martes, 14 de junio de 2016

Editorial


Día del padre

Ante los cambios de la estructura social, entre otros de la familia es imprescindible exista la conciencia de ello, causas y consecuencia y determinar la función actual del padre. Hasta fines del siglo anterior la figura paterna se distinguía por la autoridad ejercida al interior del hogar por el sólo hecho de ser varón, autoridad alcanzando grado de autoritarismo en múltiples casos. Otra característica distintiva fue, constituirse en proveedor principal en términos económicos, e implícito debido a eso, se envestía de poder. Incluso madres de familia enfatizaban en “respetar a tu padre” argumentando.
La situación se ha modificado valorándose a la mujer en igualdad de condiciones “democratizándose” la familia protegiendo derechos del niño, de la mujer. A su vez la mujer ha accedido a oportunidades anteriormente vetadas o restringidas en sectores empresariales, o políticos desembocando en “liberación”, por lo tanto, participando en decisiones en todos los órdenes.

Quizá los cambios, hasta ahora, no hayan logrado alterar valores tradicionales ejercidos como padres de familia y continúe prevaleciendo el amor, ese amor capaz de vencer tendencias crecientes: egoísmo, individualismo y que generalmente deseo y acciones vayan encaminados hacia el bienestar presente y futuro de los hijos. La función del padre sigue manteniendo el equilibrio en casa ante las diferentes formas de pensar y actuar entre varones y mujeres contribuyendo a formar ciudadanos con pensamiento integral: felicidades a todos los padres de familia

"Melodía que desencama"

Abraham Rodríguez Prado


Templado canto de las dulces olas
se apaga cuando chocan con la arena
melodía infinita siempre suena
ciclo sin fin que solo vos controlas

Toco la orilla con perplejos pasos
siento la cristalina agua salada
sintiéndote en mi, gran madre sagrada
quiero ser parte de tus sacros lazos

Me dejo arrastrar, igual que tus hijas
repudio mi entonar de indigno mortal
estorbándote, gran coro inmortal
deseo mi destino vos dirijas

Apártame de la hipocresía de esa sucia mentira, aléjame;
de la tóxica ciudad, desencame
formando en tu unión la gran poesía



Veneno/CONFESIONES/MALVADO AMOR

Eliana Cervantes Castillo


Veneno

No existe cura para lo
Que me haces sentir…
Es tan excitante
Como el olor de tu
Cuerpo al ser tomado
Por el mío.





CONFESIONES

Por ojos tan tristes como los
Tuyos, pido a Dios
Arrebatarme mis sonrisas
Y otorgártelas.










MALVADO AMOR

Quien desea amar debe
Estar dispuesto a ser
Lastimado así como él
Debe lastimar a su amada
no hay herida
Más fuerte que la que se
Hace en el corazón
Quien vence años y
La necesidad del olvido.
Es ese amar tormentoso
Y criminal quien perdura
Una eternidad.


