martes, 22 de marzo de 2022

Los tesoros ocultos en el libro “Simbiosis (poesía animalizada) de Luz H. Olvera

 


Por: Alberto R. León Ramos

“La poesía no es de quien la escribe,

Sino del que la necesita”

Massimo Troisi.

 

 

Es un placer encontrarse en esta vida con personas con quien se comparten gozos afines, y más si estos son: leer y escribir. La poesía es “pan de los elegidos”, ya que estos manjares nacen de aquellos seres humanos sensibles ante el mundo que les acontece, es así que hoy estamos aquí para presentar un “pan recién hecho”, Simbiosis, poesía animalizada; de la escritora Luz H. Olvera.

 

En este libro se pueden encontrar diversos tópicos: el más obvio es el literario, ya que se presenta poesía en referencia a animales realmente fantásticos como la Piriña, el Nuborrego o el Graznizo. La poesía presentada en este novedoso libro es una ventana al pensamiento, sentimiento y forma de captar la realidad que nos acontece, y es pues que la autora nos expone un mirador el cual se disfruta de sobremanera.

 

También se podrá encontrar al sumergirse en sus páginas contenido visual  a primera vista muy sencillo, ¡llegados hasta aquí es momento de hacer un alto!, ya que es menester analizar, y así lo recomiendo, con lupa cada parte del animal presentado, es así que se encontrarán con gratas sorpresas, puesto que cada trazo, punto, detalle, sombra y línea configura la génesis de estos seres en nuestro mundo triste digitalizado; “la paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos dulces”.

 

Otro contenido muy a la vista, son los neologismos. Se invita a leer con mucho cuidado cada hoja de este libro, pues se podrá encontrar sentidos nuevos a palabras, animales y cosas de uso tan común. Deseo mencionar que la poesía toma cualquier objeto, situación, sentimiento o animal para hacer de ello su fuente de inspiración, y es conocido que desde los anales de la historia los poetas han forjado textos a punto de pesuña, rumiando palabras, maullando sentidos, rasgando las entrañas de la sintaxis y ahora “animalizando la poesía”. ¡Déjense sorprender con esta forma de hacer poesía!

 

Y también existe, a mi parecer, contenido filosófico en este sucinto y sustancioso texto poético de la autora. El libro se divide en cuatro partes donde se evoca a los elementos primordiales de la naturaleza: agua, aire, fuego  y tierra; ¿casualidad o causalidad? A mi parecer, es causa, ya que la mente de Luz H. Olvera nos presenta los principios básicos por los cuales el hombre empezó a filosofar en la Grecia Antigua, y que hoy en la historia de la filosofía se les denomina filósofos de la naturaleza; estos pensaban que el origen o arjé de las cosas se debían a principios simples como el aire, el fuego, los números o los átomos.

En ese sentido, se puede recordar a Tales de Mileto quien afirmaba al agua como ese origen u arjé de las cosas, mientras Anaxímenes tomaba al aire como el arjé u origen de todo el mundo, en ese mismo filosofar estaba Anaximandro quien habla de un “apeirón” que se puede traducir como lo indefinido y Pitágoras sentenciaba que los números eran el principio de todas las cosas conocidas. Es por tanto, que en mi lectura de este libro de poesía encuentro estas referencias al filosofar de aquellos griegos. Y por analogía, Luz H. Olvera también está poetizando y filosofando con estos elementos.

A parecer, sentir y reflexionar en su libro se encuentran estos y otros tesoros ocultos. La tarea que le será encomendada al lector será descubrir estos otros tantos, porque estoy seguro del raudal de tópicos en espera de ser encontrados y disfrutados por los amantes de los libros. Quiero terminar con palabras de la autora: “con este cuerpo nuborregado / me desplazo lento…/ perderá la cabeza inequívocamente/ para entrar en la meditación/ en las entrañas del vasto universo/ no digo nada / no soy juez/ soy solo un observador/ (e este break obligado)/” (Olvera:2021)

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