lunes, 8 de agosto de 2011

MILITANCIA MAGISTERIAL



Por Wilfrido Sánchez Márquez


El primer volumen de MILITANCIA MAGISTERIAL editado en el mes de noviembre del año 2000, contiene “una colección de discursos, ponencias, recomendaciones, ensayos, proyectos y planes de trabajo”; también conlleva documentos oficiales, informes, artículos periodísticos, relatos de experiencias administrativas, técnicas y docentes del autor, correspondientes al lapso 1964-1999.

Este segundo tomo expone las reflexiones que éste ha realizado sobre el funcionamiento de los sistemas educativos federal y estatal en el nivel básico, tanto para niños como para los adultos, en el estado de Veracruz, durante el primer decenio del siglo XXI.

Las evaluaciones recientes efectuadas por organismos especializados nacionales e internacionales, con el propósito de precisar y comparar los niveles de aprendizaje alcanzados por los alumnos de educación básica en México y en los países miembros de la OCDE, aunados a los reportes estadísticos oficiales de la SEP, han revelado que el rendimiento del sistema educativo mexicano es excesivamente bajo, consecuencia directa de su ineficaz funcionamiento.

Por otra parte, la Campaña Nacional de Alfabetización que en el próximo mes de agosto cumple 67 años de haberse establecido; esfuerzo que en sus primeros cinco años de ejercicio produjo resultados alentadores, posteriormente se fue debilitando a tal grado, que las instancias responsables de su promoción y ejecución se burocratizaron y en consecuencia, sus acciones se tornaron rutinarias, anacrónicas e inoperantes. En la actualidad, dicha campaña se caracteriza por tener como constantes: la improvisación, la escasez o bien la casi nula preparación profesional específica de su personal directivo y aplicativo; así como el desconocimiento que tienen la mayoría de los funcionarios públicos sobre la naturaleza, los conceptos, los fines, la organización, las estrategias y los medios de la educación de adultos.

En el inicio de cada sexenio gubernamental, los nuevos conductores del sistema educativo enfatizaron, invariablemente, la importancia del papel que tiene la educación en el crecimiento y el desarrollo del país; simultáneamente, efectuaron despliegues publicitarios por todos los medios masivos de comunicación, en los que dieron a conocer los planes, programas y acciones que los gobernantes en turno se comprometieron, en su momento, a poner en práctica, para corregir las deficiencias del servicio mediante la introducción en las escuelas de métodos, técnicas, procedimientos y auxiliares didácticos modernos e incrementar ostensiblemente el rublo de los aprendizajes significativos. Las reiteradas y “cacareadas” promesas sexenales y las esperanzas que ellas produjeron en la sociedad, a final de cuentas, fracasaron totalmente, razón por la cual la situación deficitaria del trabajo docente continúa persistiendo.

Es común atribuir la culpa del bajo nivel del aprovechamiento escolar a los maestros en servicio, lo cierto es que además del ejercicio magisterial, existen otros factores que inciden en el hecho educativo y que todos, conjuntamente, intervienen en la formación integral y armónica de la personalidad de los individuos, así como en la permanencia y el mejoramiento progresivo de los patrones culturales del grupo social al que pertenecen. Al respecto, es conveniente recordar la definición de Pinkiévich: “La educación es un complejo de influencias que el medio (natural, social y escolar) ejerce sobre el individuo y le imprime las características de su ser social y de su desarrollo”.

En la educación escolarizada, el maestro desempeña y continuará ejerciendo funciones capitales, por tal motivo es y seguirá siendo uno de los tres componentes básicos del triángulo didáctico: alumnos, maestros y contenidos de aprendizaje.

No menos importantes son las funciones del personal administrativo y técnico del sistema, puesto que de sus capacidades profesionales dependen en gran medida la funcionalidad de la organización escolar, su orientación doctrinaria y el empleo adecuado de los métodos, las técnicas y los procedimientos didácticos en las agencias educacionales.

El gran maestro veracruzano Rafael Ramírez, hace más de sesenta años nos previno de los males que a la educación formal ocasionan los “pedagogos de escritorio”, refiriéndose a los “técnicos” que pretenden mejorar el funcionamiento administrativo de las escuelas y la metodología didáctica que se emplea en cada una de ellas, mediante oficios y circulares solamente. Además de este tipo de funcionarios, actualmente han proliferado en la educación veracruzana y nacional los “exquisitos” y los “fifís” de la educación; los primeros son educadores postgraduados carentes de experiencias docentes; son recitadores de teorías y viven en el limbo pedagógico; los segundos, aquéllos que se hacen notar cuando, vestidos de etiqueta, asisten a congresos, conferencias, y otros actos públicos, haciéndoles la corte a sus superiores jerárquicos.

Si a los perjuicios que a la educación generan quienes carecen del perfil profesional requerido para el desempeño eficaz de los cargos directivos que ostentan, se agregan los desaciertos que cometen las personas que han ingresado a este servicio público por motivos familiares, militancia partidista, corporativismo gobierno-sindical, etc., habremos configurado otros factores causales de la menguada calidad de nuestro sistema educativo.

Por los motivos expresados y por otros no menos importantes, sería alentador que las experiencias, los análisis, las conclusiones, las propuestas y recomendaciones que en este libro son presentados a la consideración de las personas físicas y morales interesadas y comprometidas en el fenómeno biológico y psicosocial de la educación, sean de utilidad para asear y mejorar este servicio público, en bien de los educandos de Veracruz y de México.

*El presente texto corresponde a las palabras de PRESENTACIÓN del II Tomo del libro MILITANCIA MAGISTERIAL, que está próximo a salir a la luz pública. (Nota de la Redacción).

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