Notas sobre creación literaria


Víctor Manuel Vásquez Gándara
Socias del Club Escritoras de Xalapa
Lic. Blanca Luz Amezcua, Presidenta del Club.
Amables invitadas.
Tema amplio, extenso, referirse a él obliga, requiere delimitarse, acotarse. La mirada aquí es reflexiva, pretende propiciar retroalimentación entre las reunidas aquí y quien expone.
La creación literaria desde mi óptica es el centro de un ciclo integrado por tres procesos: leer-escribir-publicar. En consecuencia, imprescindible es leer.
Los tipos de lectura son diversos citándose algunos ahora:
De compresión
Crítica
Selectiva, y
Hermenéutica.
Considero no necesario detenernos en cada uno de ellos, salvo la opinión de ustedes…
Sí en cambio es obligado citar dos estudiosos de la hermenéutica relacionada con la literatura, ello debido a sus aportaciones e ideas justificadoras del valor de la literatura: Paul Ricoeur y Gerald Nyenhuis –obviamente la bibliografía es vasta; el primero entre otras obras comparte en Escritos y conferencias 1 y 2, ensayos analíticos sobre Hermenéutica y simbolismo, Hermenéutica y mundo del texto[i]. A su vez Nyenhuis expone: Aprender de la ficción, La estilística de Alfonso Reyes[ii].
El proceso de lectura con fines literarios, sea crítica o creación, similar a la lectura en el proceso enseñanza aprendizaje es objeto de reflexión incluso, introspección. He retomado la idea de la filosofía de la calidad debido a mi formación administrativa, considerando pertinente realizar un autoanálisis, conocernos cómo leemos. Se han cuestionado ustedes ¿cómo leen?, esto es, de principio a fin. Por ejemplo ¿cuál fue el último libro leído completo? ¿dónde inició y concluyó su proceso? ¿obtuvieron algún producto? No es lo mismo leer en la sala, recámara o cocina de la casa que en el café o la biblioteca, en la mañana, tarde o noche. Iluminación, ventilación. En conclusión, identificar nuestro proceso de lectura posibilita mejorarlo continuamente haciéndolo más eficiente, más eficaz. En calidad certificar un proceso es comprobar que lo que  se dice que se hace debe comprobar que se realiza tal como se documenta.
Una buena lectora siempre será una buena escritora. Debemos leer como escritores.
Antes de tomar otro rumbo dejaría a la reflexión la pregunta ¿por qué leer a los clásicos? Y conste, no estoy diciendo libros best seller.
Bien, en la creación literaria regularmente, por no decir siempre, asalta la duda sobre la originalidad de nuestros escritos. Al respecto viene a la mente un aforismo del libro del Eclesiastés “no hay nada nuevo bajo el sol”. A su vez Vladimir Propp en su obra Morfología del cuento, clasifica el género en una decena de temas o asuntos. Para Harlod Bloom primero es Virgilio, después Shakesperare y de ahí en adelante la influencia es infinita en todos los géneros literarios para ustedes ya conocidos:
Novela
Cuento
Poesía
Ensayo
Crónica
Guión para teatro, cine
Y la propia crítica literaria
Otra gran discusión, debate inacabado, inacabable existe en cuanto qué es más importante: ¿forma o fondo? Evidentemente el equilibrio, cuidado de ambos factores son indispensables, sin embargo a través de la historia las diferentes corrientes literarias han privilegiado en especial una de ellas, por ejemplo los Formalistas rusos, como su nombre indica, la forma es lo principal.
Y en cuanto a la forma y su permanente mejora he acudido a consultar cuatro obras fundamentales para mí: Curso de redacción para escritores y periodistas de Beatriz Escalante; Las claves de la redacción de Anthony Weston; ¿Cómo se escribe, de María Teresa Serafini, y; Redacción sin dolor de Sandro Cohen.
Es oportuno detenerse y proponer el análisis de la forma. ¿quién no ha leído por ejemplo de Paulo Coelho, El alquimista, por citar uno de su prolífica obra ¿cómo es su narrativa? Se acuerdan de la propuesta, leer como escritoras?, recursos utilizados… ahora recuerden lecturas de Octavio Paz, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Antón Chéjov o Kafka…
Sin caer en un elitismo, ello me conduce a un párrafo leído en La distinción Criterios y bases sociales del gusto de Pierre Bourdieu: “Existen pocos casos en que la sociología se parezca tanto a la psicoanálisis social como aquel en que se enfrenta a un objeto como el gusto, una de las apuestas más vitales de las luchas que tiene lugar en el campo de la clase dominante y en el campo de la producción cultural. No sólo porque el juicio de gusto sea la suprema manifestación del discernimiento que, reconciliando el entendimiento y la sensibilidad, al pedante que comprende sin sentir y al mundano que disfruta sin comprender, define al hombre consumado”.
En cuanto al fondo en creación literaria, y para terminar este charla, cada época mueve a pensar sin embargo aun dentro de las tecnologías de información y comunicación, globalización… el problema existencial del ser humano prevalece, por ejemplo el amor y todo lo desencadenado: la pasión de Honorina, obra de Balzac, El arte de amar de Ovidio o también el de Erich Fromm de similar título.
Es evidente la necesidad de consultar obras sobre creación literaria, crítica literaria. En lo personal me han atrapado: Confesiones de un joven novelista del recién desaparecido Umberto Eco, Cartas a un joven novelista de Mario Vargas Llosa, Cartas a un joven poeta de Rainer María Rilke, Aprendiz de novelista de Humberto Guzmán, Teoría del cuento Poética de la brevedad, selección de Lauro Zavala, Clases de literatura de Julio Cortázar.
Giovani Papinni narra en un cuento titulado Dueño de un hombre la historia de un visitante dispuesto a las órdenes del visitado. A cambio de nada él hará todo lo se le indique, incluso matarse o asesinar a alguien. Escritoras pregunto¿cuál es el mensaje de papinni?
Finalmente y breve, la experiencia de publicar es un desafío de varias aristas: disponerse a la crítica, propia y ajena, disciplina, inversión de tiempo y dinero y parafraseando a Yahot en su Materialismo dialéctico consagrarse a la literatura.
Atenas Veracruzana, 19 de mayo de 2016.




[i][i][i][i] Ricoeur, Paul. (2010) Escritos y conferencias 2. Siglo XXI México
[ii] Nyenhuis, Gerald. (2009) Hermenéutica y literatura. Jus. México.

