Centenario de Gregorio Samsa
Deduciendo el pensamiento de Franz Kafka, más allá de los límites
en los que la mayoría nos circunscribimos, quizás imaginó el centenario de
Gregorio Samsa. La presunción únicamente se hace para enfatizar esa
característica distintiva de mentes preclaras. Si fue capaz de imaginar La metamorfosis entonces es muy probable
ideara lo más increíble. Así lo han referido escritores connotados: Nabokov,
Borges, Onetti, citando la obra, evidentemente inseparable de su creador.
La crítica literaria es contrastante respecto al quehacer de
éste escritor, desde considerarlo como un genio hasta quienes lo califican de
orate. Este desacuerdo es elocuente, contundente: leerlo, es la alternativa más
sana y formarse un criterio propio. "Cuando Gregorio Samsa se despertó una
mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en
un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de
caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco,
dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas
podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas
patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le
vibraban desamparadas ante los ojos.".
Con las líneas anteriores empieza la historia, es
interesante, atrapa pero el lector debe convertirse en cómplice y desentrañar
cuál es el mensaje dirigido por Kafka, argumentos utilizados por él, sin
soslayar época y espacio de esa creación literaria. A un centenario continúa
constituyéndose esta obra objeto de estudio y reflexión, dejando a lectores de
Tlanestli el desafío de su juicio literario.
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