martes, 5 de abril de 2011

Carta a mi Hijo



Por Rafael Mario Islas Ojeda


Muy querido Hijo:

Hoy que llegas a tus 14 años puedo decirte que dejas atrás una etapa de tu vida como es la niñez y la pubertad y entras en la adolescencia que te llevará a una de las mejores etapas de tu vida como es la juventud. Creo que por delante tienes unos breves años que deberán servir para que te prepares a enfrentar la aventura de la vida. En esta hay muchas lecciones que aprender para poder disfrutar en plenitud ese don maravilloso que es la propia vida. Sin embargo vivir es un arte, un camino que se recorre minuto a minuto, día a día y que requiere de óptima preparación física y mental.

Cuando nacemos tenemos todo el potencial para hacer de nuestra propia vida una experiencia maravillosa, pero somos materia prima sin procesar, piedra preciosa sin tallar y los dones que recibimos pueden perderse en el proceso de crecimiento si las circunstancias que nos rodean son adversas. Por el contrario, si esas circunstancias son favorables  lograremos aventajar en nuestra formación integral. Es necesario pulirse para alcanzar la perfección.

Esas circunstancias favorables serían las de contar con padres responsables y amorosos que te auxilien en el camino y estimulen tu crecimiento, al mismo tiempo que preparen tus alas para que puedas volar en libertad y responsabilidad cuando llegue su tiempo; también serían aquellas circunstancias en las cuales puedas recibir una educación adecuada. Una buena escuela y profesores que te guíen en el aprendizaje, desde las primeras letras hasta los conocimientos más variados y complejos de una profesión o carrera, que responda a tu vocación y aptitudes, tanto como a tu inclinación, gusto y preferencias. Pero también hay que pensar que el autoaprendizaje es igual de importante y sobre esto volveremos más adelante.

Es decir, la educación a la que se tiene acceso es en gran medida determinante en nuestra vida. "Infancia es destino" y la manera en que ha transcurrido tu infancia será determinante en las actitudes con las que transcurras por la vida. Si en esta primera etapa logras construir y ejercitar tus valores, es decir tus virtudes o fortalezas, en las demás etapas de tu vida: juventud, madurez y vejez, serás una mejor  persona y podrás aprovechar mejor las oportunidades que te de la propia vida, luchar contra las circunstancias adversas y salir triunfante.

 Es curioso que si se piensa en virtudes, la raíz de esta palabra sea "vir""viri" en latín que quiere decir hombre, es decir que las virtudes son las que nos hacen verdaderos hombres: seres de razón e intelecto. Así pues practicar las virtudes es practicar nuestra capacidad de producir efectos benéficos, tanto a nosotros mismos como a los demás. Practicar virtudes es vencer nuestros defectos, luchar contra lo que nos hace débiles y aumentar nuestras fortalezas.

En el lenguaje religioso cristiano las virtudes cardinales[1] es decir axiológicas o fundamentales son cuatro: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Mientras que las virtudes teologales son tres. Fe, Esperanza y Caridad. Comenzando por la Fortaleza, analicemos juntos las primeras virtudes. Tratando de contestar a las siguientes preguntas: ¿Qué es la Fortaleza? ¿Para que sirve la fortaleza? y ¿Cómo se consigue la fortaleza?

¿Qué es la Fortaleza?
La Fortaleza es la firmeza de ánimo en el obrar y la principal energía del carácter, por ello es la principal virtud. Un carácter fuerte y templado será tu principal arma y mejor amigo en las luchas de la vida.

¿Para que sirve la fortaleza?
La fortaleza robustece la voluntad para no renunciar en la lucha por conseguir el bien que se busca y llegar a las metas que se proponen. Sirve para no permitir que las dificultades ni las pasiones sean un obstáculo para que viva la vida con plenitud y satisfacción de espíritu.

¿Cómo se consigue la fortaleza?
La suma de los esfuerzos de cada día es la mejor manera de alcanzar la Fortaleza. Pequeños actos de voluntad son actos de Fortaleza. No se requiere de esfuerzos sobrehumanos sino de actos que lleven paso a paso a convertir la voluntad en un hábito. Así como el deportista entrena día a día para fortalecer sus músculos y ejecutar con técnica y habilidad su paso, golpe, carrera, salto, etc. El día de su competencia logra ejecutar con el mejor rendimiento su habilidad.