Las experiencias en el aula


Gilberto Nieto Aguilar
El trabajo en el aula ha sido un problema de método, al menos en las tres últimas décadas, desde la Modernización Educativa y la Reforma Educativa de 1993. El dilema entre instruir o formar a los adolescentes de secundaria ya se había planteado desde los años setenta, con el método expositivo y memorístico o la innovación en la aplicación de métodos participativos y activos que involucren al estudiante en su propio aprendizaje.
Se intentaba en 1993 abandonar el conductismo que asentaron Thorndike, Watson y Skinner, y comenzar a contrarrestar su enorme influencia dominante durante casi todo el siglo XX, para plantear nuevas ideas pedagógicas germinadas, incluso, durante el apogeo conductista, por psicólogos y pedagogos como Vygotsky, Ausubel, Bruner, Piaget y otros, para llevar la educación al nuevo paradigma constructivista.
Es significativo tener presente que estos paradigmas no son mutuamente excluyentes; por el contrario, en la práctica muchas veces interviene más de uno. Lo importante es reconocer los beneficios que cada cual trae al proceso educativo según los momentos, el grupo, el tema, las circunstancias del entorno, para tratar de aplicar en la clase lo que se considere más efectivo.
Al entender las características propias que subyacen en cada visión de la educación, los docentes comprenden lo que ha pasado en la enseñanza y hacia dónde va la tendencia general; pero sobre todo realizan un análisis de su propia práctica docente, del planteamiento metodológico, de las estrategias de aprendizaje utilizadas, de los elementos de la planeación, de lo que más necesita conocer, cambiar, mejorar o adaptar de su cultura pedagógica.
La profesora Alexis Wiggins (Selecciones de mayo 2016, pp. 83-85) nos relata desde su experiencia, cómo vivió una clase típica en los zapatos de sus estudiantes de secundaria. Lo que descubrió vale la pena comentarlo. Su tarea consiste en apoyar a maestros y directivos a mejorar el desempeño de los alumnos; asunto, por cierto, del más vivo interés en la escuela contemporánea mexicana.
Entró a clases de primero y tercero para vivir una jornada tal y como la viven los alumnos, destinando un día para cada grupo. Tenía que hacer anotaciones del pizarrón, tomar apuntes con rapidez, ir al laboratorio, compartir la mesa en equipo, responder cuestionamientos de los profesores, contestar un examen si lo había, anotar las tareas, manejar libros y libretas diversos, permanecer sentada todo el día y guardar silencio como los demás alumnos.
Los estudiantes pasan todo el día sentados y para ellos resulta agotador. En cerca del 90 por ciento de las clases los alumnos de secundaria escuchan pasivamente, casi sin participar; y son muchos los datos que simplemente deben memorizar. Existe poca reflexión en el aula y escasas condiciones para construir el conocimiento y jugar con aquellos que son significativos para aplicarlos en asuntos de la vida real de los alumnos.
El primer día la maestra terminó completamente agotada y se angustió al revisar la gran cantidad de tareas que los maestros de las distintas asignaturas habían pedido. Lo peor lo vivió al día siguiente, al comprobar que era una réplica del anterior. La maestra reflexionó que si pudiera volver al pasado, cambiaría algunas cosas de las clases que daba, como por ejemplo: Impondría un estiramiento obligatorio a mitad de cada clase. El maestro siempre está de pie y no imagina el cansancio de los alumnos que deben permanecer sentados y callados.
Sacrificando un poco de tiempo para el aprendizaje, en cada clase establecería una actividad que obligara a mover manos, brazos y piernas. Era lamentable que la mayor parte del tiempo los alumnos la pasaran absorbiendo información de manera pasiva. Comprendió de golpe la poca autonomía que tienen los estudiantes para elegir o intervenir en su aprendizaje.
Reflexionó que si pudiera remontarse al pasado, cambiaría su forma de impartir las clases y daría lecciones rápidas y breves, acompañadas de actividades entretenidas que estimularan la participación y el aprendizaje. Utilizaría un cronómetro con alarma cada vez que se levantara a exponer un tema y todos la tuvieran que escuchar con atención. Al sonar la alarma, cedería el turno a los alumnos para que hablaran.
La profesora Alexis Wiggins reflexionó: “Si volviera otra vez a dar clases, pediría mucha menos tarea”. Le pareció agobiante que cada maestro encargue tanta tarea, como si fuese el único que les imparte clase. En cuanto a lo pasivo y receptivo del alumno, comentó que “iniciaría cada clase resolviendo las dudas del día anterior, o de la lectura asignada como tarea”.
Le cedería la palabra al grupo para que fuesen los alumnos quienes decidieran por dónde comenzar, con el fin de que su clase sea menos pasiva y dar lugar a la gestión del conocimiento por parte del alumno. En su rol como “alumna” asegura que perdió la cuenta de las veces que les pidieron guardar silencio y prestar atención. Incluso muchos docentes se dirigieron a los alumnos con “una buena dosis de sarcasmo”. Ella misma recuerda cuando varios alumnos le hacían la misma pregunta, y con gesto impaciente les respondía: “Ay Dios; está bien, lo voy a explicar otra vez…”
Recién tomó el puesto de facilitadora del aprendizaje, para ayudar a los docentes a mejorar el desempeño de los estudiantes. Algo así como jefe de enseñanza. Bajo esta nueva visión y la reciente vivencia como “alumna”, recuerda que en su papel como madre tuvo que responder con paciencia y amor las preguntas de sus hijos y que como maestros, “podemos abrir más la puerta, o cerrarla para siempre”. El sarcasmo es un estorbo y un muro innecesario que limita la comunicación.
Le bastaron dos día de jugar el rol de los alumnos para “sentir mucho más respeto por ellos” y concluyó que “los maestros trabajan duro, pero ahora creo que los estudiantes responsables no se esfuerzan menos que ellos”. La maestra Wiggins agrega afecto y comprensión, lo que hace la diferencia para sustituir a la monotonía de la obligación. En otro orden de ideas, en Estados Unidos los grupos se conforman en promedio de 20-25 alumnos, mientras las secundarias públicas mexicanas son de 30-35 y, en las ciudades como Xalapa, hasta de 50 alumnos o más.
En las escuelas norteamericanas las calificaciones se basan generalmente en tareas, exámenes, asistencia a la escuela y conducta en la clase, lo que difiere notablemente de las escuelas mexicanas en las que no cuentan directamente para su evaluación ni la asistencia ni la conducta, dejando de lado los contenidos actitudinales establecidos en la tendencia constructivista que permea el Plan de estudios.
El afán constitucional de formar a los educandos para desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentar el respeto a los derechos humanos, la conciencia de la solidaridad y la justicia, el aprecio y respeto por la diversidad cultural, la dignidad de la persona, la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, descansa en buena medida en los valores y contenidos actitudinales.
El papel de la escuela de continuo ha sido cuestionado causando que la gente ponga en tela de juicio su eficacia. Padres y maestros observan con impotencia cómo surge una gran cantidad de literatura pedagógica y miles de especialistas en educación proponen los contenidos y la metodología ideal para el aprendizaje, cobijándose en las necesidades del siglo XXI, en la “Sociedad del conocimiento” y en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Qué deben aprender los alumnos y cómo hacer para lograr un aprendizaje significativo para la vida, es el debate permanente, siendo muchas las instancias que proponen un punto de vista. La UNESCO ha establecido siete dominios de aprendizaje básicos: bienestar físico; bienestar social y emocional; la cultura y las artes; alfabetismo y comunicación; perspectivas de lectura y cognición; conocimientos básicos de aritmética y matemáticas; y ciencia y tecnología.

