Raúl Hernández Viveros
Raúl con
su jiribilla
de
Azueta abrió puerta
¿calavera
de su nieta?
¡era
Arduengo en Patineta!
Omar
Piña
El acto
de volver a contar la historia construye la narrativa por alcanzar la
transferencia de un sistema cognitivo. El cual permita obtener un modo de
comprensión sobre el principio, medio y divulgación de mitos y leyendas. La
secuencia de la descripción de eventos profanos y sagrados, deriva en la
representación actual sobre los datos, hechos e información documental.
¿Cómo se advierten las consideraciones
ideológicas entran en la interpretación actual de tradiciones, usos y
costumbres? ¿Puede hallarse el sentido trágico del relato, las implicaciones
estéticas y los mensajes fenomenológicos?
La comprensión de las frases narrativas, pasajes
bíblicos, supersticiones y augurios, por sí solas es necesario comprender la
simbología y las metáforas, e interpretar sobre la coyuntura de plantear otra
versión y reinventar la historia. La actualización de datos, hechos,
informaciones lleva a ubicar el poder de los significado y los significantes.
Michel
de Certeau vinculó el método científico
con la creación literaria, donde la historia que representa el pasado
corresponde al "rito de sepultura". En este proceso lo que pertenece
al pasado ya está muerto, y el presente en cada instante brota. Lev Smiónovich
Vigotski escribió que: “Es de suma
importancia resaltar el carácter de ultratumba, del más allá que tiene el dolor
de Hamlet, pues todo él es dolor, como la tragedia entera es dolor.” El creador del paradigma socio-cultural,
realizó sus estudios se basaron en el lenguaje como una función comunicativa
con el entorno social.
Ángel María Garibay Kintana, hasta nuestros días
lleva la crónica oral de los orígenes de Mesoamérica: “Descendieron un día los
dioses a una caverna, en donde el Príncipe-Niño estaba yaciendo con la diosa
Flor-Preciosa. De su connubio nació un dios llamado Maíz. Fue sepultado en la
tierra este dios recién nacido y de su cabello brotó el algodón; de una de sus
orejas, una muy buena semilla que es la “cabeza cabelluda”,
y de la otra, una muy bueno que se llama “huevos de pez”, de su nariz fue
formada la planta que llaman chian, excelente para templar los ardores del
estío. De sus dedos, brotó una planta que yace bajo la tierra y es el camote de
sus uñas, el maíz largo, base del humano sustento, y del resto su cuerpo, mil
otros variados frutos, que los hombres siembran cosechan. Por esto el nombre
que lleva aquel dios es de Niño Amado.
Hecho
esto, aún dijeron todos los dioses: Triste vivirá el hombre, si no hacemos para
él algo que le produzca alegría. Es menester crear algo le haga tomar amor a la
Tierra, para que cante y baile, para que nos sirva y alabe. Oyó aquello el dios
del Viento, y se puso a cavilar en donde podría hallar lo que los dioses
pedían. Vino a su memoria el recuerdo de una hermosa doncella llamada Meyahuel.
Voló hasta el lugar donde aquella virgen vivía, unida a otras muchas que una
vieja, abuela suya, guardaba. Era está muy vieja y rendida por los años. Tenía
por nombre Tzitzimitl. Cuando el dios del viento llegó todas estaban dormidas,
pero él fue a despertar a Meyahuel y le dijo: En busca tuya vengo porque he de
llevarte al mundo. La doncella consintió
en ir con él a la tierra. Entonces el dios del Viento la tomó sobre sus
espaldas y bajó con ella a la tierra.
A partir de este momento se inventa el nacimiento
de uno de los más importantes pueblos indígenas prehispánicos. Frente a los sacrificios humanos la conquista ofrece
las posibilidades de manejar el destino de las nuevas generaciones de indios,
criollos, y mestizos. La barbarie medieval se identifica con las matanzas entre
los pueblos originarios del Nuevo Mundo. Se integran vinculado sus divinidades
que se reconocen con las deidades mesoamericanas. En esta aculturación se
hicieron los cimientos de la variedad cultural. Entre los festejos populares
que se realizaban en la Nueva España, fueron llevados al teatro evangelizador,
y tuvieron como referente la propia conquista de México. Funcionaron a los
religiosos para convencer a los indios de la superioridad del Dios cristiano
sobre sus antiguos dioses. Aunque se vincularon con los ritos paganos
prehispánicos. Por ejemplo, reprodujeron la adoración por el dios blanco
Quetzalcoatl; retomaron el mito de la virgen Tonantzin, y coincidieron con los
sacrificios humanos al beber copas de vino durante los rituales la sangre de
Cristo. Se hizo el milagro de que aparecieran en el Nuevo Mundo el apóstol
Santiago y hasta Santo Tomás.
