jueves, 4 de noviembre de 2021

El paraíso y el infierno en el Nuevo Mundo

 Raúl Hernández Viveros

 

 

Raúl con su jiribilla

de Azueta abrió puerta

¿calavera de su nieta?

¡era Arduengo en Patineta!

 

Omar Piña

 

El acto de volver a contar la historia construye la narrativa por alcanzar la transferencia de un sistema cognitivo. El cual permita obtener un modo de comprensión sobre el principio, medio y divulgación de mitos y leyendas. La secuencia de la descripción de eventos profanos y sagrados, deriva en la representación actual sobre los datos, hechos e información documental.

¿Cómo se advierten las consideraciones ideológicas entran en la interpretación actual de tradiciones, usos y costumbres? ¿Puede hallarse el sentido trágico del relato, las implicaciones estéticas y los mensajes fenomenológicos?

La comprensión de las frases narrativas, pasajes bíblicos, supersticiones y augurios, por sí solas es necesario comprender la simbología y las metáforas, e interpretar sobre la coyuntura de plantear otra versión y reinventar la historia. La actualización de datos, hechos, informaciones lleva a ubicar el poder de los significado y los significantes.

Michel de Certeau  vinculó el método científico con la creación literaria, donde la historia que representa el pasado corresponde al "rito de sepultura". En este proceso lo que pertenece al pasado ya está muerto, y el presente en cada instante brota. Lev Smiónovich Vigotski  escribió que: “Es de suma importancia resaltar el carácter de ultratumba, del más allá que tiene el dolor de Hamlet, pues todo él es dolor, como la tragedia entera es dolor.”  El creador del paradigma socio-cultural, realizó sus estudios se basaron en el lenguaje como una función comunicativa con el entorno social.

Ángel María Garibay Kintana, hasta nuestros días lleva la crónica oral de los orígenes de Mesoamérica: “Descendieron un día los dioses a una caverna, en donde el Príncipe-Niño estaba yaciendo con la diosa Flor-Preciosa. De su connubio nació un dios llamado Maíz. Fue sepultado en la tierra este dios recién nacido y de su cabello brotó el algodón; de una de sus orejas, una muy buena semilla que es la “cabeza cabelluda”, y de la otra, una muy bueno que se llama “huevos de pez”, de su nariz fue formada la planta que llaman chian, excelente para templar los ardores del estío. De sus dedos, brotó una planta que yace bajo la tierra y es el camote de sus uñas, el maíz largo, base del humano sustento, y del resto su cuerpo, mil otros variados frutos, que los hombres siembran cosechan. Por esto el nombre que lleva aquel dios es de Niño Amado.

 Hecho esto, aún dijeron todos los dioses: Triste vivirá el hombre, si no hacemos para él algo que le produzca alegría. Es menester crear algo le haga tomar amor a la Tierra, para que cante y baile, para que nos sirva y alabe. Oyó aquello el dios del Viento, y se puso a cavilar en donde podría hallar lo que los dioses pedían. Vino a su memoria el recuerdo de una hermosa doncella llamada Meyahuel. Voló hasta el lugar donde aquella virgen vivía, unida a otras muchas que una vieja, abuela suya, guardaba. Era está muy vieja y rendida por los años. Tenía por nombre Tzitzimitl. Cuando el dios del viento llegó todas estaban dormidas, pero él fue a despertar a Meyahuel y le dijo: En busca tuya vengo porque he de llevarte al mundo. La doncella  consintió en ir con él a la tierra. Entonces el dios del Viento la tomó sobre sus espaldas y bajó con ella a la tierra.

A partir de este momento se inventa el nacimiento de uno de los más importantes pueblos indígenas prehispánicos. Frente  a los sacrificios humanos la conquista ofrece las posibilidades de manejar el destino de las nuevas generaciones de indios, criollos, y mestizos. La barbarie medieval se identifica con las matanzas entre los pueblos originarios del Nuevo Mundo. Se integran vinculado sus divinidades que se reconocen con las deidades mesoamericanas. En esta aculturación se hicieron los cimientos de la variedad cultural. Entre los festejos populares que se realizaban en la Nueva España, fueron llevados al teatro evangelizador, y tuvieron como referente la propia conquista de México. Funcionaron a los religiosos para convencer a los indios de la superioridad del Dios cristiano sobre sus antiguos dioses. Aunque se vincularon con los ritos paganos prehispánicos. Por ejemplo, reprodujeron la adoración por el dios blanco Quetzalcoatl; retomaron el mito de la virgen Tonantzin, y coincidieron con los sacrificios humanos al beber copas de vino durante los rituales la sangre de Cristo. Se hizo el milagro de que aparecieran en el Nuevo Mundo el apóstol Santiago y hasta Santo Tomás.

