Raúl Hernández
Viveros
Hace variassemanas se presentó el libro Algunas dimensiones literarias de Juan Rulfo,
que coordinó Víctor Vásquez Reyes bajo el sello Tlanestli, de Editorial Foro
Fiscal. En sus páginas colaboraron
Víctor Vásquez Gándara, Javier Ortiz, Lucio Gómez Pazos, Ma. Guadalupe
Hernández Cruz, Sergio Núñez, y Domingo Balam Martínez. Se trata de un homenaje
a Juan Rulfo 1917-2017, desde luego uno de los más importantes autores mexicanos.
Sin embargo, recuerdo que en 1964, la revista Siempre, Emmanuel Carballo mencionó que: “A mediados de este mes de
noviembre ha aparecido la sexta edición de Pedro
Páramo, la novela de Juan Rulfo, publicada por el Fondo de Cultura
Económica en su Colección Popular. La primera edición, lanzada por esta misma
casa en su serie Letras Mexicanas, "se acabó imprimir el 19 de marzo de
1955" -dice el colofón. Se tiraron dos mil ejemplares, y desde el primer
momento fue un éxito de librería y de crítica. En nueve años y ocho meses ha
conocido más mundo que casi todas nuestras novelas y ha obtenido lo que pocas
de ellas han logrado: unanimidad de pareceres.
En Europa, en los Estados
Unidos, en América Latina y en México se considera Juan Rulfo un gran narrador
y a Pedro Páramo una novela
excelente.”La reseña de Emmanuel Carballo cerró al distinguir que: “Con su
poderosa fuerza de lírica Rulfo consigue animar hasta los muertos. Además de
ser un excelente cuentista y novelista, Rulfo es en la misma proporción, un
poeta –un gran poeta.”Además en el semanario Punto y Aparte, hace varias décadas Emmanuel Carballo le comentó a
Guillermo Cuevas que: “…estaba corrigiendo para el Fondo de Cultura Económica
ese famoso breviario de Historia de la
literatura hispanoamericana, de Enrique Anderson Imbert, y cuando llegué a
donde hablaba de la escritora chilena María Luisa Bombal, autora de una novela
que se llama La amortajada, bajé
corriendo al departamento de Rulfo y le dije: Mira, Juan, lo que acabo de
encontrar: lo que tú estás haciendo es lo que hizo María Luisa Bombal”.
Ahora que este año se celebra
el centenario de su nacimiento, en algunos estudios sobre Juan Rulfo,
publicados durante el final del Siglo XX, se reconocía la fecha de su
nacimiento en 1918. Por ejemplo, Seymour
Menton, Augusto Monterroso, Luis Harss, Reina Rofee, y Jorge Rufinelli en la
edición de la Obra completa,
Biblioteca Ayacucho, 1977; anotaron el mencionado año. Para ChristopherDomínguez
Michael,Juan Rulfo representaba un “clásico viviente, no sólo es figura capital
de la Literatura Mexicana y Universal”, en su colaboración en la revista La Palabra y el Hombre, enero/junio 1985.
A principios de 1986 falleció Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno.
En la antología Cuentos de la Revolución, de Luis Leal,
UNAM, el crítico literario escribió que:“Juan Rulfo, (el 16
de rnayo de 1918), publicó sus
primeros cuentos en
las revistas América de
la ciudad de
México y Pan de
Guadalajara. En 1953 recoge quince
cuentos en el
volumen El llano llamas,
algunos de ellos
inéditos. Corno cuentista Rulfo da
preferencia a los
ambientes rnágicorrealistas, con los
que crea la
ilusión de que
los acontecimientos se desarrollan en un
escenario fantasmal. Al
mismo tiempo, el
conflicto entre personajes, o
entre el personaje
y su medio gira en torno
a lo trágico.
Con frecuencia la historia
se desarrolla en
un lugar innominado,
con lo cual
se da intensidad
al elemento irreal, que
siempre se encuentra sutilmente equilibrado en relación
fantasmal. Si el escenario es
rural, el medio
ambiente siempre es
hostil al hombre:
si de aldea,
siempre primitivo o
fantasmal. El hombre
se encuentra en constante lucha :
pero sin protestar,
siempre callado como los ríos
mansos; se aceptan
con resignación a esas
atroces condiciones que
les impone la vida lo que distingue a Rulfo
de los cuentistas
de la Revolución, de la generación
anterior es la técnica
que emplea casi siempre da preferencia a la narración en primera persona, siendo
el narrador con frecuencia
un testigo ocular de
los hechos; se
finge que el narrador cuenta la
historia a alguien
que escucha y que el
lector tiene que intuir
a través del
parlamento. Rulfo comunica sus trágicas historias
en un estilo sumamente
tenso que refleja un sustrato
popular al que le
ha impartido una dimensión artística.