Como puedes ver la Fortaleza se conquista mediante diversas formas de las que lo más importante son dos medios: Prevención y Resistencia. Prevenir el obstáculo o la pasión que nos debilita, P. Ej. La flojera, el desánimo, el cansancio, la inconstancia, la ociosidad, etc. Resistir con: Constancia, Perseverancia, Voluntad, Ilusión. Ánimo, etc. Recuerda siempre que la constancia es diaria; y la perseverancia es por toda la vida.

Prevenir es defender una meta, eliminando obstáculos. Resistir es contar con la firmeza necesaria para no retroceder en el camino hacia la meta. Prevenir  es tomar la iniciativa contra el enemigo: flojera, desanimo, inconstancia, etc. Encontrar lo que me da ventaja sobre ese enemigo, porque ya lo conozco y se que puede llegar a atacarme. Esto evita que me tome por sorpresa.

Resistir es soportar el ataque del enemigo cuando nos sorprende, lo cual es difícil y heroico, resistir antes que abandonar el bien, constituye el acto principal de la virtud de la fortaleza. Hay en el camino de la virtud gran número de obstáculos y de dificultades que es preciso superar con valentía si queremos llegar hasta las cumbres. Para ello es menester  mucha decisión en emprender el camino de la perfección cueste lo que cueste, mucho valor para no asustarse ante la presencia del enemigo, (obstáculos) mucho coraje para atacarle y vencerle y mucha constancia y aguante para llevar el esfuerzo hasta el fin sin abandonar la lucha, toda esta firmeza y energía tiene que proporcionarla la virtud de la fortaleza.

La Fortaleza se apoya en la PERSEVERANCIA[2] a lo largo de la vida y en la CONSTANCIA día a día.

La Fortaleza  se conquista por medio de PREVENCIÓN Y RESISTENCIA y ¿Cómo resistir? Teniendo un Plan de Vida con objetivos a corto, mediano y largo plazo y con tener identificado el defecto dominante, que es el que pone obstáculos a nuestra fortaleza, generalmente la INCONSTANCIA. Y  ¿cómo prevenir?  Con un Plan de actividades diarias que me lleven al objetivo.

Los vicios opuestos a la Fortaleza, generalmente son la INCONSTANCIA, el TEMOR o  COBARDÍA, la INDIFERENCIA  y el DESALIENTO

La PRUDENCIA
La prudencia enseña al hombre a discernir lo que es bueno o malo, para seguirlo o rechazarlo. Según la definición original de Aristóteles prudencia significaba “conciencia” o sea comprender la diferencia entre el bien y el mal pues viene del griego “phronesis” que significa comprender. Otra versión dice que viene del latin “pro videntia” o “providencia,” “ver por adelantado.”

Ser prudente es pues ser observador, es descubrir, advertir, y comprender, es no dejarse llevar por el primer impulso, sino pensar antes de actuar. Es fácil entender que un hombre prudente huye del peligro si se ve amenazado de muerte y no por ello debe vérsele como cobarde. El tener valor y prudencia no están reñidos. Vivir es saber elegir y eso aplica para todo en nuestra vida.

En estos tiempos la competencia que experimentamos a diario en la vida y en el trabajo nos enfrentan a menudo en un entorno agresivo al que no hay más remedio que combatir, y el que si conseguimos conquistar podemos utilizarlo en nuestro provecho. Poseer una sabiduría práctica nos puede proporcionar la prudencia y cautela necesarias para resolver con éxito cada uno de los retos que se nos presentan, de ahí que la Prudencia no sólo es una virtud sino un arte que hay que cultivar.

Por ejemplo ser prudente en el hablar, no hablar con exageraciones ni superlativos, para no faltar a la verdad y para no deslucir la propia cordura. Las exageraciones  no son buenas  y dan indicio de falta de conocimiento y hasta de mal gusto. La finalidad principal de la prudencia, decía el sabio Baltasar Gracián, “es no perder nunca el verdadero sentido de las cosas ni la compostura, se debe ser tan dueño de sí mismo que ni en la mayor prosperidad ni en la mayor adversidad nadie pueda criticarle a uno por haber perdido la compostura y el lugar que se debe tener.


