miércoles, 23 de febrero de 2022

CUQUITA

 


 

Mi edad sí se las digo; porque no es mi culpa:

Mi peso no: Porque sí es mi culpa

Papa Francisco

 

         Las casas de retiro o reposo para adultos mayores de 60 años; son lugares donde viven las 24 horas del día (Estancia permanente) o permanecen en ellas ocho horas (Guardería) personas que por alguna razón; no pueden estar solas.

         De esta manera los familiares de estos “abuelitos” los dejan ahí porque por diferentes razones; no pueden tenerlos en casa y cuidarlos o estar atentos a ellos las 24 horas.

         Por lo general son los hijos los que toman esta decisión; aunque también existen hermanas que lo hacen y dejan al cuidado de estas casas a sus:

         Papás, mamás, hermanos o hermanas

que tienen una discapacidad física, intelectual o mental y requieren el cuidado especializado de enfermeras y cuidadoras que estén pendiente de ellos en todo momento.

         Así era:

         La Casa de Los Soles

que tenía en entre sus residentes a gente entre 65 y 95 años. La mayoría vivía ahí y sólo “Cuquita estaba de “Guardería”

         El horario que permanecía en la casa era de 11 de la mañana a siete de la noche. Tenía 75 años y estaba en silla de ruedas; se le entendía lo que hablaba y a pesar de no estar 100 por ciento consciente; todavía daba respuestas coherentes cuando le preguntaban cosas específicas.

         El viernes 19 de febrero cuando estaba en el patio de la entrada empezó a repetir:

         “Se suben por favor”

         Las enfermeras y cuidadoras no les hacen caso de inmediato; porque suelen ser palabras sin razón o que quieren decir otra cosa de loque realmente desean.

         Pero a la repetición número 20 de:

         “Me pueden subir por favor”

         El encargado del almacén que se encontraba en la oficina que se encontraba a unos pasos donde estaba Cuquita; le fue a decir a una de las enfermeras; para que la subiera a la sala con los demás residentes.

         Como todavía podía caminar algunos pasos; la subió con cuidado las escaleras para sentarla en uno de los amplios sillones de la estancia para se sintiera más tranquila.

         A los dos minutos que la habían dejado cómodamente instalada:

         Cuquita empezó a repetir:

         “Me pueden bajar por favor”

La Casa de Las Lunas

22:00 – 23:00 p.m.

19/II/2022

 

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