A propósito del libro de Marcello Carmagnani 2004: El otro occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globalización.
por José Antonio Montiel Vera
La búsqueda de un nuevo horizonte científico en el quehacer histórico rechaza la historia oficial que hasta ahora sólo se ha encargado de registrar y dar razón de los grandes acontecimientos y de reproducir los mitos históricos que alimentan el poder del estado. Dicha historia oficialista se agota narrativa y metodológica si se intenta introducir en ella un enfoque objetivo y total, pues se limita a conducirse por un sólo sendero de análisis: el de los grandes héroes institucionales los cuales han justificado los regímenes dictatoriales en américa latina. Por lo tanto, desde mediados del siglo XX han reaccionado diferentes cuerpos académicos con la necesidad de un enfoque crítico que englobe diferentes disciplinas sociales y permita objetivar la realidad histórica en su complejidad; una historia a contrapelo, que se distancie de la estructura dominante y no se someta al vencedor (Benjamin; 2012: 68), es decir, una historia a “contracorriente” no encasillada en un cuadrante epistemológico, con una periodización dada por el objeto de estudio y no reducida a una delimitación calendárica establecida o a un gobierno o coyuntura (Romero; 2014: 169).
Construir una historia para Latinoamérica requiere de una narrativa englobadora y enriquecida por la historiografía política, social y económica, que a la vez tome en cuenta el todo en las partes y las partes en el todo. Bajo esta mirada Marcello Carmagnani nos presenta una obra compleja e integral sobre América Latina titulada: El otro occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globalización, donde expone a partir del método comparativo el desarrollo histórico de la estructura política, económica y social de los diferentes territorios del subcontinente, los cuales se encaminaron en el sendero de la occidentalización desde el descubrimiento de América hasta la publicación del libro. El trabajo es una tentativa innovadora donde se pueden apreciar las transformaciones en la vida económica y administrativa, la formación de las concepciones jurídicas y morales que sostuvieron el estado de cosas y el desarrollo de las instituciones que han legitimado el orden político y burocrático de los diferentes países latinoamericanos durante el régimen colonial, transicional y nacional.
El otro occidente arranca su narración describiendo el proceso de inserción (cap. I) de las instituciones occidentales en los nuevos territorios dominados por el imperio católico en América. Este proceso está caracterizado por el choque y diálogo entre culturas, por la descomposición de los diferentes grupos étnicos americanos -que iban desde la organización básica y tribal hasta la organización imperial y de señoríos estatales- y su integración a la monarquía española considerada como compuesta. El periodo de inserción comprende de 1492 a 1650 donde acontece la primera occidentalización económica, política, social y cultural de América Latina, resultado de la transición de las elites indígenas al régimen colonial, de la americanización de las técnicas mercantiles europeas, de la apropiación del catolicismo, del intercambio de la experiencia ibérica -portuguesa y española- con la indígena, en una realidad que supone un cruce no simétrico de dos experiencias colectivas, la americana y la europea. Este proyecto integrador de lo americano en lo ibérico es denominado como “república cristiana”.
La existencia de un mundo iberoamericano (cap. II) supone la primera occidentalización de América y la reformulación de las culturas ibéricas, indias y africanas a fines del siglo XVII hasta las reformas borbónicas en el XVIII. En este periodo de tiempo el catolicismo se americaniza y se consolida diferente al europeo, impactando en la formulación de una identidad Americana con sus componentes religiosos propios pero que reconocen su pertenencia a la monarquía española. También las élites coloniales establecen sus intereses comerciales y mercantiles en las ciudades capitales y de provincia, estas son protagonistas del poder político regional con sus intereses definidos y una subcultura propia. Por otra parte, existe un incremento demográfico y se intensifica el cruce ético, la población india se comienza a recuperar y hay un desarrollo de las redes urbanas como nuevos núcleos con autonomía política y comercial. Sin embargo, también es el periodo de la disminución de la potencialidad ibérica tras las reformas borbónicas y de la crisis del orden monárquico portugués, causadas por la modernización fiscal, la reorganización territorial y la secularización de los estados europeos. La modernidad llega como discurso con las nuevas ideas ilustradas propagadas por la imprenta y se materializa con las nuevas concepciones estéticas y el cambio arquitectónico del barroco al neoclásico.
