El
pasado jueves 5 de marzo se llevó a cabo un concurso sobre composición
literaria libre en las trece instituciones que conforman la Zona 10 Xalapa-Sur
de escuelas secundarias generales. Los maestros extendieron a todo el alumnado
esta actividad para interesarlos y darle un carácter formativo al evento.
Finalmente, cada institución seleccionó a un representante para la fase final
de Zona que se llevó a cabo en el Colegio Teresita el mencionado jueves desde
las 9:45 a.m.
El lugar
que hayan obtenido los alumnos es lo de menos. La experiencia es lo valioso. La
redacción se desarrolló a mano, frente al jurado, con dos temas rectores
señalados al iniciar la actividad. Se les dio el tiempo necesario para la
redacción del texto y entregaron sus escritos bajo un seudónimo.
El
jurado estuvo integrado por Ariel López Álvarez, Lizardo Enríquez Luna y
Fernando Hernández Flores “Tepetototl”, tres personalidades muy reconocidas en
el mundo de los medios, quienes deliberaron ampliamente para otorgar un
galardón a cuatro adolescentes: primer lugar, Andrea Córdoba Lira, Instituto
Villa de Cortés. Segundo lugar, Isaí Morales Ponce, Colegio Teresita. Hubo dos
alumnas en tercer lugar: Lilian Itzel Barragán González, de la secundaria
general No. 1 “Lic. Sebastián Lerdo de Tejada, y Fabiola Yahely Montiel Flores,
de la secundaria general No. 2 “Julio Zárate”.
LOS
ESQUITES ARTESANALES
Flor-Hindú
En honor
a Joaquín, conocido como “El elotero” y a Luisito.
Aburrida,
sin nada que hacer, sentada en el asiento del coche, esperando a que algo
interesante pasara, observaba los autos y los árboles pasar rápidamente y de
repente mi padre me sugiere comprar algo para comer, ya que el viaje resultaba
ser muy largo. Lo primero que me vino a la mente fue un esquite con su queso en
polvo, mayonesa de limón y sus deliciosos granos de elote hervido y calientito.
Sin duda era la comida perfecta para este frío invernal que hacía en Cuetzalan.
Mi padre empezó a buscar un puesto de elotes para cumplir mi capricho; después
de algunos minutos encontramos un lugar, era un poco descuidado pero se veía
que los esquites eran de calidad.
Nos
bajamos del coche y preguntamos al señor que atendía si nos podía dar un
esquite solo. Él con una sonrisa chistosa nos dijo que sí y empezó a
prepararlo, y para mi gran sorpresa su esquite no era el típico que se
encuentra en un vaso de unicel; el suyo era tan original que decidió llamarle
“esquite artesanal”. Su creación era inesperada: granos de elote, con una cama
de mayonesa cubiertos de queso en polvo, envueltos en una hoja de elote verde
como el pasto, y todo esto amarrado como un tamal. Su teoría era que este tipo
de envoltura además de ser ecológica mantenía el calor, el sabor y el aroma del
esquite.
Su ánimo
positivo, sus ganas de trabajar, sus graciosos chistes y su forma de atender a
sus clientes, nos hicieron a mi padre y a mí volver una y otra vez, pero no
solo para comprar sus platillos, si no para platicar y pasar un buen rato con
él. Pasaron los meses y una mañana cuando lo visitamos nos dimos cuenta que
como ayudante tenía a un niño de aproximadamente 5 años. Pensamos inocentemente
que era su hijo, pero no era así. Luis era un niño maltratado por sus padres,
abusado y golpeado por ellos mismos.
Luis
tenía que trabajar para (según él) poder comprarse una bicicleta y poder irse a
vivir lejos de sus padres, además mencionaba que le gustaba venir con Joaquín
ya que él era su “verdadero papá”. Joaquín ya tenía una familia, una buena esposa
y dos hijos, pero tenía un gran espacio en su corazón para Luis. El trabajo de
Luis era muy simple, solamente tenía que barrer la banqueta, recoger la basura
y recibir el dinero. Hasta que un día Luis llegó tan, pero tal mal, que ni
siquiera podíamos reconocerlo pues resulta que su padre lo golpeó y le puso
ácido en la cara. Lloré con tanta lástima por él ya que tan solo siendo un
niño, había perdido su rostro y su dignidad. Al día siguiente de visitar a
Joaquín, Luis no volvió a aparecerse por la colonia nunca más.
