Javier Ortiz Aguilar.
“Los hombres sólo se plantean
los problemas que están en
condiciones
de resolver.”
Karl Marx. Contribución
a la
crítica de la Economía política.
A Tlanestli por sus 11 años de
permanencia en la red, y a sus
colaboradores y lectores.
Existe una permanente
discusión sobre la relación entre el hombre y la técnica. Las preguntas son
recurrentes, al menos en toda la historia de Occidente: ¿Qué nos identifica y a
la vez nos distingue de los otros seres de la naturaleza? ¿Cuál es la causa de
nuestra forma de pensar, hacer y ser? ¿La técnica ayer y la tecnología actual
tecnología son manifestaciones de la naturaleza humana o de las necesidades del
sistema? Estas son algunas de las cuestiones puestas en el tapete de la
discusión todos los tiempos con sus contemporáneos y cuyos productos las han heredado a las generaciones futuras.
Si bien las preguntas permanecen, las respuestas varían
gracias a los cambios sociopolíticos, descubrimientos científicos, procesos de
aculturación, y por supuesto, el desplazamiento de los centros del poder. Este
proceso está condicionado por los niveles de desarrollo regional y su tipo de
relaciones con la nación y los polos de desarrollo internacional. Estas
relaciones locales y globales se inician desde los prehistóricos procesos de
humanización hasta los actuales intentos de vinculación con los polos de
desarrollo global.
Este
trabajo es una forma de compartir inquietudes e iniciar un dialogo sobre las
consecuencias de la globalización. El problema es desigual en el mundo. En los
países dependientes, adquiere un carácter ideológico; tal parece que únicamente
un convincente discurso es suficiente para ingresar a la globalización. En los
centros de una innovadora cultura de punta, es una práctica cotidiana en los
sistemas de educación formal y los medios de comunicación. Los ciudadanos usan
la tecnología en la calle, los centros de diversión, las fábricas, las
relaciones comerciales o financieras en consonancia con el sistema de educación
y las sociedades del conocimiento, por ello el tránsito a la cultura digital es
natural y sin conflictos. En cambio en los países periféricos, existen
discursos que solo repiten los términos de la cultura de punta, considerando
que esta es la vía adecuada para ingresar a la dinámica de la modernización científica.
Un ejemplo citado repetidas veces es la diferencia existente entre las
universidades europeas metropolitanas y las latinoamericanas periféricas, En
las primeras, los alumnos normalmente están en los salones de clases, en las conferencias, en las bibliotecas, centro de cómputo o de
idiomas extranjeros, en asesorías personales, en los distintos cuerpos
colegiados, pero también en asambleas políticas. En cambio, en las segundas, los estudiantes y
el cuerpo docente están en los pasillos, los cafés o en canchas de futbol.
Obviamente la incidencia entre la innovación y la vida estudiantil es
diferente. Incluso la tecnosfera cotidiana permanece ajena a la práctica
escolar.
1. PERSPECTIVA.
La
perspectiva para analizar la tecnosfera, el fenómeno que ha conmovido el mundo,
descansa en una visión humanista, muy alejada, por supuesto, de las concepciones
sistémicas; pero sin dejar de reconocer la coincidencia en muchas de sus tesis.
Por ello es posible afirmar que la coincidencia no significa necesariamente
acuerdo con sus fundamentos. Con esa advertencia
se expone brevemente la nuestro punto de vista.
Desde los inicios del proceso
civilizatorio, los hombres advierten su diferencia esencial con los animales. En
la medida de la profundización de los saberes primitivos trabajan para
transformar su entorno de acuerdo a sus necesidades, y posibilidades, y no solo
adaptándose como los seres naturales. Por esta razón, la educación generada en
la misma comunidad tiene esta función: formar para modificar adecuadamente el
ambiente comunitario.
No obstante, la conciencia de
esa diferencia surge en la Grecia clásica. En esta época las diferentes escuelas
de pensamiento dominantes buscan en la confrontación de tesis opuestas el
conocimiento de la realidad humana. En ese dialogo, el hombre se busca y va
descubriendo o construyendo racionalmente su identidad, que lo distingue de los
otros seres que conviven con él cotidianamente.
En Atenas, los diálogos de los
primeros filósofos conducen a la
definición de la naturaleza humana.