La Templanza es una virtud que conduce a evitar toda clase de excesos, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Por ejemplo si una persona en estado de embriaguez, o por afición inmoderada de velocidad, pone en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras,  su grave falta se debe a la falta de templanza. Pero también se requiere la templanza para evitar dominar apetitos o vicios que nos echan a perder. Cultivar la templaza es un fruto del espíritu y el que lo hace aprende a dominarse a si mismo, lo que te ayudará en muchas circunstancias de la vida.

Fíjate Marco que en la familia y en la escuela se transmiten Valores, los hay de diferentes tipos, como los que te acabo de describir como virtudes, pero hay muchos más algunos un tanto abstractos, como por ejemplo, el amor a la patria o patriotismo, el civismo que es el cultivo de virtudes cívicas o de ser un buen ciudadano y otros muy prácticos y objetivos como la constancia, el orden, el aseo, la autodisciplina u otros que nos brotan naturalmente como el amor a la familia, la amistad, etc. Hay que ir escogiendo aquellos que debes cultivar y hacer propios. Hoy sólo te escribiré de algunos de ellos tan distintos como son: el respeto, el trabajo, la honestidad y la buena salud.

El Respeto. Este debe ser a ti mismo y a los demás. Si te respetas a ti mismo, si te valoras, puedes respetar mejor a los demás. Respetar lo que otros creen, lo que les gusta y pedir que nos correspondan de igual modo.

El Trabajo. Trabajar siempre con ganas y de buen humor, saber que al final hay una recompensa que va desde la satisfacción de cumplir con un deber, hasta la satisfacción de alcanzar una meta, aprobar un examen, u obtener un beneficio real y una recompensa. Además, el trabajo salva a muchos del fracaso, eleva y satisface al propio espíritu. Sólo se triunfa en la vida a través del esfuerzo propio, nadie hará por ti lo que tú no hagas por ti mismo.

La Honestidad. Esta comienza también por si mismo, no engañarse creyendo que engañar un poco, mentir un poco, robar un poquito no hace daño, pues si engañas en lo poco, mañana lo harás en lo mucho; si dices mentiritas después no te costará trabajo decir grandes mentiras; o si robas un peso o un juguetito no puedas hacerlo después en mayor cuantía, hoy en día hay muchos malos ejemplos y los que no son honrados se enriquecen pero tarde o temprano su deshonestidad es vista por otros y su descrédito es mayor.

El Ejercicio físico. Este sirve para mantener el cuerpo sano y la mente despejada y en pleno funcionamiento. No sólo es recomendable sino necesario hacer ejercicio todos los días, o al menos tres veces a la semana sobre todo ahora que entras en una etapa de desarrollo y crecimiento. Si adquieres ahora ese hábito te servirá para toda la vida, un deporte es bueno, pero al menos se debe correr o caminar, te puede divertir mucho si haces algo que te guste
A tu edad es bueno hacer deporte con compañeros de tu misma edad, los juegos de conjunto como el básquetbol y el fútbol te ayudan a integrarte a un mundo de compañerismo y camaradería, donde algunas amistades pueden durar para toda la vida. Sobre todo es muy importante para descansar de las tareas o de los juegos del video, la computadora etc. No dejes nunca que la pereza te impida disfrutar de los beneficios de ejercitar tu cuerpo y mantener tu salud, que es uno de los bienes más preciados de que puedes disfrutar en la vida.

También quiero dejarte para que reflexiones algunos refranes como son los siguientes: Mente sana en cuerpo sano. Mas vale prevenir que tener que lamentar. El que persevera alcanza y  La ociosidad es la madre de todos los vicios.

Recuerda por último que “No se nace hecho hombre, más que en lo biológico.” Cada día uno se va perfeccionando en lo personal, hasta llegar al punto más alto, a la plenitud de cualidades. Algunos nunca llegan a ser hombres cabales, siempre les falta algo; otros tardan en hacerse como diría Baltasar Gracián un hombre sabio.

Para despedirme sólo espero te pueda ver cuando arribes a los 19 años, y estés ingresando a la Universidad, en la carrera profesional que cumpla más las expectativas de lo que quieres hacer en la vida. Entonces volveremos a reflexionar por el camino que hayas recorrido hasta ese momento. Recibe un fuerte abrazo y la bendición de tu padre.






[1] Cardinal viene de la palabra latina “Cardis” que significa eje, gozne, o bisagra.
[2] Un buen ejemplo de perseverancia son los descubrimientos científicos y los inventos, bueno ¡hasta los juegos!.

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