gilnieto2012@gmail.com

Mayordomía: tradición de amor y orgullo


Víctor Manuel Vásquez Reyes

La celebración de Mayordomía Istmeña es tradición, verdaderamente una tradición, seguida anualmente por más de medio millar de oaxaqueños istmeños y amigos, convencidos de disfrutar, compartir, halagar a la mujer y divertirse.
Si bien la rutina integra la cotidianeidad existencial, hay elementos capaces de mutar esa rutina en todo un acontecimiento, una ceremonia, un rito transmitiendo de generación en generación: valores, creencias, mitos, leyendas y hasta dogmas, todo lo inherente a la cultura zapoteca.
El Amplio salón de El Caracol se ha convertido en la sede del singular evento no siendo la excepción este 21 de mayo de 2016. Papel picado de todos colores sostenido en el plafón, banderas portadas en asta de madera, grandes jarrones colocados en la entrada y mesas dispuestas con manteles rojo intenso combinados con dorado -paliacates enormes-, música en vivo, todo dispuesto, recibiendo una a una de las selectas personas convocadas.
Suculenta viandas: chile relleno capeado, en frío, puré de papa, tamal oaxaqueño, mezcal, vino, refresco integraron el menú compartido por la familia Sánchez Sánchez encabezada por el profesor Wilfrido y la profesora Celia.
 Puntualmente anfitriones. Invitados y fotógrafos recibieron a los demás y juntos esperar el comienzo del evento. Bellas jóvenes lucían el vestuario típico de la región recordada: colores, figuras, contrastes, originalidad -no se miraba nada igual, todo diferente. Los grupos musicales jamás descansaron, alternando uno con otro. Sones regionales: La Sandunga, El feo, La Petrona, Dios nunca muere combinando con otras actuales invitaron a bailar. Vestidos, blusas, faldas multicolores entonaban con la alegría de sus mujeres de todas edades: niñas, jóvenes y señoras, todas sonrientes. La Reina lucio bella recorriendo el pasillo central acompañada de todo el séquito integrante.

Así fue llevado a cabo el programa del evento único en su género preservando una de las tradiciones que le da prestigio a la nación. El baile, compartir viandas, obsequios entre amigos, convivencia, participación femenina de un 75% tal vez y unidos mostrando orgullo y amor por su etnia.

AME renueva esfuerzos


Educación y Sociedad
AME renueva esfuerzos

Academia Mexicana de la EducaciónSección Veracruz

Víctor Manuel Vásquez Reyes
Concluyó aportando sendas reflexiones del profesor Wilfrido Sánchez Márquez y Marcelo Ramírez Ramírez el proceso de elección de la Junta directiva para el periodo 2016-2018. A una distancia de más de treinta y tres años la Academia Mexicana de la Educación A. C., Sección Veracruz eligió a Rafael Mario Islas Ojeda, investigador de la Universidad Veracruzana, precedido de una trayectoria exitosa en educación superior y gestión educativa. La planilla -única- encabezada por el académico fue electa por unanimidad de votos comprometiéndola, en consecuencia, a continuar cumpliendo el espíritu de la AME, interés general de miembros de número integrantes de esa organización, consistente en el análisis y estudio de la problemática educativa con la finalidad de ofrecer alternativas de solución y promoción y recreación de la cultura.
Acompañarán en el trienio próximo al Ingeniero Químico de profesión: Dinora Lucien Blázquez Morales, Oseas Camarillo López, Juan Martínez María, Vicente Espino Jara, Mareza Hernández Sandoval, Raúl Romero Ramírez,  Mariano Ortiz Galván, Gilberto Nieto Aguilar, Víctor Manuel Vásquez Gándara, Romeo Cuervo Téllez, Sergio Núñez Reynoso y Eduardo Zárate Salas ocupando las vicepresidencias en Xalapa, zona Orizaba, Córdoba, Huatusco, Tantoyuca, Secretaría Académica, Relaciones públicas, Relaciones internacionales, de Finanzas, Comunicación social, Actas y acuerdos, Asesoría jurídica y vocalías respectivamente.
La AME fundada en 1983 ha sido guiada, invariablemente con el apoyo, crítica, cuestionamiento, solidaridad… de miembros de número, durante sus más de tres décadas por los maestros: Marcelo Ramírez Ramírez, Reynaldo Ceballos Hernández, Jesús Jiménez Castillo, Ernesto Gerardo Fernández Panes, Javier Ortiz Aguilar, Ventura Peña Bello (+), Alberto Ruiz Quiroz, Alfredo Villa Báes (+), Carlos Jorge Aguilar Aguilar, Mariano Ortiz Galván, Wilfrido Sánchez Márquez y Víctor Manuel Vásquez Gándara.
La Academia Mexicana de Educación, es una asociación civil creada con el fin de fortalecer y contribuir al fortalecimiento del sector educativo en México, Se funda el 8 agosto 1958 a nivel nacional por un grupo de intelectuales encabezados por el maestro Ramón G. Bonfil.
Rafael Mario Islas Ojeda en nombre de la Junta Directiva electa expuso en su plan de actividades tres aspectos fundamentales para el logro de la Misión de la AME: Académicos, sociales y administrativos. En lo académico propuso un ciclo permanente de ponencias a cargo de cada uno de los miembros de la AME y destaca la planeación y organización de un foro de evaluación educativa que desemboque en expresiones hacia autoridades responsable de la política educativa al interior del Sistema Educativo Nacional; en lo social, continuar con la vinculación entre la AME y organizaciones diversas, tanto educativas como culturales, y; en lo administrativo realizar un análisis FODA propiciando un funcionamiento eficaz de la organización.
La elección fue legitimada con la presencia ya probación, entre otros de: Ramón Sánchez Cid, René Ramírez Molina, Carlos Jorge Aguilar Aguilar, Gregorio Castañeda Orozco, Reynaldo Ceballos Hernández, Romeo Cuervo Téllez, Ernesto Gerardo Fernández Panes, Jesús Jiménez Castillo, Sergio R. Núñez Reynoso, Javier Ortiz Aguilar, Raúl Romero Ramírez, Alicia Soto Palomino, quienes integraron la planilla y los demás ya mencionados.

La sociedad civil tradicionalmente contribuye a solucionar problemas políticos, económicos y sociales y la AME renueva esfuerzos con el firme propósito de servir a la Educación: felicidades a sus membresía.