Arturo Barman
informó que fue: “La primera referencia documental a la danza: cuando en
ocasión de la boda de Ramón Berenguer IV conde de Cataluña con Petronila, reina
de Aragón celebrada en la catedral de Lerida en el año de 1150, se fingió un
combate entre moros y cristianos.” Más tarde, este tipo de representaciones de
moros y cristianos, aparecieron en los territorios conquistados. Se hicieron
para difundir la religión católica y fomentar otra vez el culto hacia el dogma
religioso y el sometimiento al imperio español.
Derivado del teatro medieval que tuvo su origen
en las ceremonias eclesiásticas europeas, los misioneros en su proyecto de
adoctrinamiento emplearon estas dramaturgias y representaciones religiosas; con
la finalidad de la adaptación de la enseñanza de prácticas pedagógicas, y con
la intención de crear la unidad cultural.
El exemplum medieval, permitió lograr estructurar una cultura de
sometimiento y obediencia.
También se
copiaron el empleo de los códices con sus dibujos a mano realizados por los
tlacuilos, que hacían el papel de escribanos para registrar todos los hechos y acontecimientos históricos y
legales. En el XVII, los catequistas, traductores, latinistas, músicos,
pintores, escultores, y los escritores se permitieron reinventar la historia
prehispánica, y crear la historia de los vencedores. Los mismos cronistas se
transformaron en los narradores de una realidad llena de fantasía, magia,
realidad maravillosa por el deslumbramiento del paisaje de la naturaleza
estética y humana.
En el siglo XVI brotó un texto anónimo en donde
se explicaba el papel de la representación denominada neixcuitilli. Con la cual
los grupos indígenas colonizados ofrecieron sus propias y originales
versiones acerca de la evangelización de
la Nueva España. De acuerdo con el significado de neixcuitilli era un “ejemplo de vida”, que
debería funcionar en el adoctrinamiento de los infieles hacia el camino y el encuentro con Dios. Esta idea planteaba
el desmantelamiento de las religiones paganas con sus rituales de sacrificios
humanos.
Por lo
cual, quedaba advertido que a partir de entonces: “Aquí comienza cómo se hacían
las representaciones, los ejemplos, para que no acechara el Demonio, no se
burlara de los cristianos.” Fue la respuesta de la ideología indígena hacia la
imposición de la historia sagrada con sus escenas derivadas y extraídas como de
un catálogo en colores de mártires y santos de la Iglesia Católica. Por su
puesto en Mesoamérica no se conocía la palabra infierno y menos la presencia
del diablo. Por ejemplo, del mito prehispánico de que los seres humanos se
transformaban en estrellas se agregó esta imagen en la capa azul de estrellas
en la virgen de Guadalupe. Cristóbal de Villalpando fue uno de los pintores más
afamados de la Nueva España, cuya obra se realizó a fines del siglo XVII y a
principios del XVIII. Pintó extraordinarios cuadros con el tema Adán y Eva en
el Paraíso.
En el cristianismo La presencia del demonio
intenta acabar con el paraíso existencial y eterna. Combatió á la Iglesia, y a
los santos y vírgenes: “Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre
la muchedumbre decían: “Éste expulsa a los demonios por el poder de Belzebul,
el Príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo que viniera
del cielo. Jesús: “Pero si Yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios,
quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes,” San Lucas.
En los siglos XVI-XVII. Realidad bajo la
presencia satánica. La imprenta ofreció imágenes por vez primera. Libros
piadosos ilustrados referentes a la descripción de cuadros, pinturas,
monumentos, estatuas y retratos. Imágenes antiguas. Producen miedo para señalar
ejemplos de salvación de infieles, milagros y relatos de martirios de
salvación. Santificación de las fiestas, comedias y danzas. Apariciones de
santos y vírgenes.
La peste de Justiniano, Constantinopla, 541.
“Durante este año tuvo lugar el signo más temible. Porque el Sol daba su luz
sin brillo, como la Luna, durante este año entero, y se parecía completamente
al Sol eclipsado, porque sus rayos no eran claros tal como acostumbra”,
Procopio de Cesarea (500-554 d.C.). Regresa, la Peste Negra, 1348. En la Edad
Media y Renacimiento armonizan humorística popular y la solemnidad religiosa.