Joaquín
se encontraba triste por el hecho de perder a uno de sus “hijos” pero aún así
siguió trabajando, atendiendo de la misma manera cordial y alegre a todos sus
clientes, pero Joaquín tampoco era perfecto, ya que se encontraba dentro del negocio
del narcotráfico, empleando el papel de “halcón”, quien se encarga de vigilar
que la policía no se aproxime a los sitios de venta de estupefacientes. Su
“trabajo” era de suma importancia, pero falló, y falló horriblemente al dejar
que la policía descubriese el contrabando. Como consecuencia, un soleado día de
octubre, una motocicleta pasó rápidamente disparándole a Joaquín cuando estaba
paseando con su esposa y sus hijos. En efecto, Joaquín murió y sus hijos
quedaron traumados mientras que su esposa se deprimió gravemente. Ahora el
recuerdo de Joaquín y Luisito espera en dos cruces con velas encendidas en el
lugar de “Los esquites artesanales”.
P.D.
Esta fue una historia real, modificada por la autora
PRIMER
LUGAR
AUTORA:
Andrea Córdoba Lira
ESCUELA:
Instituto Villa de Cortés
DOCENTE:
Luis Alberto Aldama Hernández
SILENCIO
Malec
Lestrange
Era como
cualquier otro día. El despertador sonó exactamente a las 6:00 a.m. e Ingrid se
levantó con la alegría del nuevo día. Como todas las mañanas, se dirigió a la
cocina por un café buscando la energía que necesitaba para trabajar. Con la
taza ya en las manos y esa delicada fragancia activando sus sentidos, se asomó
a la ventana esperanzada en que una gota de sol la iluminaría. Sin embargo, se
frustró en su búsqueda, solo encontró unas sombrías nubes que la desanimaron a
salir, pero ignoró ese sentimiento y prosiguió con su rutina. Esperaba que un
baño lograra lo que el café no, calentarse un poco. El agua humeante recorría
su cuerpo, pero ella solamente reconocía un escalofrío en su espalda que la
dejó inquieta por unos momentos hasta que decidió salir del baño.
Como ya
era costumbre, prendió la televisión para ver las noticias mientras desayunaba,
rogando escuchar alguna noticia que provocara en ella una pequeña sonrisa, pero
su petición quedó en el olvido apenas se encendió la televisión. “Se reportan 5
nuevos feminicidios”, “Familia entera es asesinada”, “Balacera deja un saldo de
5 muertos y varios heridos, entre ellos elementos de la policía”. Solo pudo
pensar en el horror de aquellos encabezados, pero en el momento en que sus
emociones se sacudieron fue cuando logró escuchar a la reportera decir: “Acaban
de encontrar en una zanja el cuerpo sin vida de una menor de 5 años con signos
de tortura y violación”.
Quedó
petrificada de la impresión. El miedo recorría su cuerpo fibra por fibra.
Intentó moverse pero sus manos y ojos no respondían. Tras unos minutos recobró
la conciencia. “¡Cómo es posible!” era lo único que pensaba. De sus ojos
salieron unas gotas que resbalaron por sus mejillas para perderse en el suelo.
A su compás, el cielo empezó a llorar el sufrimiento de aquella niña.
Después
de tal impresión se armó de valor y salió. Empezó a recorrer las calles
inundadas de un silencio sepulcral, mientras que la fuerte lluvia la obligó a
acelerar su paso. Se encontraba a dos calles de su trabajo cuando se llenó de
una brutal desesperación. Sintió cientos de miradas clavadas en ella, pero no
había nadie: De repente el sonido de un motor al unísono de sus gritos
rompieron el silencio de aquella ciudad. Ella no podía siquiera entender lo que
estaba pasando cuando recibió un fuerte golpe en la cabeza y por más que se
mostró fuerte se desplomó al suelo y en tan solo un segundo el silencio
regresó.
El frío recorría
el cuerpo de Ingrid, sus sollozos se perdieron en el aire, mientras las
lágrimas no cesaban. Ahí se encontraba ella sola, sucia, ultrajada, con
quemaduras de cigarrillos, marcas de golpes y signos de estrangulación, tirada
como basura. Apenas podía darse cuenta de dónde estaba y dar crédito a lo que
había pasado y más difícil fue concentrarse mientras sentía su sangre escurrir
de alguna parte de su cabeza. Así, poco a poco, se fue apagando hasta que se
perdió.