Cinco perspectivas actuales de antropología filosófica

Cinco perspectivas actuales de antropología filosófica, coordinado por Jacob Buganza y coeditado por el Departamento de Publicaciones del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) y la Secretaría de Cultura, iniciará el programa Jueves de Libros de este mes, en la Galería de Arte Contemporáneo de Xalapa (GACX), el 09 de junio, a las 19:00 horas.
Víctor Osorno y Luis Antonio Romero, docentes de la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana (UV), acompañarán a Jacob en el evento que se llevará a cabo en el marco de la celebración del Mes del Medio Ambiente, organizada por el IVEC, en conjunto con Radio Televisión de Veracruz (RTV) y el Instituto de Ecología (INECOL).
En el texto, los filósofos Mauricio Beuchot, Mario Magallón, Samuele Francesco Tadini, Stefano Santasilia y el coordinador de dicho volumen ensayístico, dialogan en torno a una de las corrientes filosóficas contemporáneas que con más fuerza moldea a las sociedades contemporáneas: la antropología filosófica; es decir, el estudio del hombre desde el punto de vista de su ser, que constituye uno de los puntos de debate para la Filosofía contemporánea.
A partir de esta idea, en cinco apartados, se ofrecen múltiples puntos de vista para estudiar la noción moderna de hombre: el enfoque hermenéutico-analógico, el latinoamericano-mexicano, el hilemórfico, el personalista-rosminiano y el de la filosofía intercultural.
Con esta obra, un coloquio a cinco voces entre especialistas, el lector podrá mirar en toda su amplitud el panorama que actualmente abarca una de las ramas más vitales del árbol de la Filosofía, tanto en nuestra cultura como en nuestra concepción de nosotros mismos. En esta ocasión, se destaca la publicación de dos ensayos inéditos en castellano de Tadini y Santasilia.
Jacob Buganza (Córdoba, 1982) es doctor en Filosofía. Realizó sus estudios en el Seminario Arquidiocesano de Xalapa, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Ciudad de México, y u posdoctorado en el Centro Internazionale di Studi Rosminiani de Stresa, Italia. Ha publicado libros y artículos especializados en México, Italia, España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Portugal, Inglaterra y Venezuela. Fue coordinador de la Maestría y el Doctorado en Filosofía de la Universidad Veracruzana.
Actualmente, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 2, y profesor adscrito al Instituto de Filosofía de la Universidad Veracruzana, así como Fellow del Rosmini Institute de Varese, Italia.



Un homicidio entre lo justo y lo injusto: despenalización del aborto


Pedro Emmanuel Vidal
Hoy los más pobres entre los pobres son los bebés no nacidos”
Beata Teresa de Calcuta
Pensar en la posibilidad del aborto es irracional, porque la razón de nuestro existir es la vida. Sea un embrión con la edad de gestación de una, doce o más semanas de existencia, implica que ya tiene un lugar en nuestro espacio, porque ya es materia y tiene forma, lo cual le da derecho a un nombre: embrión.
La despenalización del aborto en México, es una realidad en el Distrito Federal –ahora Ciudad de México-, seguir aplicándola y pretender generalizarla a los estados es violatorio de las garantías individuales del embrión, porque a las 12 semanas de gestación ya hay vida latente en él, se le discrimina por su edad y no se le da el lugar jurídico que le corresponde. No se pretende caer en un debate teológico –se aclara-, el embrión a esa edad de gestación, tenga o no alma, es ya un ser dotado de materia y forma,  -se dice que a las 12 semanas, el embrión aún no ha desarrollado la capacidad de pensar, ni de sentir, por lo que supuestamente no sufre cuando se interrumpe su gestación- es la base de lo que será un ser pensante y sensitivo, es la base del humano, ya es un ser viviente. Por eso es irracional legislar a favor del aborto.
En este tema, no está en juego el fondo de lo que es o no la justicia, pero vale la pena hacer la distinción, sin caer en la encrucijada kelseniana sobre qué es la justicia. Ante la protección de la vida no cabe esa discusión, porque el derecho a la vida no tiene por qué ser debatido. Aquí no se juzga el acto, es decir, los abortos que ya han sido cometidos, pues no está en nuestras manos hacerlo, lo que se pretende es prevenir ese acto monstruoso.
Es justo que las mujeres tengan derecho a elegir respecto de su cuerpo, mas no sobre el del otro, es decir, sobre el embrión. En México no se han tomado medidas necesarias para poder contar con una cultura sexual que premie la responsabilidad para que no haya consecuencias adversas para ningún individuo, sólo se reparten condones deliberadamente y se invita a tomar la pastilla del día después. Por lo que existe una corresponsabilidad entre quienes no vivieron responsablemente su sexualidad y entre el gobierno por no asumir el papel que le toca; por consecuencia, ambos tienen que dar frente a un embarazo no deseado y privilegiar la vida y dejar de fomentar un círculo vicioso.
Nadie puede ser molestado en su casa y la casa de un embrión es una placenta que habita en una matriz. Y aunque no eligió ser puesto ahí, el hecho es que ya existe y ante su estado de indefensión, es el estado quien tiene la obligación de defenderlo.
Si bien es cierto que a las 12 semanas de gestación, un embrión aun no siente, tal como se ha señalado irracionalmente; cierto es, que ya es un ser vivo.
Toda ley tiene un trasfondo que no siempre sale a la luz y no es aventurado pensar que el negocio de las clínicas abortivas resulta ser una  empresa millonaria. Por eso más de un político le apuesta a la despenalización en esta materia. Además, ahora se sabe que los embriones abortados abren un mercado millonario a sanguinarios sin escrúpulos que comercian con la vida.
La tarea del legislador se convierte en hacer justo lo injusto a través de votar leyes y reformas; pero su voto no es razonado, no lo piensa, solo levanta la mano a cambio de un salario, desgraciadamente esa es la realidad. ¿Debería interrumpirse la actividad legislativa a un congresista  o incluso interrumpirle la vida por no pensar en las consecuencias de su voto? Quizá lo primero sí, pero su vida no se pone en tela de juicio.
Los gobiernos, legisladores y demás políticos que enarbolan la bandera del aborto y su despenalización, enarbolan la bandera de la muerte; se hacen neonazis por permitir la muerte de seres indefensos, que al año son millones. Masifican sus propuestas como anzuelo para ignorantes y cuando ya lo muerden, son los mismos ignorantes los que defienden las causas izquierdistas.
En México, comete el delito de homicidio el que priva de la vida a otro. ¿A caso interrumpir la vida de gestación de un embrión, que es ya un ser viviente y un ciudadano en potencia, no es homicidio? Claro que es un asesinato y debería alcanzar el grado de homicidio calificado, lo cual agrava el asunto. ¿No es entonces un asesino el que comete este acto perverso? Claro que lo es.
Es fácil enmascarar la palabra “matar” con la de interrupción, fue una idea asombrosa para el célebre constituyente de la Asamblea Local del Distrito Federal que legisló hace ya casi 8 años sobre la despenalización del aborto. Todos somos iguales ante la ley, pero en la creación de leyes y en su aplicación, desafortunadamente todos somos desiguales.
¡Nadie sobre la tierra tiene el derecho de privar ni interrumpir la vida humana! Ni el Creador que es Dios priva de la vida, ¿quién es el hombre entonces para hacerlo?
De todo lo anterior, se llega a la conclusión de que el aborto es un homicidio porque se priva de la vida a un ser vivo; el aborto se realiza entre lo justo porque de manera subjetiva el legislador crea leyes y reformas y cuando estas alcanzan el principio “dura lex, sed lex”, difícilmente puede abrogarse; y es injusta, porque no toda ley por ser ley quiere decir que sea justa y privar de la vida a otro, no es nada justo, rebaza todo principio legal y como ya se dijo con anterioridad, la vida no se debe poner en discusión.
El hombre está dotado de libre albedrío sobre sí, pero su límite no debe sobrepasar el derecho a la vida. El acto irracional del aborto, hace que el ser humano se aleje del objetivo por el que fue creado: ser feliz. Y esta felicidad no es permisible a costa de la vida de otro, porque entonces te cometes en un asesino y/o en cómplice.
No sólo en México, sino en todo el mundo es y debe ser responsabilidad de todo ciudadano, manifestarse en contra del aborto y exigir respeto por la vida humana. Además, debe ser responsabilidad del legislador y de los gobiernos privilegiar la vida a toda costa.