Con los
cuentos de Rulfo
se cierra un ciclo
en el desarrollo del relato
mexicano y otro
se abre.”
Hace varias décadas entrevisté
a varios escritores sobre las pequeñas obras maestras de Juan Rulfo. Los textos
se publicaron en La Palabra y el Hombre,revista
de la Universidad Veracruzana y en Plural. Con la aparición de Pedro Páramo, sigue la admiración y
polémica por una especie de mito en torno suyo. Su obra narrativa es casi
inalcanzable, y por supuesto universal. A pesar de tocar temas, situaciones y
personajes arraigados en el entorno mexicano, desembocan siempre en la
reflexión totalizadora del ser humano en cualquier parte del mundo. A 30 años
de su muerte, La Palabra y el Hombre
ofreció sus páginas a recordar a Juan Rulfo
En el siglo pasado, algunos escritores
se atrevieron a comentar que fue el burro que toco la flauta. Otros imaginaron
que representó la reflexión frente a la muerte y la orfandad que trasciende el
territorio nacional. Todavía en la
tristeza de su cuento “Luvina”, conmueve la marginación de las zonas rurales,
entre el diálogo de los alfabetizadores: “¿Dices que el gobierno nos ayudará,
profesor? ¿Tú no conoces al gobierno?” “Le dije que sí.” “–También nosotros lo
conocemos. Da esa casualidad. De lo que no sabemos nada es de la madre del
gobierno.” “Yo les dije que era la Patria. Ellos movieron la cabeza diciendo que
no. Y se rieron. Fue la única vez que he visto reír a la gente de Luvina.
Pelaron sus dientes molenques y me dijeron que no, que el gobierno no tenía
madre”.
Carlos Fuentes reconoció que
la literatura mexicana contemporánea inicia con José Revueltas, Agustín Yáñez y
Juan Rulfo. Con Pedro Páramo,
finaliza el periodo de las letras rurales y de la novela de la revolución
mexicana. Frente a la muerte la orfandad dejó sus rastros también en la poesía,
canción mexicana, obras de teatro, y prácticamente se transformó en un culto
hacia el espacio de los fieles difuntos.
A partir de la aparición de Pedro Páramo, nació y sigue la
admiración y polémica por una especie de mito en torno suyo. Su obra narrativa
es casi inalcanzable, y por supuesto universal. A pesar de tocar temas,
situaciones y personajes arraigados en el entorno mexicano, desembocan siempre
en la reflexión totalizadora del ser humano en cualquier parte del mundo.
Algunos colegas de Juan Rulfo se atrevieron a comentar que fue como la fábula
el burro que tocó la flauta. Sus pequeñas piezas narrativas tuvieron
traducciones en cualquier parte del mundo, y al final ni siquiera estuvo en la
terna del Premio Nobel de Literatura, que bien se merecía.
En la entrevista “Aproximación
a Luis Arturo Ramos”, realizada por Juan B. Zilli y Guillermo Villar, publicada
en la revista Cosmos, 1976,aceptó los
cimientos de su trabajo de escritor ante la pregunta 'Ya te liberaste', contestó: ”Yo
no me siento poeta frustrado. Deslindo muy bien los 3 géneros:
poesía, novela, cuento. No creo que uno desemboque en el otro. En mi caso comencé por la poesía porque era
lo más convencional. En mi ambiente 'decir:
"fulano escribe"
significaba: "Hace versos". Y
ese fue mi primer paso. Pero yo no me
siento poeta frustrado. Pasé al cuento
naturalmente y los cuentos
me valieron la BECA del
CENTRO MEXICANO DE
ESCRITORES. Para mí fue una gran
emoción. Y yo era el único que la pedía por primera vez. Yo me dije: ¡Cámara!
Y me propuse escribir 4 NOVELAS cortas.
Fui sometido a una crítica tremendaque me afectaba incluso
la salud. Pero aguanté. Un fogueo
duro ¡Criticas de JUAN RULFO! :Creo que me metieron mucho miedo. SALVADOR ELIZONDO no escatimaba elogio ni
vituperio y se podía dialogar con él. De
todos modos eso fue una gran experiencia. “María Guadalupe Flores Grajales
dedicó su libro Hacia una
poética de la
desolación: La construcción
del sujeto femenino en
las novelas de
Luis Arturo Ramos.
Universidad Autónoma de Chiapas/Universidad Veracruzana, 2011.
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