Platón y Aristóteles, pese sus
diferencias, encuentran en la insaciable necesidad de conocer la realidad del
bien; puesto que lo demás es apariencia, y por tanto nada,. La educación la
imparten los filósofos y sofistas.
El paradigma medieval, donde
se incluye y genera una concepción trascendente, el objetivo es comprender el
plan divino, con el fin de llevar una vida buena para salvar el alma. Los
conventos y las universidades desarrollan la habilidad de interpretar los
textos sagrados, que fundamentan los mitos y ritos de los creyentes, orientan
las prácticas cotidianas, la ciencia, y el are. De esta manera la “Ciudad de
Dios” subordina a la “Ciudad Terrena”.
La antropología judía y cristiana,
considera al hombre como una persona
Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía, la define como “sonar a través de algo”: Dios se expresa mediante
su creatura superior la palabra, así
como el dramaturgo se manifiesta a través de los personajes de una obra teatral
para narrar una historia. La Iglesia, así, tiene el papel de Madre y Maestra de
la comunidad humana. Por ello el sentido de
la educación son los valores y
estos el fundamento de todos los saberes y las prácticas.
La inflexión epistemológica
surge gracias al descubrimiento científico de la física realizada por
Copérnico, Galileo y Bruno. Este descubrimiento afecta todo el sistema del
pensamiento, iniciándose la tradición moderna que alcanza su máxima expresión
en Hegel. El discurso moderno asigna al hombre otra posición en el cosmos: dar
sentido a su actividad temporal. Así no contradice que los diferentes grupos
humanos, de acuerdo a sus condiciones específicas, el grado de influencias de los polos de
desarrollo internacional. Los niveles de aculturación, cran una dinámica
propia, que rechaza por principio las generalizaciones, las verdades absolutas
para imponerse la verdad histórica.
La modernidad crea una
conciencia inmanente, el hombre adquiere el carácter de individuo. El individuo, volviendo al Diccionario de Ferrater Mora,
es un ser indivisible, de similar significado que átomo: sin división. Pero la indivisibilidad oculta su universalidad.
La especificad del ser humano es su pertenencia a la humanidad que va
conquistando a través de sus combates históricos. De esta época surgen los
actuales derechos humanos.
Posteriormente se toma en cuenta la existencia del yo que contribuye al egoísmo capitalista. Hegel culmina su discurso
con el descubrimiento de la autoconciencia, cima de la modernidad. El hombre
así adquiere la dignidad de sujeto o autor y actor de su destino.
La inmanencia moderna
condiciona la distinción de la realidad natural, cuya característica es la
regularidad y la humana, lo que la identifica es la libertad. Esa distinción
genera las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu. En la medida
del desarrollo de las ciencias de “la voluntad” extiende la humanidad al reino
de la naturaleza.
En las fértiles discusiones
entre la ciencia, la teología y la filosofía se van formalizando las
comunidades epistémicas, definiendo sus campos y sus métodos. Gracias a los
debates y a las paradigmáticas revoluciones ofrecen las dos promesas de la
modernidad. La primera emerge de la Revolución Francesa en el siglo XVIII, con
su ideal: libertad, igualdad y
fraternidad: y la segunda, con la revolución soviética, en la Rusia de 1917,
con su proyeco de humanizar al hombre.
Los dos proyectos ofrecen cumplir la esperanza de la Ilustración, tal como lo
escribe Kant: “liberar al hombre de su culpable incapacidad” mediante el atreverse a pensar en lo imposible
A pesar de la existencia de
los dos proyectos, los intereses hegemónicos instauran, a decir de Ferrater
Mora, tres imperios filosóficos: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
Europa y los angloamericanos.
En un ambiente conformado por
la ideologización del marxismo, los
grandes sistemas metafísicos de Europa continental y el utilitarismo
sajón, se dan razones para la imposición de un sistema que beneficie a los
polos de desarrollo internacional. Precisamente en estos momentos la presencia
de las corrientes filosóficas, como el idealismo, la ontología, la metafísica
judeocristiana, la metafísica trascendental, la dialéctica hegeliana y el
materialismo histórico, permanecen en el debate, las alianzas estratégicas que
logran actualizase, incluso a separarse de su núcleo original.