Amica mea est mulier, sed magis amica, est véritas. La mujer es mi amiga, pero más mi amiga, es la verdad. 

Mirando sobre el caleidoscopio


Víctor Manuel Vásquez Gándara

Para mí la literatura no solo es la mejor parte de la vida; es en sí misma la forma de la vida, y ésta no tiene ninguna otra forma.
Harold Bloom
Lic. Blanca Luz Amezcua
Mtro. Eugenio Vásquez Muñoz Director de esta institución
Estimada audiencia.
Dice Alex Grijelmo en su obra que cada concepto tiene su propia carga semántica aun cuando nuestro idioma es inmensamente rico en sinónimos. La referencia viene en función al título del libro del cual he sido honrado para comentar sobre él, por la autora, Lic. Blanca Luz Amezcua: Reflexiones. Ideas múltiples afloran al escuchar la palabra y en términos generales le definiría como discernimiento, estado de pensamiento provocado del acontecer diario. El investigador Robert Tocquet afirma que diariamente llegan a nuestro cerebro alrededor de sesenta mil ideas. Lo anterior lo cita con relación al tema de la capacidad de poner atención. Yo lo retomo porque la escritora muestra en su obra esa capacidad de mirar, primero con el maravilloso sentido con el que hemos sido dotados, posteriormente ella realiza el discernimiento desembocando en el deseo de compartirlo y así emerge su proyecto de editar: gracias licenciada Blanca Luz por hacernos partícipes de sus Reflexiones.
Previo a mis comentarios sobre el contenido felicito y valoro en toda su dimensión el esfuerzo incluyendo el económico realizado por la profesora al editar este libro permitiendo acercar estos pensamientos a otras personas más allá de un pequeño círculo familiar o de  amigos: la palabra impresa trasciende.
Adentrándome en el contenido sin profundizar, si con el propósito de interesarles en su lectura, miro un caleidoscopio disfrutando en dos sentidos del multicolorido expresado en narraciones, por lo menos: en calidad de lector, una de mis pasiones, aun ante grandes limitaciones producto de mis padecimientos en alto grado de miopía y astigmatismo; la segunda leer con óptica de escritor.
En la primera mirada decía, trato de encontrar en el caleidoscopio facilitado por la autora y en la amplitud de temas, superior a una veintena, se complica cuál dialogar con ustedes, amable público asistente. Debido a mi asistencia reciente a uno de las festividades de sobresaliente impacto social: Vela Istmeña y Mayordomía voy a referir a El medio siglo de María Luisa, crónica de amistad, afirmaría yo. Evidentemente, el género literario elegido fue el preciso. El texto hace reflexionar acerca de la cultura zapoteca y sus implicaciones. Educación de generación en generación inculcándose en grupos privilegiados, fraternidad, orgullo… tal orgullo, comparte deja plasmado el texto, consiste en la vestimenta: traje de tehuana. Mencioné la cercanía de la festividad de Mayordomía, oportunidad de mirar y admirar belleza femenina luciendo sus atuendos. Quién no lo ha vivido en Reflexiones encontrará la descripción. En esas páginas se da a conocer en detalle del ritual acostumbrado en ese tipo de festejos. Además de lo vivencial la autora comparte la entrevista realizada a la anfitriona del festejo, despejando sus propias dudas en respecto a costumbres. Agregaría un poco, sin embargo ya se subrayó: invito a leerlo.
Los comunes denominadores transversales son los valores: en Águila real se observa alguna de las virtudes cardinales; en capullo de seda perseverancia; valentía en El aguerrido revolucionario; ingenuidad en Fantasías; en El monstruo llamado amor, el amor.
Finalmente veo Reflexiones, ya lo mencioné al leerlo como escritor observo la amplia gama de géneros literarios: desde poesía, cuento, crónica o ensayo. Para los apasionados en escribir la obra ejemplifica tanto temas de qué crear literariamente hasta cómo hacerlo.

