El incierto
Manuel Gámez Fernández
Por favor dispénsenme
No quiero atraer el odio
en las miradas de ustedes
De sus familias, de los
ojos de la calle
No quiero el odio de
nadie
Porque yo me perdono
diariamente
Y digo que me alejo para
no estorbar nada
Cierro los ojos para no
manchar el cielo
Me repliego en mi bastión
de inválido
Para no caminar demasiado
Salgo a pasear en mi
propio sendero
Y evito arrastrar los
pies o lastimar el suelo
No escucho casi nada
Y siempre estoy solo
Y evito compartir
cualquier pensamiento
No quiero que me conozca
nadie
Como yo me conozco
Como se lo que escondo
Y lo que puede ser un
llanto de horror
Y una blasfemia que
penetra hasta los intestinos
Y yo no quiero saber lo
que otros saben
Ni mostrar mis vísceras
mortales
Solo deseo bendecirlos a
todos
Y pedirles que no me
toquen
Que caminen de frente y
pasen de largo
Mis aspiraciones de morir
no son reales
Son apresuramientos de la
memoria
Son agujeros vanos de mi
mente sola
Pero no caben en el mundo
ahora
Se van arrinconando de los
seres reales
Hasta ser nada, solo
conceptos efímeros
Distancias que unen a
todos los seres vivos
¿Y que me queda a mi,
olvidado de ayer y hoy?
¿Hacerme más
insignificante y más quieto?
Quedar como la carne
inerte de una bestia sin vida
Ser un papel sin signos
O un mensaje que nadie
suele descifrar
Y que cae en el más
pavoroso olvido
Como un pasar de paisaje
a línea
De palabra a silencio
De placer a rabia
insatisfecha
De raciocinio a bruto
El miedo no termina
Porque cada día nos
atrapa
Cada día es el infierno
que llega con la luz
Y nos trastorna los
sueños
Por eso debo evitar que
me hieran
Debo hacerme yo mismo el
único
El olvidado de todos
El ninguno
El nulo
Para solo saber lo que yo
quiero
Y no saludar con la mano
del caos
No matar ninguna mirada
No someter con las
palabras
No herir a nadie, para
qué
Si cada uno tiene su
propio reino
En la parte extraviada de
los sueños
Por eso me escabullo
Y dejo de entenderlos a
todos
Me uno a los gusanos del
planeta
Y a los primitivos
unicelulares
Para no pensar nada
Para ser como quiero:
Un espejismo incierto
Un buen pensamiento de la
familia y los amigos
Alguien que pudo estar y
era bienvenido
Pero nunca llegó
Solo dejó su huella en el
aire
Por un instante fue
verdadero
Y luego se borró de la
memoria de todos
Y quedó como una gota de
agua en el desierto
No tengo porqué mentir
El miedo me tortura
Miedo de saber que me
consumo en el tiempo
Sin lograr entender
todavía
Porqué huyo, porqué estoy
debajo de una piedra
En la humedad del suelo
Tomando agua sucia y
lamiendo la tierra.
1 comentario:
Se dispensa,aplaude y saluda al poeta
Publicar un comentario