Para
mi Amiga Azul Yuzuru
Por
su cumpleaños 20
-¿Mamá
por qué no tengo chambelanes?
-Porque
estamos en Pandemia hija
Oído en la Colonia Guerrero
A
pesar de la modernidad y ahora de La Pandemia, para muchas mujeres cumplir 15
años y tener su respectiva fiesta; sigue siendo el primer evento importante de
sus vidas.
Porque
según la muy mexicana tradición; cuando una niña llega a esa edad pasa
automáticamente a ser una señorita; como la fábula de la oruga y la mariposa
Para
Vianca Lizette Hernández Hernández no fue la excepción, aunque los suyos fueron
unos bastante peculiares casi sacados del Cine Mexicanos en una película
dirigida por el “Perro Estrada”
Primero
en vez de celebrárselos el 25 de enero del 2017 o el fin de semana más cercano;
por diferentes razones lo hicieron el sábado 24 de diciembre del 2016; cuando
apenas tenía 14 años.
Luego
confiadas a que la iglesia donde se celebraría la misa; estaba a cinco minutos
caminando de su casa; tomaron las cosas con demasiada serenidad y calma.
La
fueron a peinar a un salón que estaba a media hora de su casa y por lo
elaborado del peinado; los del salón de belleza se tardaron más de lo debido y
ahí empezaron las prisas para todas las mujeres de la familia que la estaban
ayudando.
Regresaron
a su casa a las 11:00 y la misa era a las 12; el problema era que Vianca no se
había puesto el vestido para no arrugarlo. Se trataba de uno clásico de estas
fiestas color verde menta.
Los
zapatos de tacón o zapatillas en vez de ser blancas o un color pastel que fuera
de acuerdo con el color del vestido; eran negros, como si se tratara de una
quinceañera darketa.
Por
fin las tías, primas y su mamá habían conseguido que luciera muy bonita como si
fuera literalmente una princesa de cuento de hadas o salida de una película de
Disney.
El
problema que cuando todas vieron el reloj ya eran 12:05 y la misa tenía corría
el peligro de cancelarse; si el cura no veía presente a la festejada y la diera
por terminada.
En
su desesperación porque eso no sucedería todas salieron corriendo de la casa
incluyendo la quinceañera que se le olvidó ponerse unos tenis o zapatos más
cómodos para llegar a la iglesia y lo hizo con las zapatillas puestas.
Llegó
a las 12:10, pero en la última escalera antes de entrar al templo perdió la
zapatilla derecha y por fortuna; su progenitora iba detrás de ella y la puso
recoger.
Cuando
el cura daba las primeras palabras de la ceremonia; su mamá se acercó molesta;
cuando su hija ya estaba sentada frente al altar le puso la zapatilla en el pie
derecho y antes de irse a su lugar; en tono de reproche le dijo a:
Vianca
Lizette Hernández Hernández:
“¿Quién
te crees…
Cenicienta?”
La Casa de Las Lunas
22:00 – 23:00 p.m.
1/I/2022
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