Concluiría con una convicción personal: la literatura conforma todo un estilo de vida… atrapa, persuade, apasiona hasta constituirse en razón de existir.
Atenas veracruzana 26 de mayo de 2016

Colegio de Veracruz

A Huitzilopochtli


Estefania Palma Licea

Las tripas de los indios rugían con feroces cánticos avivados por el hambre. Los dioses sordos y caprichosos se habían llevado la vida de las tierras y de las parcelas de maíz, con sus heladas y sus plagas que todo destruían. Para poder recuperar la semilla y la calidez de la tierra, los dioses habían pedido a los mexicas que elevaran los corazones ardientes tanto de los hombres guerreros para servir de alimento para Huitzilopochtli, como el de las más hermosas mujeres para decorar el collar de éste, el Señor del sol.
La luna brilla en el cielo como farola de guerra, anunciando las tres noches que lleva en pie la cacería. Este año los campos verán nacer los más dulcísimos maíces y los dioses harán llover sus templadas aguas para nutrir los campos. Los menos afortunados corren como pequeñas gacelas, temerosos del destino que les aguarda y los mexicas, poderosos guerreros, celebrarán la sangre derramada en favor de Huitzilopochtli.
Una guerrera Cholula se deja devorar por la maleza, boca de sombra que espera, le oculte sus pasos de los feroces guerreros, chillidos de hombre ave y rugidos hombre jaguar le avisan que están cerca. El miedo se le aprisiona en pecho ahogando un grito de imploración a la Señora del maíz, entre tanto braverío le será imposible percibir su voz. Ramajes truenan al paso de los guerreros mexicas y ella sabe lo que ha de proseguir; perdió a su padre y a su hermano en el ciclo pasado de las guerras floridas. Teme por su vida, sus hermanos menores, ocultos en una cueva, esperanzan su regreso. En el silencio de la noche, escucha a la muerte, queda, llamándole.
Plegarias al dios Huitzilopochtli nacen en la flor que late del guerrero jaguar, implorando la precisión de su lanza y de sus cuerdas. Él avanza, despacio, sigiloso como su nombre. Ha visto correr a la pequeña Cholula de piel de cobre y cabellos de pesada noche. Hace callar los alaridos de sus compañeros guerreros. Percibe el olor muerte que emana su atépetl. El viento choca contra la humedad de su cuerpo y un ruido proviene indiscreto de entre los arbustos, le ha encontrado, repitiendo la historia de la gacela que cae en las garras del jaguar.
Ella ha percibido la presencia de los guerreros, el corazón le golpetea con fuerza y el sabor a sal y tierra le amaga la garganta. Tratará de correr sin lograrlo, sus pies están aprisionados en la espesura del barro y antes de que logre empuñar su cuchillo de piedra, el jaguar le enviste por atrás a grito de guerra. Aullidos y alaridos cantan victoria a los cielos al tiempo que lanzan sus cuerdas para amarrar a la gacela. Pequeña criatura la que emana el rugir furioso de la madre tierra que hoy le entrega como tributo al señor del sol. Bastó un golpe a la cabeza para transformarla en bulto de sencillo traslado. Entre las cuevas de los alrededores, tres pequeños sienten nacer la furia contra el señor del sol.
A los pies del templo el jaguar contempla a su presa, inmóvil, en el pacífico sueño que le despertará a la muerte. Tiene el color de la tierra y sus pechos desnudos aún no han terminado de crecer. Jades y obsidianas decoran la estrechez de su cuello y plumas multicolores se le enredan descompuestas en los cabellos. Su piel destila un olor a cacao mezclado con miedo. Tiene los miembros lacerados de tanto correr y tropezar. El palpitar de su corazón le hincha las serpientes que llevan la sangre de su cuerpo. El jaguar victorioso le acaricia el vientre, imaginando la tibiez que alberga en él. Huitzilopochtli colgará gustoso, un corazón más en sus collares.
Abre despacio los ojos que por un momento nada ven. Cantos jubilosos se levantan hasta el cielo. Huele a sangre, a la sangre de su pueblo que alimenta el insaciable apetito de los dioses. Las amarras su hunden con fuerza en la piel de sus manos que lleva a las espaldas. Cualquier lucha es ahora inútil, dos guerreros la levantan de un tirón y le conducen enérgicos hasta el altar del sacrificio. Sube los peldaños a tropezones, sus pies heridos se tambalean de temor. Las hogueras tiñen de color amanecer la penumbra. A los lejos, un hombre rueda por la escalinata del norte, sin corazón, ni cabeza. Humedece sus labios tratando de aliviar la sequedad de la garganta, saben a sangre, a su sangre, a la tierra y la sal que destila por los poros de su piel. “Mujer fiera, niña gacela, siéntete honrada se ser el sacrificio que apaciguará la furia de los dioses. Ya no luches, que tu furia aquí no falta”
Él es guerrero jaguar que mantiene vivas las tierras de su gente. Ruje el jaguar, ruje con fuerza y fervor, la piel le hierve en éxtasis divino, sintiendo en las palmas de sus manos los últimos cantares del corazón de la gacela. Su pequeño cuello cabe sin dificultad entre las manos del guerrero. Las voces de su pueblo le aclaman, cantan al hombre que hace dichoso al Dios. La obsidiana que adorna la corona emplumada del sacerdote brilla mientras eleva su cuchillo de piedra hasta los cielos. Penetra, despacio en la piel de la gacela que muere en el eco de su último grito de guerra. Chorrea sangre del altar hasta los peldaños. Las fuertes pisadas de los danzantes hacen vibrar la tierra bajo sus pies.
A lo lejos, los dioses blancos y barbados han logrado llegar desde sus naves que flotan en el mar hasta las tierras mexicas y ocultos tras la arboleda miran asombrados el ritual de los salvajes. Traen en manos, un hombre sangrante en cruz, que devorará el corazón del mismísimo Huitzilopochtli, buscando la santificación de un pueblo que canta profanamente al sol.