Arturo Barman  informó que fue: “La primera referencia documental a la danza: cuando en ocasión de la boda de Ramón Berenguer IV conde de Cataluña con Petronila, reina de Aragón celebrada en la catedral de Lerida en el año de 1150, se fingió un combate entre moros y cristianos.” Más tarde, este tipo de representaciones de moros y cristianos, aparecieron en los territorios conquistados. Se hicieron para difundir la religión católica y fomentar otra vez el culto hacia el dogma religioso y el sometimiento al imperio español. 


Derivado del teatro medieval que tuvo su origen en las ceremonias eclesiásticas europeas, los misioneros en su proyecto de adoctrinamiento emplearon estas dramaturgias y representaciones religiosas; con la finalidad de la adaptación de la enseñanza de prácticas pedagógicas, y con la intención de crear la unidad cultural.  El exemplum medieval, permitió lograr estructurar una cultura de sometimiento y obediencia.

También  se copiaron el empleo de los códices con sus dibujos a mano realizados por los tlacuilos, que hacían el papel de escribanos para registrar todos  los hechos y acontecimientos históricos y legales. En el XVII, los catequistas, traductores, latinistas, músicos, pintores, escultores, y los escritores se permitieron reinventar la historia prehispánica,  y crear la historia  de los vencedores. Los mismos cronistas se transformaron en los narradores de una realidad llena de fantasía, magia, realidad maravillosa por el deslumbramiento del paisaje de la naturaleza estética y humana.

En el siglo XVI brotó un texto anónimo en donde se explicaba el papel de la representación denominada neixcuitilli. Con la cual los grupos indígenas colonizados ofrecieron sus propias y originales versiones  acerca de la evangelización de la Nueva España. De acuerdo con el significado de  neixcuitilli era un “ejemplo de vida”, que debería funcionar en el adoctrinamiento de los infieles hacia el camino  y el encuentro con Dios. Esta idea planteaba el desmantelamiento de las religiones paganas con sus rituales de sacrificios humanos.

    Por lo cual, quedaba advertido que a partir de entonces: “Aquí comienza cómo se hacían las representaciones, los ejemplos, para que no acechara el Demonio, no se burlara de los cristianos.” Fue la respuesta de la ideología indígena hacia la imposición de la historia sagrada con sus escenas derivadas y extraídas como de un catálogo en colores de mártires y santos de la Iglesia Católica. Por su puesto en Mesoamérica no se conocía la palabra infierno y menos la presencia del diablo. Por ejemplo, del mito prehispánico de que los seres humanos se transformaban en estrellas se agregó esta imagen en la capa azul de estrellas en la virgen de Guadalupe. Cristóbal de Villalpando fue uno de los pintores más afamados de la Nueva España, cuya obra se realizó a fines del siglo XVII y a principios del XVIII. Pintó extraordinarios cuadros con el tema Adán y Eva en el Paraíso.

En el cristianismo La presencia del demonio intenta acabar con el paraíso existencial y eterna. Combatió á la Iglesia, y a los santos y vírgenes: “Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre la muchedumbre decían: “Éste expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo que viniera del cielo. Jesús: “Pero si Yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes,” San Lucas.

En los siglos XVI-XVII. Realidad bajo la presencia satánica. La imprenta ofreció imágenes por vez primera. Libros piadosos ilustrados referentes a la descripción de cuadros, pinturas, monumentos, estatuas y retratos. Imágenes antiguas. Producen miedo para señalar ejemplos de salvación de infieles, milagros y relatos de martirios de salvación. Santificación de las fiestas, comedias y danzas. Apariciones de santos y vírgenes.

La peste de Justiniano, Constantinopla, 541. “Durante este año tuvo lugar el signo más temible. Porque el Sol daba su luz sin brillo, como la Luna, durante este año entero, y se parecía completamente al Sol eclipsado, porque sus rayos no eran claros tal como acostumbra”, Procopio de Cesarea (500-554 d.C.). Regresa, la Peste Negra, 1348. En la Edad Media y Renacimiento armonizan humorística popular y la solemnidad religiosa. La risa se manifiesta en burla al fanatismo. Fiestas carnavalescas. Obras cómicas en plazas públicas, y tablados. Comedias y parodias sobre las autoridades. Lenguaje popular.  Ironías para hacer mofa de la realidad. John Lydgate, 1460: “En las fiestas funerarias los hombres comparten tragedias con dichos y modos de lamentaciones, con canciones risas y comedias algunas groseras…”