Por otra parte, emergen nuevos
sujetos históricos como los estudiantes, trabajadores altamente especializados y los trabajadores de cuello blanco
(antecedentes de los tecnócratas). En México, país periférico, por primera vez
el subsistema de educación superior, pierde la capacidad de reproducir el
sistema: en 1962, se independiza del control gubernamental y fundan en
Michoacán, la Central de Nacional de Estudiantes Democráticos. En su primer
Congreso emiten La Primera Declaración de
Morelia, documento que presenta una demanda interesante: cambio curricular
en las instituciones de educación superior. La petición consiste en dar
prioridad a la ciencia aplicada, pero sin descuidar la ciencia básica. Esta exigencia
puede parecer un antecedente en la educación tecnológica contemporánea, pero en
realidad su intencionalidad es opuesta. La pretensión consiste en formar a los
técnicos capaces de impulsar la lucha antiimperialista, eliminando la
dependencia tecnológica. El esfuerzo se
trunca por la lucha política de la época que reorienta la lucha estudiantil.
2.
Nuestro tiempo: tiempo de
coyuntura.
En el tiempo del optimismo y
la certidumbre, emergen los maestros de
la sospecha (Marx, Freud y Nietzsche). A través de sus discursos comparten
sus dudas sobre a racionalidad de las prácticas humanas. Poco tiempo después,
la física cuántica descubre que en su ámbito no hay reproducción de la dinámica
de la macrofísica. Por tanto es falso el principio fundamental de la
modernidad: lo universal esta en lo particular y lo particular en lo universal.
En la práctica epistemológica sucede
lo inesperado: las ciencias básicas dejan de ser el fundamento de las ciencias
aplicadas. La razón es simple, la experiencia acelera la producción del
conocimiento, mientras que la reflexión es más lenta. Entonces las ciencias
aplicadas adquieren otra función dentro del sistema de investigación, resolver
problemas inmediatos. La teoría tiene que resolver las anomalías de la tecnología.
Por ello la eficiencia desplaza a la verdad.
3.
Estado de conciencia..
La tecnología posmoderna
muestra una potencialidad nunca vista en la historia. Su existencia es de larga
duración. Incluso Immanuel Wallerstein desde hace varias décadas infiere que en
el año 2050, el sistema capitalista desaparecerá y el orden que lo sustituya,
nadie sabe que será mejor o peor.
El problema no es para los
polos de desarrollo mundial. Las sociedades del conocimiento asimilan los
avances y los implementan en sus sistemas educativos formales o no formales, y
los receptores aprenden a formarse en el cambio, gracias a su tradición
educativa. El problema permanece en los países, como México, cuyo origen es la
incorporación a Europa, primero por la colonización, después porque orientan su
independencia para mantener la fuente de materias primas, de mano de obra
barata y mercado de sus manufacturas. Estas condiciones crean un muro que
impide la comprensión de los mensajes y la incorporación al nuevo mercado de
trabajo. Los ejemplos están en todas partes. Pero el analfabetismo censal es
impresionante, y el analfabetismo funcional tiene un peso significativo, En la
medida de que avanza la ciencia, también es considerado analfabeta el que
ignora idiomas extranjeros y últimamente los lenguajes digitales. No obstante
existe un estado de conciencia nihilista;
y la nada es infinita. Se puede definir lo que algo es, pero imposible construir
un concepto de lo que no es. La
ruptura con la certidumbre implica no pensar. Ser sin tiempo, el libro de Manuel Cruz, tiene la portada un hombre
sin cabeza, cero consumiendo si la necesidad de ella.
En el citado texto, el filósofo español, hace una
descripción de la percepción y la conciencia de este tiempo que en suerte nos
tocó vivir: la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
implica “la desaparición del único modelo del modelo de sociedad alternativo al
capitalismo”.
a)
Este hecho presenta ante el imaginario colectivo como una
prueba ineludible de la transformación social
b)
En estas circunstancias
sólo hay un pensamiento único: la tecnocracia, que significa el abandono
de las ideologías políticas.
c)
Por tanto es necesario aceptar como necesario, la
profundización de las desigualdades
d)
También existe la necesidad de eliminar la filosofía de
la educación por ser un saber innecesario, que solo promueve la reflexión que
divide.
Los resultados son evidentes:
la despolitización de la juventud y la banalidad de la acción y el discurso
políticos.
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