar ahora?.
Por otra parte, respecto a este mismo tema de la planeación, en la actualidad el enfoque por competencias ha entrado a nuestro sistema educativo, siendo el primero en recibirlo el preescolar, después la secundaria, un poco más tarde la primaria y al final el bachillerato. En educación superior se supone lo debieran adoptar, pero ya depende de cada centro educativo.
Se dice que este enfoque surge como consecuencia de la llamada sociedad de la información, que cuestiona a la educación en cuanto a que ésta es la responsable de crear profesionistas para el mundo laboral.
“Aunque la educación basada en competencias es un fruto de una economía globalizada que responde a la necesidad de una fuerza laboral más productiva; se puede decir que su incursión a la formación profesional tiende a darle un nuevo enfoque al tipo de educación que se ha venido trabajando y cambiar el enciclopedismo por la integración de conocimientos, habilidades y actitudes para su aplicación a contextos reales con el fin de mejorar el desempeño personal y profesional de los egresados” (Cruz, M. Belén: 2009)
Una vez que este enfoque entra a nuestro sistema educativo, todo se cambia y ahora los docentes debemos planear usando la palabra en plural: competencias para hacer programas de aula. Pero, qué significa competencia, por lo que he leído, que no ha sido poco, en todas las definiciones se coincide con algunos términos como: capacidad, habilidad, conocimiento, actitud, pero, por ejemplo, hay quien la define de modo más elegante: Por su parte, Perrenoud (2002) define a las competencias como “aquellas capacidades que movilizan diversos recursos cognitivos para la solución a problemas en situaciones inéditas”. (Cruz, M. Belén: 2009).
En su cuadro comparativo, Martínez R. y cols (2009) mencionan que con el enfoque anterior la planeación se realizaba por objetivos, en la cual el profesor decía qué aprendería el alumno; era resultado de una sola asignatura; especificaba y detallaba el contenido temático; la evaluación permitía identificar y cuantificar el aprendizaje en un momento determinado, y la evaluación era cuantitativa. En el enfoque por competencias se definen las habilidades que el estudiante ha de realizar al egresar. El resultado impacta en el currículo entero, la organización es global porque abarca conocimientos, habilidades, actitudes y valores; finalmente la evaluación es de carácter formativo.
Para hacer mención de las ventajas y desventajas, me gustaría hacer hincapié en que el mayor reto de este enfoque es darse a conocer, pero al parecer es más complejo de lo que parece y por lo mismo carece de precisión, pues se puede decir que la mayor desventaja que tiene es que se puede malinterpretar debido a su flexibilidad. Lo que quiero decir es que resulta complejo planear mediante este enfoque, pues las actividades deben, verdaderamente, concordar con las competencias a desarrollar y el contenido, y es allí donde comúnmente se pierde la secuencia. Lo anteriormente mencionado, aunado al desconocimiento del enfoque, causa estrés al docente porque le resulta complicado distinguir si su planeación es correcta o no.
Por otra parte, haciendo una crítica mayor a este enfoque y como lo describe Goody (2001) en Peredo M. (2009), en nuestro sistema educativo existen diferencias de contexto, sociales y económicas muy grandes, por lo tanto la planeación por competencias no puede ser igual para todos, por ejemplo, en el caso de la lectoescritura en niños que tienen una lengua materna distinta al español, resulta curioso saber que se comunican en una lengua que no escriben ni leen, lo cual significa que no tienen desarrolladas sus habilidades de escritura ni de lectura, y hará falta desarrollar, antes, otras habilidades en ellos, pero cómo si su contexto es tan escaso en muchos sentidos. Por lo tanto, no se puede hablar de competencias universales.
Pero, por otro lado, cabe reconocer que el enfoque tiene sus ventajas y una de ellas es que se puede llevar a cabo la planeación- acción, pues este enfoque da la oportunidad de hacer adecuaciones; otras ventajas son que rompe con paradigmas, es flexible, abre otras alternativas, existe una verdadera vinculación entre la capacitación y el empleo, muestra una nueva forma de aprender.
Para concluir es importante decir que, se trate de una planeación por objetivos o una planeación por competencias, lo importante es no olvidar que como docentes somos ejemplo para nuestros alumnos y la planeación es una forma de mostrar que se tiene orden en la vida y que se piensa en los demás.
BIBLIOGRAFÍA
Cruz, Maya Belén. (2009) “Las competencias en la formación y práctica profesional del pedagogo. Un estudio exploratorio de su campo laboral”. X Congreso Nacional de Investigación Educativa. Septiembre 2009 Veracruz.
Martínez, R. Angélica Rosalva; Smith, M. Roberto y García, H. Javier. (2009) “Plan de estudios por competencias profesionales: una experiencia de planeación”. X Congreso Nacional de Investigación Educativa. Septiembre 2009 Veracruz.
Peredo, M. María A. (2009) “Lectores competentes y currículo por competencias” X Congreso Nacional de Investigación Educativa. Septiembre 2009 Veracruz.
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