A través de las maneras de la risa del pueblo. A través de la descripción de cuadros cómicos enaltece las voces, bailes, comilonas y rituales etílicos, desprendidas de escenas de la plaza  pública. El carnaval donde todo está permitido y el humor en todo su esplendor.  Cervantes de Saavedra integra su narrativa con anécdotas populares. Recurre a la ironía que ridiculiza a las novelas de caballería. Shakespeare se burla de la muerte, en comedias y dramas. “Mi reino por un caballo”, o el dilema “Ser o no ser”.  John Milton enfrenta a Dios con su enemigo, 1640.

         “En Mesoamérica los tlacuilos pintando los libros que hablan. Narran de hechos históricos, contabilizaban los tributos, y los calendarios para fiestas, cultos. Libros de educación y religiosos. Dibujaban mapas de los territorios dominados. Informaban acontecimientos extraños que aparecían. Cristóbal Colón descubre el mundo mágico y maravilloso; considera que es el paraíso terrenal. “También disponen con mucho arte las tapas de madera. Sus libros, cuando están cerrados, son como los nuestros, y contienen, según se cree, sus leyes, el orden de sus sacrificios y ceremonias, sus cuentas, anotaciones astronómicas y los modos y tiempos para sembrar.”

 Pedro Mártir de Anglería, Décadas del Nuevo Mundo, 2 v., traducción al latín de Agustín Millares Carlo, México, José Porrúa e Hijos, 1964, t. II. p. 424.      

“Son los elegidos aquellos que mueren por algún medio relacionado   con  el  agua:   los  fulminados   por   el   rayo,   los ahogados,  los  enfermos  de la  piel  (teococoxque,  o sea  enfermos  divinos),   los  bubosos,   los  gotosos,  los  hidrópicos,   los tumorosos.  La ceremonia era bastante diferente, pues  no eran quemados,  sino  enterrados   (toca),   encontrando   en  la  traducción un  verbo  en el  que  se confunde  la  idea  de  enterrar   con la  de  sembrar,   produciendo   tal  vez, en  aquellos  tiempos,  un doble  significado   en  el  que  se  representaba  la  resurrección como  un   nuevo   germinar    en   la   región   del   Dios   de   las Aguas,  verdadero   paraíso   vegetal…”.   Alfredo López Austin.

También agrega que: “La  gloria   era   alcanzada   por  aquellos   que  morían   en  el campo  de  batalla   o  en  el  sacrificio,   así  como  las  mujeres que,  aprisionando   un  niño  entre  las  piernas,   fallecían   en  el parto.  Los hombres encontraban   en  el  cielo  una  lucha  más, un  gran  simulacro   guerrero   en  el  que  seguían  conquistando el  honor,  no  ahora  en  nombre  de  la  patria,   sino  del  mismo Sol.  Así  se  proyectaba   la  idea  de  Tlacaélel,  el  célebre  con­sejero  de  los  "reyes"   aztecas,  más  allá   del  dominio  de  los hombres…”

Alfredo López Austin recogió el mito de “El Hacha nocturna”: La noche, con sus innumerables sonidos, era  un reto. El Enemigo descendía  para  jugar  un poco con los hombres,  y en sus juicios  premiaba   o castigaba  la  conducta  y  el  valor.  Una  vez más se unían  el destino y el esfuerzo.  No era  la predestinación tan  fuerte  que pudiera   regir  la vida  sin la  colaboración de la voluntad   humana;   pero  había   la  posibilidad  de  inquirir   un poco lo que se mantenía  oculto entre  la niebla  del futuro.”

Paul Westheim en su libro La Calavera. Informa que: “EL México antiguo, no conocía el concepto del infierno, es posible y hasta probable que en el subconsciente del pueblo, sobre todo del pueblo indígena siga viviendo todavía el oscuro recuerdo de un más allá abierto aun al pecador. El hecho en si es el mismo en todas partes, pero la concepción de la muerte es otra, la imagen del esqueleto con la guadaña y el reloj de arena símbolo de lo perecedero, es en México de importación; en los casos en que le acoge –por ejemplo, en las representaciones de la danza macabra-, se adapta enseguida, se aclimata se mexicaniza como lo vemos en Manilla y Posada”.