Abundaron
los llantos, lamentos, maldiciones, pero nada regresaría a Ingrid que por más
que gritó nadie pudo escucharla.
Pasados
ya varios días la noticia se olvidó y de nuevo la ciudad volvió a su silencio
habitual.
SEGUNDO
LUGAR
ESTUDIANTE:
ISAÍ MORALES PONCE
ESCUELA:
COLEGIO TERESITA
DOCENTE:
CECILIA MUÑOZ MORA
AUTODESTRUCCIÓN…
Mónica
Magali
Tenemos
que los valores son muy importantes, pero lo es más la práctica de ellos.
Porque lo que realmente sucede en la sociedad es que los conocemos, sí, pero no
todos los ponemos en práctica, y eso es lo que realmente afecta.
Actualmente
vivimos en una sociedad que está envuelta en el caos. ¿Por qué?
· Porque
no se respeta lo ajeno, sólo lo toman sin pensar en las consecuencias.
· Porque
no se respeta a las personas, su integridad es algo que no les interesa.
· Porque
nunca pensamos en lo que le puede afectar al otro. Debido a nuestras acciones,
no tenemos la empatía de ponernos en su lugar.
· Porque
no tenemos tolerancia.
· La paz
en estos tiempos no es algo muy común; al contrario, estamos más cerca de la
guerra.
· La
mayoría de las amistades no son sinceras, la confianza se está perdiendo.
· Al
mundo entero le falta amor, no todo sería tan cruel, sin embargo la gente es
egoísta, es grosera, sin muestras de afecto.
· Se
supone que es el siglo XXI y la igualdad debería hacerse valer. ¡Qué gran
mentira!, aún hay situaciones de desigualdad.
· Porque
no hay responsabilidad, realmente “tiran la piedra y esconden la mano”, es tan
común.
· Porque
la amabilidad se perdió, los jóvenes de ahora no tienen idea de lo que
significa.
Así es
como puedo definir a mi sociedad, lo que observo a diario, en noticias,
principalmente.
Sería
extraordinario que todas estas situaciones disminuyeran hasta desaparecer, pero
lamentablemente es más fácil que nos extingamos, a que esto cambie.
Deberíamos
cambiar para tener un mundo mejor, porque así como vamos, estamos al borde de
la autodestrucción.
TERCER
LUGAR
ESTUDIANTE:
FABIOLA YAHELY MONTIEL FLORES
ESCUELA:
SEC. GRAL. NO. 2 “JULIO ZÁRATE”
DOCENTE:
ELBA JAMILETH RUIZ MÁRQUEZ
¡Valores!…
el pilar de la “batalla Social”
Pandicornio
Son
aplicables en cualquier lugar, y en cualquier momento. Su importancia es tal
que sin los valores nuestra sociedad sería otra. Desafortunadamente, la práctica
de ellos se ha visto cada vez más invisible según el paso de los años. ¿Valdrá
la pena salvar los valores?
Desde
tiempos remotos, los cuerpos legales han regulado nuestra manera de actuar en
este teatro llamado vida, y relacionados a ellos, los valores son cualidades de
la forma de ser que aportan armonía a la convivencia.
Hace
décadas, se veían reflejados en el desenvolverse de las personas. La “vieja
escuela” acostumbraba emplearlos en las actividades cotidianas, siempre
procurando que su presencia nunca se viera opacada por actitudes que
envenenaran las relaciones con los demás.
Pero
tristemente en los últimos años, las sociedades se han ido degradando por el
desmedido y trágico empleo de antivalores, perdiéndose en un oscuro camino
donde la empatía, la honestidad, el amor y la humildad son un recuerdo del
ayer. Así mismo, algunas personas nacidas en el “día pasado”, a diario
enfrentan una incansable y complicada batalla, por salvar a México, a América,
¡al mundo entero! de las garras del engaño, la crueldad, la injusticia y un
atroz listado de actitudes que matan a nuestras naciones.
En
conclusión, por más difícil que parezca, esta lucha por salvar las buenas
costumbres es una que merece ser ganada.
TERCER
LUGAR
ESTUDIANTE:
LILIAN ITZEL BARRAGÁN GONZÁLEZ
ESCUELA:
SEC. GRAL. NO. 1 “LIC. SEBASTIÁN LERDO DE TEJADA”
DOCENTE:
ANGÉLICA MAR DELGADO
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