La risa se manifiesta en burla al fanatismo. Fiestas carnavalescas. Obras
cómicas en plazas públicas, y tablados. Comedias y parodias sobre las
autoridades. Lenguaje popular. Ironías
para hacer mofa de la realidad. John Lydgate, 1460: “En las fiestas funerarias
los hombres comparten tragedias con dichos y modos de lamentaciones, con
canciones risas y comedias algunas groseras…”
A través de las maneras de la risa del pueblo. A
través de la descripción de cuadros cómicos enaltece las voces, bailes,
comilonas y rituales etílicos, desprendidas de escenas de la plaza pública. El carnaval donde todo está permitido
y el humor en todo su esplendor. Cervantes
de Saavedra integra su narrativa con anécdotas populares. Recurre a la ironía
que ridiculiza a las novelas de caballería. Shakespeare se burla de la muerte,
en comedias y dramas. “Mi reino por un caballo”, o el dilema “Ser o no ser”. John Milton enfrenta a Dios con su enemigo,
1640.
“En Mesoamérica los tlacuilos pintando
los libros que hablan. Narran de hechos históricos, contabilizaban los
tributos, y los calendarios para fiestas, cultos. Libros de educación y
religiosos. Dibujaban mapas de los territorios dominados. Informaban
acontecimientos extraños que aparecían. Cristóbal Colón descubre el mundo
mágico y maravilloso; considera que es el paraíso terrenal. “También disponen
con mucho arte las tapas de madera. Sus libros, cuando están cerrados, son como
los nuestros, y contienen, según se cree, sus leyes, el orden de sus
sacrificios y ceremonias, sus cuentas, anotaciones astronómicas y los modos y
tiempos para sembrar.”
Pedro Mártir de Anglería, Décadas del Nuevo
Mundo, 2 v., traducción al latín de Agustín Millares Carlo, México, José Porrúa
e Hijos, 1964, t. II. p. 424.
“Son los elegidos aquellos que mueren por algún
medio relacionado con el
agua: los fulminados
por el rayo,
los ahogados, los enfermos
de la piel (teococoxque,
o sea enfermos divinos),
los bubosos, los
gotosos, los hidrópicos,
los tumorosos. La ceremonia era
bastante diferente, pues no eran
quemados, sino enterrados
(toca), encontrando en
la traducción un verbo
en el que se confunde
la idea de
enterrar con la de
sembrar, produciendo tal
vez, en aquellos tiempos,
un doble significado en
el que se
representaba la resurrección como un
nuevo germinar en
la región del
Dios de las Aguas,
verdadero paraíso vegetal…”.
Alfredo López Austin.
También agrega que: “La gloria
era alcanzada por
aquellos que morían
en el campo de
batalla o en
el sacrificio, así
como las mujeres que,
aprisionando un niño
entre las piernas,
fallecían en el parto.
Los hombres encontraban en el
cielo una lucha
más, un gran simulacro
guerrero en el
que seguían conquistando el honor,
no ahora en
nombre de la
patria, sino del
mismo Sol. Así se
proyectaba la idea
de Tlacaélel, el
célebre consejero de los "reyes" aztecas,
más allá del
dominio de los hombres…”
Alfredo López Austin recogió el mito de “El Hacha
nocturna”: La noche, con sus innumerables sonidos, era un reto. El Enemigo descendía para
jugar un poco con los
hombres, y en sus juicios premiaba
o castigaba la conducta
y el valor.
Una vez más se unían el destino y el esfuerzo. No era
la predestinación tan fuerte que pudiera
regir la vida sin la
colaboración de la voluntad
humana; pero había
la posibilidad de
inquirir un poco lo que se
mantenía oculto entre la niebla
del futuro.”
Paul Westheim en su libro La Calavera.
Informa que: “EL México antiguo, no conocía el concepto del infierno, es
posible y hasta probable que en el subconsciente del pueblo, sobre todo del
pueblo indígena siga viviendo todavía el oscuro recuerdo de un más allá abierto
aun al pecador. El hecho en si es el mismo en todas partes, pero la concepción
de la muerte es otra, la imagen del esqueleto con la guadaña y el reloj de
arena símbolo de lo perecedero, es en México de importación; en los casos en
que le acoge –por ejemplo, en las representaciones de la danza macabra-, se
adapta enseguida, se aclimata se mexicaniza como lo vemos en Manilla y Posada”.
Además
existe la versión del Cielo Azteca. “Las ánimas de sus difuntos iban al Cielo,
donde vive el Sol como si el Sol tuviese vida, siendo la verdad, que es cosa
muerta, y parte del mismo Cielo, en que está donde espeso la materia de él y le
dio la claridad y luz, con que da vuelta al mundo alumbrando las cosas, que
recibe la claridad de él. A este lugar decían que iban los que morían en la
guerra y los cautivos que habían muerto, en poder de sus enemigos de aquellos
decía que estaban en una parte llana y que todas las veces que salía el Sol
daban muchas voces, golpeando las Rodelas… en el Cielo había bosques, y arboledas y que las ofrendas que les hacían
en aquel Mundo…”
Edad Media: bailes que llevan a la vida celestial.
