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Ajuste de cuentas
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¿La caída del PRI?
Por Carlos
Lucio Acosta
VERACRUZ
(México-EUM).- La caída del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se debe
a la sobredosis de confianza de los cuadros dirigentes a nivel municipal,
estatal y del país.
Durante
86 años puso y dispuso presidentes de la república, senadores, diputados
federales, gobernadores, diputados locales, alcaldes, síndicos, regidores y
agentes municipales.
Los
puestos administrativos difícilmente eran asignados a militantes de carrera de
acuerdo a capacidades y aptitudes de los mismos.
La
venta de cargos de elección popular o la entrega de los mismos a personas sin
trayectoria partidista, provocaría serias molestias y preocupantes deserciones
en los integrantes de los cuadros operativos.
El
partido del general Plutarco Elías Calles, dejó de aplicar las reglas
contenidas en su documentación básica, integrada por la declaración de
principios, programa de acción, estatutos y el código de ética.
Los
sectores, antes sólidos cimientos de la institución, perdieron fuerza en forma
gradual.
El
poder real, integrado por las centrales campesinas, obreras, populares y
plataformas de técnicos y profesionales, redujo su presencia de manera lenta en
trabajos de campaña y tareas de proselitismo.
El
surgimiento de nuevos partidos políticos de izquierda, del centro y de la
derecha, aceleró el proceso migratorio de militantes, simpatizantes y amigos
del llamado instituto político.
El
Revolucionario Institucional llegó al extremo de crear partidos satélites para
atrapar a la supuesta disidencia y mantener bajo el control ciertos
vientecillos democráticos.
El
Verde Ecologista de México (PVEM), el Nueva Alianza (PANAL), el del Trabajo
(PT), el de la Revolución Democrática (PRD) y un sinnúmero de partidos
estatales, forman parte de la maquinaria que con distintos nombres, siglas,
colores, lemas y tendencias ideológicas, pretende conservar el poder.
La
clase pensante y actuante detectó el doble juego del partido que por un lado
presume el pleno ejercicio de la democracia y por el otro impide su completa
realización.
El
descenso de militantes, simpatizantes y aliados, le han presionado a la compra
masiva del voto, la dotación de despensas y el condicionamiento de recursos de
los programas sociales.
Veracruz,
la tercera potencia electoral del país, es el ejemplo más claro de la
decadencia de un partido que se niega a presumir el uso de viejos vicios que ya
no convencen al ciudadano común y corriente.
Una encuesta magistral independiente
realizada en los pasados seis meses, arrojó el siguiente pronóstico sobre el
proceso del próximo domingo primero de julio del 2018.
El
Institucional perderá la presidencia de la república, la gubernatura de
Veracruz, el control del congreso federal y también del local.
La
coalición Juntos Haremos Historia, integrada por los partidos Movimiento de
Regeneración Nacional (MORENA), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES),
encabezada por el candidato Cuitláhuac García Jiménez, ganará diez diputaciones
locales y ocho federales.
Y
la coalición Por Veracruz al Frente, formada por los partidos Acción Nacional
(PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Ciudadano (PMC),
encabezada por candidato Miguel Ángel Yunes Márquez, obtendrá catorce
diputaciones locales y ocho federales.
Tanto
Haremos Historia como Veracruz al Frente y los partidos restantes, se
disputarán seis diputaciones locales y una federal.
Las
preferencias electorales independientes o inducidas pueden cambiar el mismo día
del evento, aunque los pronósticos de éxito sería demasiados bajos, de acuerdo
a las tendencias reflejadas en las más recientes encuestas.
La
confianza, como sabiamente dice el refrán popular, mata al hombre.
He
aquí, un claro ejemplo de ello.
Sólo
para tus ojos . . .
Surge
en la ciudad y puerto de Veracruz la Unidad Democrática Mexicana, A.C.
(UNDEMEX).
carlos.lucioacosta@rocketmail.com
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