Además existe la versión del Cielo Azteca. “Las ánimas de sus difuntos iban al Cielo, donde vive el Sol como si el Sol tuviese vida, siendo la verdad, que es cosa muerta, y parte del mismo Cielo, en que está donde espeso la materia de él y le dio la claridad y luz, con que da vuelta al mundo alumbrando las cosas, que recibe la claridad de él. A este lugar decían que iban los que morían en la guerra y los cautivos que habían muerto, en poder de sus enemigos de aquellos decía que estaban en una parte llana y que todas las veces que salía el Sol daban muchas voces, golpeando las Rodelas… en el Cielo había bosques,  y arboledas y que las ofrendas que les hacían en aquel Mundo…”

Edad Media: bailes que llevan a la vida celestial. Debido a las hambrunas y pandemias. Se preparaba a la gente para aceptar la muerte, en Francia y Alemania y España. Siglo XIV, Jorge Manrique: “Recuerde el alma dormida, abive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuánd presto se va el plazer, cómo después de acordado da dolor, cómo a nuestro parescer cualquiera tiempo pasado fue mejor.” Miguel de Carvajal: “Muerte, dar quejas del arte. / Pues tú sola, que es razón, /  sabrás que siendo paganos / y hijos de perdición, / por sola predicación / venimos a ser cristianos.”  En la Danza de la muerte. Recita un indio en España 1557, por primera vez en Europa.

La madre Matiana escribe sus calaveras y sus profecías y epitafios. De acuerdo con registros históricos, en el Convento de San Jerónimo, de Tepoztlán, fue sirvienta de una religiosa con problemas mentales. Tenía el don de la sanación y era vidente. Vislumbró la caída de la colonia, la guerra de independencia, las reformas de Benito Juárez, el paso del cometa Halley, la revolución mexicana.  Pronóstico los temblores  en la capital profecías apocalípticas.

         Ya en el Siglo XIX la calavera literaria estuvo, censurada en la colonia y vetada todo este tipo de publicaciones y versos.  En 1849  “El Socialista”, editado en Guadalajara, Jalisco, por José Indelicato, aparecen los versos satíricos  acompañan estas calaveras escritas con hilaridad.

 

En esos años a su vez, como se mencionaba previamente, el legado de  José Antonio de Alzate que alcanzaría el espacio de la ilustración de la caricatura política, que a través de una sátira y crítica social gráfica, conseguía denunciar las injusticias y ridiculizar a las figuras políticas nacionales.

En el siglo Siglo VIII, China, graban escrituras budistas. Siglo XV: Grabado en Europa método para reproducir ilustraciones, en libros y sustituyendo a los manuscritos iluminados. Con Albrecht Dürer y Giovanni Benedetto Castiglione, la estampa alcanzó madurez y técnicas como la aguatinta, litografía y monotipo. Se promovió el número de personas que sabían leer y escribir.  1826: Claudio Linati introdujo la técnica de la litografía en México. Aparecen los primeros grabadores, como Joaquín Heredia y Plácido Blanco, quienes en sus caricaturas ilustraban artículos del “Gallo Pitagórico”. Siglo XIX, la crítica social se difundió en las estampas satíricas. El cartel callejero fue medio de denuncia del pueblo.

Entre los cimientos de los dibujos políticos hay que destacar a Constantino Escalante México, 5 de abril de 1836 - Tlalpan, 29 de octubre de 1868. Periodista y caricaturista. Se considera el padre de la caricatura política en México. Luego de la independencia de México surgió la tradición gráfica periodística con la publicación de las primeras caricaturas políticas en títulos como “El Iris”. En la década de 1860 cuando alcanzaron su consolidación dentro de los principales periódicos nacionales, aunado al surgimiento de un grupo de destacados y talentosos caricaturistas.

Por otra parte,  Hesiquio Iriarte, pintor, (ca 1820-1903) Nació y murió en la Ciudad de México. Entre 1853 y 1855 creó la litografía llamada El vendedor de pulque. Fue comprado por MUNAL Trust y donado al Museo Nacional de Arte en la Ciudad de México, México en 1992.  José María Villasana nació en 1848 en Veracruz, Ver. Estudió en San Carlos. Participó en “El Ahuizote.” Funda “México Gráfico”; dirigió “La Broma”; colaboró en “La Orquesta”; “El Padre Cobos”; “La historia danzante”; “México y sus costumbres”; “Mefistófeles”, “La Linterna Mágica”, “El Coyote, Cómico”, “La Patria Ilustrada”, “El Mundo Ilustrado.”. Murió el 17 de febrero de 1904. Casimiro Castro 1826, Tepetlaoxtoc-1889, Ciudad de México. Dibujante, litógrafo, pintor, cronista gráfico y paisajista en el XIX.  Su obra  se ocupó de casi todos los aspectos de la Ciudad de México como son las fachadas lujosas, los barrios humildes, monumentos, paseos, lagos y canales. diversas construcciones y su arquitectura, Siglo XVIII. Obras: El arriero, El aguador, El vendedor de frutas o El cargador. Trasmiten diversos cambios en México: como la austeridad republicana y el cambio en la ropa debido a la Revolución industrial.  Vivió una época de inestabilidad política y social marcada por guerras, invasiones extranjeras y diversos conflictos.  Su  legado fue un importante testimonio gráfico de aquella época.