Debido a las hambrunas y pandemias. Se preparaba a la gente para aceptar la
muerte, en Francia y Alemania y España. Siglo XIV, Jorge Manrique: “Recuerde el
alma dormida, abive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo
se viene la muerte tan callando; cuánd presto se va el plazer, cómo después de
acordado da dolor, cómo a nuestro parescer cualquiera tiempo pasado fue mejor.”
Miguel de Carvajal: “Muerte, dar quejas del arte. / Pues tú sola, que es razón,
/ sabrás que siendo paganos / y hijos de
perdición, / por sola predicación / venimos a ser cristianos.” En la Danza de la muerte. Recita un indio
en España 1557, por primera vez en Europa.
La madre Matiana escribe sus calaveras y sus
profecías y epitafios. De acuerdo con registros históricos, en el Convento de
San Jerónimo, de Tepoztlán, fue sirvienta de una religiosa con problemas
mentales. Tenía el don de la sanación y era vidente. Vislumbró la caída de la
colonia, la guerra de independencia, las reformas de Benito Juárez, el paso del
cometa Halley, la revolución mexicana.
Pronóstico los temblores en la
capital profecías apocalípticas.
Ya
en el Siglo XIX la calavera literaria estuvo, censurada en la colonia y vetada
todo este tipo de publicaciones y versos.
En 1849 “El Socialista”, editado
en Guadalajara, Jalisco, por José Indelicato, aparecen los versos
satíricos acompañan estas calaveras escritas
con hilaridad.
En
esos años a su vez, como se mencionaba previamente, el legado de José Antonio de Alzate que alcanzaría el
espacio de la ilustración de la caricatura política, que a través de una sátira
y crítica social gráfica, conseguía denunciar las injusticias y ridiculizar a
las figuras políticas nacionales.
En el siglo Siglo VIII, China, graban escrituras
budistas. Siglo XV: Grabado en Europa método para reproducir ilustraciones, en
libros y sustituyendo a los manuscritos iluminados. Con Albrecht Dürer y
Giovanni Benedetto Castiglione, la estampa alcanzó madurez y técnicas como la
aguatinta, litografía y monotipo. Se promovió el número de personas que sabían
leer y escribir. 1826: Claudio Linati
introdujo la técnica de la litografía en México. Aparecen los primeros
grabadores, como Joaquín Heredia y Plácido Blanco, quienes en sus caricaturas
ilustraban artículos del “Gallo Pitagórico”. Siglo XIX, la crítica social se
difundió en las estampas satíricas. El cartel callejero fue medio de denuncia
del pueblo.
Entre
los cimientos de los dibujos políticos hay que destacar a Constantino
Escalante México, 5 de abril de 1836 - Tlalpan, 29 de octubre de 1868.
Periodista y caricaturista. Se considera el padre de la caricatura política en
México. Luego de la independencia de México surgió la tradición gráfica
periodística con la publicación de las primeras caricaturas políticas en
títulos como “El Iris”. En la década de 1860 cuando alcanzaron su consolidación
dentro de los principales periódicos nacionales, aunado al surgimiento de un
grupo de destacados y talentosos caricaturistas.
Por otra parte,
Hesiquio Iriarte, pintor, (ca 1820-1903) Nació y murió en la Ciudad de
México. Entre 1853 y 1855 creó la litografía llamada El vendedor de pulque. Fue
comprado por MUNAL Trust y donado al Museo Nacional de Arte en la Ciudad de
México, México en 1992. José María
Villasana nació en 1848 en Veracruz, Ver. Estudió en San Carlos. Participó en
“El Ahuizote.” Funda “México Gráfico”; dirigió “La Broma”; colaboró en “La Orquesta”;
“El Padre Cobos”; “La historia danzante”; “México y sus costumbres”;
“Mefistófeles”, “La Linterna Mágica”, “El Coyote, Cómico”, “La Patria
Ilustrada”, “El Mundo Ilustrado.”. Murió el 17 de febrero de 1904. Casimiro
Castro 1826, Tepetlaoxtoc-1889, Ciudad de México. Dibujante, litógrafo, pintor,
cronista gráfico y paisajista en el XIX.