En las últimas décadas del siglo XVIII la crisis del orden monárquico es influenciada por la propagación de las ideas revolucionarias francesas y norteamericanas que pusieron en tela de juicio el sustento teológico y estamental de la corona española (cap. III). Con el amanecer de la época se iluminaron las ideas modernas de libertad económica y política las cuales quedaron consagradas en la constitución de Cádiz de 1812. La constitución inauguró una modernidad política en donde se reconocieron las garantías individuales de los súbditos de la monarquía española, se canceló el orden estamental y se convocó por primera vez a Cortes a los representantes americanos. La transformación del régimen absolutista hizo que las nociones modernas de nación y ciudadanía tuvieran mayor aceptación en la realidad latinoamericana, esto provocó movimientos independentistas a lo largo del subcontinente, conflictos regionales entre federales y unitarios, caudillismo y relaciones de clientela entre gobierno y gobernados. A mediar el siglo XIX América Latina se convirtió en un laboratorio político en incorporación a un régimen económico-comercial de talla internacional.
Después de la mitad del siglo XIX se expande el sistema mundial económico y los estados americanos consolidados geopolíticamente buscan integrarse a él. Las naciones que comprenden el mundo euroaméricano (cap. IV) se posicionan en el concierto internacional como estados de orden liberal y constitucional. El desarrollo tecnológico aplicado en los transportes y comunicaciones disminuyó las distancias y aceleró la circulación de ideas, personas y mercancías. La renovación económica y mercantil impulsó la transformación de las ciudades en complejas, secundarias y de una sola función, las cuales tuvieron predominio sobre lo rural. También surgieron nuevas formas de socialización y de agrupación como las luchas articorporistas y movimientos obreros en contra de la supremacía de la alta burguesía. Por último, a lo que concierne al s. XX, la occidentalización (cap. V) tiene un cambio radical en su referente cultural. El occidente dejó de ser europeo y se conviertió en Norteamericano. Después de la Segunda Guerra mundial, Estados Unidos se vuelve el centro de la civilización occidental lo que generó una nueva forma de colonialismo -llamado imperialismo- que vigiló y limitó celosamente la soberanía de los estados americanos, lo que provocó un periodo de aislamiento nacionalista. Los conceptos de democracia, participación política y ciudadana comienzan a resurgir con nuevos enfoques ante las intervenciones estadounidenses en los países latinoamericanos, los cuales buscaron alternativas económicas ante el imperialismo económico y corporativo que ha desplazado a las economías regionales.
A lo largo de esta obra Carmagnani presta atención a los proyectos y especificidades que están internos en la trayectoria de los países latinoamericanos y que al mismo tiempo alientan sus transiciones y desfaces históricos ante Europa y Estados Unidos. El otro occidente desarrolla a lo largo de su narración la comparación de las estructuras internas específicas de cada nación y su generalización por la occidentalización, es decir, propone un observatorio histórico general de Latinoamérica con bases en la economía local, lo que le permite graficar y racionalizar los movimientos comerciales, financieros e institucionales como variables e indicadores que corresponden a un periodo económico específico orientado por los modos de producción. El autor supone que los procesos políticos y sociales están orientados por el mercado y por el aparato burocrático dominante, al tener este referente de la economía política, parte a comparar las regiones de Latinoamérica con sus tendencias políticas, ideológicas y cronológicas singulares para desembocar en una historia internacional con elementos en común. Sin embargo la ambición totalizadora de Carmagnani no le permite introducirse a fondo en los fenómenos culturales de los actores políticos, por lo que su visión sigue cayendo en la trampa descriptiva de los acontecimientos generales con tendencia a ser específicos sin prestar atención a las minorías y a su integración al mundo occidental.
Por otra parte el autor reconoce una autonomía latinoamericana ante el concierto internacional y su capacidad para formular y llevar a cabo iniciativas propias, desvincularse con el sistema económico mundial imperante y posicionarse ante las potencias dominantes (Romero; 2014: 192). Así mismo Carmagnani es partidario de “una historia que es la contraria a la celebrativa, a la cual nos hemos opuesto siempre porque es mitológica y susceptible de ser utilizada ideológicamente para crear falsos en las conciencias colectivas” (Carmagnani; 2014: 503).
Fuentes
Benjamin, Walter 2012: Ensayos escogidos, ed. Coyoacán, México
Carmagnani, Marcello 2004: El otro occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globalización, ed. El colegio de México, FCE, México
Carmagnani, Marcello 2014: “Virtud, felicidad y valor y el nacimiento de la economía clásica” en Yovana Celaya Nández (coord.): Diálogos de una trayectoria intelectual: Marcello Carmagnani en el Colegio de México, ed. El Colegio de México, México
Romero, Saúl Jerónimo 2014: “A contracorriente. Propuestas de Marcello Carmagnani para la historiografía sobre América Latina” en Yovana Celaya Nández (coord.): Diálogos de una trayectoria intelectual: Marcello Carmagnani en el Colegio de México, ed. El Colegio de México, México
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