Gabriel Vicente Gahona. Abril de 1828, Mérida, Yucatán. Su apodo “Picheta”, fue un personaje del escritor francés Eugène Sue. Caricaturista, ilustrador, artista, grabador y dibujante. es originario, Sus padres fueron el capitán español de la Marina Mercante, Gabriel Gahona Tuduri, y la dama yucateca, Doña Salomé Pasos Ceballos. Picheta desde su niñez mostró interés por el dibujo cuando escuchaba los viajes marítimos de su padre. El mayor sueño del pequeño Vicente era viajar al viejo continente, en especial a Italia. Tuvo admiración por los trabajos de los maestros de la historia del arte, obtuvo los mayores conocimientos académicos al quedarse en Florencia y Roma.

         Manuel Manilla Ilustrador-grabador mexicano. Nació cerca de 1830 y murió de tifus en 1895. Fue eclipsado por José Guadalupe Posada. Famoso por sus grabados  sobre la muerte humanizaba y caricaturizaba. En 1882 Manilla trabajó en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, y se retiró en 1892. Se desconocen datos sobre su biografía. Para llegar a la maestría de José Guadalupe posada. Aguascalientes, 2 de febrero de 1852 - Ciudad de México, 20 de enero de 1913. Grabador, ilustrador y caricaturista. Sus dibujos de escenas costumbristas, folclóricas, de crítica socio-política, y sus ilustraciones de “calacas” o calaveras. La Catrina, 1910, la “Calavera garbancera”  término  relativo a los comerciantes de garbanzos disfrazados, como la aristocracia europea, en rechazo a su herencia indígena, figura que en palabras de su creador, está “en los huesos, pero con sombrero francés con sus plumas de avestruz”.

Jean Charlot, opinó que: “México, siendo un país esencialmente plástico, muy incompleto sería su conocimiento únicamente según textos y relatos. La pintura de los jarros y la de las paredes, las máscaras y los retablos lo describen mejor y más hondo que cualquier viajero; y tan desarrollado es ese gusto en el indio mexicano, que el factor principal en la venta de las obras de literatura popular es el dibujo, sea cómico, sea piadoso, sea horripilante, que las encabeza.” Y aclaró que: “presento aquí una serie de estas ilustraciones, hechas por don Guadalupe Posada para las hojas volantes de la casa Vanegas Arroyo, desde 1880 hasta 1912. “Es para el etnólogo la mejor introducción al estudio de las producciones de literatura popular, y para el artista la revelación de una de las más fuertes personalidades artísticas que el mundo ha conocido. Adjunto lo que he podido averiguar de la vida de Guadalupe Posada, que fue semejante a la de tantos artesanos mexicanos; algunas aclaraciones quizá útiles a los que desconocen el medio en el cual y para el cual trabajó”. En este recorrido sobre el tema de los difuntos hay leer completo el poema: 

MUERTE SIN FIN: José Gorostiza:  “¡Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo, / es una muerte de hormigas / incansables, que pululan ¡oh Dios! sobre tus astillas, / que acaso te han muerto allá, / siglos de edades arriba, / sin advertirlo nosotros, / migajas, borra, cenizas / de ti, que sigues presente / como una estrella mentida /  por su sola luz, por una / luz sin estrella, vacía, / que llega al mundo escondiendo / su catástrofe infinita…” “Desde mis ojos insomnes /  mi muerte me está acechando, / me acecha, sí, me enamora / con su ojo lánguido. / ¡Anda putilla del rubor helado, anda, vámonos al diablo! José Gorostiza, Villahermosa, Tabasco, noviembre 1901-Ciudad de México, marzo 1973. Miembro del grupo de la revista literaria Contemporáneos (1928-1931). Obras: Canciones para cantar en las barcas, 1925 y Muerte sin fin, 1939. Octavio Paz: “Muerte sin fin es reloj de cristal de roca de la poesía hispanoamericana. Aislado y esbelto cuenta el tiempo sin fin”. 1951.

 


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