Su obra se ocupó de casi todos
los aspectos de la Ciudad de México como son las fachadas lujosas, los barrios
humildes, monumentos, paseos, lagos y canales. diversas construcciones y su
arquitectura, Siglo XVIII. Obras: El arriero, El aguador, El vendedor de frutas
o El cargador. Trasmiten diversos cambios en México: como
la austeridad republicana y el cambio en la ropa debido a la Revolución
industrial. Vivió una época de
inestabilidad política y social marcada por guerras, invasiones extranjeras y
diversos conflictos. Su legado fue un importante testimonio gráfico
de aquella época.
Gabriel Vicente Gahona. Abril de 1828,
Mérida, Yucatán. Su apodo “Picheta”, fue un personaje del escritor francés
Eugène Sue. Caricaturista, ilustrador, artista, grabador y dibujante. es
originario, Sus padres fueron el capitán español de la Marina Mercante, Gabriel
Gahona Tuduri, y la dama yucateca, Doña Salomé Pasos Ceballos. Picheta desde su
niñez mostró interés por el dibujo cuando escuchaba los viajes marítimos de su
padre. El mayor sueño del pequeño Vicente era viajar al viejo continente, en
especial a Italia. Tuvo admiración por los trabajos de los maestros de la
historia del arte, obtuvo los mayores conocimientos académicos al quedarse en
Florencia y Roma.
Manuel
Manilla Ilustrador-grabador mexicano. Nació cerca de 1830 y murió de tifus en
1895. Fue eclipsado por José Guadalupe Posada. Famoso por sus grabados sobre la muerte humanizaba y caricaturizaba.
En 1882 Manilla trabajó en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, y se retiró en
1892. Se desconocen datos sobre su biografía. Para llegar a la maestría de José
Guadalupe posada. Aguascalientes, 2 de febrero de 1852 - Ciudad de México, 20
de enero de 1913. Grabador, ilustrador y caricaturista. Sus dibujos de escenas
costumbristas, folclóricas, de crítica socio-política, y sus ilustraciones de
“calacas” o calaveras. La Catrina, 1910, la “Calavera garbancera” término
relativo a los comerciantes de garbanzos disfrazados, como la
aristocracia europea, en rechazo a su herencia indígena, figura que en palabras
de su creador, está “en los huesos, pero con sombrero francés con sus plumas de
avestruz”.
Jean Charlot, opinó que: “México, siendo
un país esencialmente plástico, muy incompleto sería su conocimiento únicamente
según textos y relatos. La pintura de los jarros y la de las paredes, las
máscaras y los retablos lo describen mejor y más hondo que cualquier viajero; y
tan desarrollado es ese gusto en el indio mexicano, que el factor principal en
la venta de las obras de literatura popular es el dibujo, sea cómico, sea
piadoso, sea horripilante, que las encabeza.” Y aclaró que: “presento aquí una
serie de estas ilustraciones, hechas por don Guadalupe Posada para las hojas
volantes de la casa Vanegas Arroyo, desde 1880 hasta 1912. “Es para el etnólogo
la mejor introducción al estudio de las producciones de literatura popular, y
para el artista la revelación de una de las más fuertes personalidades
artísticas que el mundo ha conocido. Adjunto lo que he podido averiguar de la
vida de Guadalupe Posada, que fue semejante a la de tantos artesanos mexicanos;
algunas aclaraciones quizá útiles a los que desconocen el medio en el cual y
para el cual trabajó”. En este recorrido sobre el tema de los difuntos hay leer
completo el poema:
MUERTE SIN FIN: José Gorostiza: “¡Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo, / es una
muerte de hormigas / incansables, que pululan ¡oh Dios! sobre tus astillas, /
que acaso te han muerto allá, / siglos de edades arriba, / sin advertirlo
nosotros, / migajas, borra, cenizas / de ti, que sigues presente / como una
estrella mentida / por su sola luz, por
una / luz sin estrella, vacía, / que llega al mundo escondiendo / su catástrofe
infinita…” “Desde mis ojos insomnes / mi
muerte me está acechando, / me acecha, sí, me enamora / con su ojo lánguido. /
¡Anda putilla del rubor helado, anda, vámonos al diablo! José Gorostiza,
Villahermosa, Tabasco, noviembre 1901-Ciudad de México, marzo 1973. Miembro del
grupo de la revista literaria Contemporáneos (1928-1931). Obras: Canciones
para cantar en las barcas, 1925 y Muerte sin fin, 1939. Octavio Paz:
“Muerte sin fin es reloj de cristal de roca de la poesía
hispanoamericana. Aislado y esbelto cuenta el tiempo sin fin”. 1951.
No hay comentarios:
Publicar un comentario