En los ojos del loco.

Estefania Palma Licea


Bastaba dar un paso para sentir que perdía el camino, tantas grietas en el suelo pueden resultar confusas, nunca se sabe si solamente están ahí para marcar una ruta, decorar una acera o abrir un portal con pase directo al infierno. Salir a recorrer las avenidas era siempre, una sorpresiva aventura de circo. Elefantes saltando la cuerda, payasos amables con monstruosas miradas, personas en blanco y negro, mudas de la boca, pero con tentáculos gigantescos como los de los pulpos. Mariposas bailarinas y espectros titilantes, amapolas carnívoras, pájaros dentados y a veces, sólo a veces, la luna.
En una ocasión, me atreví a tomar un teléfono público para marcar el número de mi madre, que es una cacatúa, cuando de repente, una punzada atravesó mi cabeza y succionó mi pasado, fue horrible. Traté de sacarlo por el auricular, pero mi madre parloteaba una sarta de sandeces incomprensibles que lo ahuyentaban cada vez más, mientras yo le gritaba atemorizado al aguijón que me devolviera mis recuerdos, fue inútil, grité y grité, azoté el auricular, le eche todas mis monedas, imploré auxilio, pero nada funcionó. Llegó la oscuridad y me tragó de un bocado.
Tres soles después de ese incidente, opté por refugiarme en una guarida anti-ladrones de memorias, estaba toda cubierta de viejos periódicos, artículos de pasados en los que podía entretenerse el aguijón, de esa manera, si se aproximaba, yo podría verle a tiempo para emprender la huida en lo que se perdía en la sección de deportes o en las noticias nacionales. Así logré que mi vida se mantuviera tranquila, al menos un tiempo.
Un día, mientras cambiaba los tapices de mi guarida para evitar que el aguijón leyera siempre lo mismo y se diera cuenta del engaño, un gigante blanco se aproximó, despacito y clavó en mí sus 400 tentáculos que me impidieron moverme, me apretaban duro, como correas para atrapar a los locos, no sabía por qué, así que me defendí, traté de explicarle que si no me soltaba el agujón regresaría a masticar mi cerebro, pero no escuchó. A lo lejos, una cacatúa que se parecía a mi madre, inundaba las calles con ríos de sal. Yo no sé nadar y me rendí. El gigante me metió en una cosa extraña y apretada, recubierta de nubes, y con ciempiés que parecían ruedas.
Llegamos a su castillo, era lúgubre como una tumba, el gris hacía resaltar el blanco de los gigantes y la tempestad de los que deambulaban ausentes. No estaba cubierto de periódicos, pero como había mucha gente, pensé que ellos podrían ser la distracción del aguijón por si llegaba a aparecer. Del otro lado del castillo, una boa escupió litros de agua helada sobre mí, quería que bailara y yo no tuve más remedio que dar saltos de un lado al otro hasta que la boa cerró su boca. Los gigantes me pintaron la estampa de blanco y me arrancaron de un tirón, el nido de pájaros que albergaba en mi cabeza, ni siquiera pude escucharles cantar por última vez.
Desde ese día, todo está quieto, no hay payasos, ni amapolas, ni aves con dientes. No los extraño, no hacen falta. Tampoco a la cacatúa la he echado de menos, pero a la luna, esa siempre me falta, los muros grises del palacio no me permiten encontrarme con ella. Un gigante me dijo que mañana vendrá un aguijón a picarme los ojos para sacarme el recuerdo. Lo espero, espero que me pique tan duro, que no vuelva a necesitar mirar al cielo.

Todo es tranquilo, se terminó el circo. 

Sólo a fuerza de pintar


 Jazzamoart

En un mundo donde todo ocurre rápidamente --la información, los acontecimientos políticos, las catástrofes ecológicas, los escándalos de la farándula--, el arte se consolida como uno de los principales valores que nos rescata, que nos salva del caos y de la desgracia existencial. El arte siempre ha ofrecido un abanico de posibilidades y diversos caminos para la aventura, ya que siempre ha estado envuelto tanto en la polémica, la discusión, las revoluciones como en las  propuestas innovadoras, las vanguardias, las aportaciones y los conceptualismos. Aun hoy, en medio de este caudal, sigo creyendo  que la pintura seguirá impulsando a la humanidad por los vaivenes de la historia.
            Algunos advierten que la pintura ha muerto, que es arte del pasado, arte de viejos. No obstante,  la realidad es que hoy se practica con gran oficio y pasión, interactúa con los nuevos conceptos y con las nuevas tecnologías. El deseo de dominio sobre los materiales y la búsqueda de la perfección técnica y expresiva fueron tanto impulso de los pintores renacentistas como lo son hoy de los maestros de nuestro tiempo. De ahí que, en esencia, en espíritu, el ejercicio plástico es el mismo: son parientes, son coincidentes los de antes y los de ahora. Habrá buena y mala pintura, buenos y malos pintores, pero desde luego, lo que nos toca en suerte es el disfrute del fenómeno actual de la pintura con sus polémicos rumbos, sus esplendores y sus altibajos. Pese a los malos augurios, la pintura se mantiene constante como pilar y referente de las artes visuales.
            Desde que tuve mi primer taller en la infancia hasta ahora, cuando tengo mis herramientas de trabajo entre las manos, mantengo el mismo espíritu lúdico y emotivo; sigo divirtiéndome con las aventuras de la invención: exprimir los tubos de óleo, preparar las barnicetas, aspirar el aroma de la trementina. Esta ceremonia y este oficiar en el antro de los placeres plásticos mantiene vivo al artista en mí, y si soy auténtico, si tengo algo que decir, el espectador se conmoverá, se sacudirá, habré logrado provocar en otro las mismas sensaciones y las mismas emociones que sentí al trabajar.
            Pintar es un acto solitario, un monólogo interno, una batalla con los materiales y con el insaciable deseo de descubrirse y de encontrarse en mundos de invenciones y formas. La aventura parece no terminar nunca: el deseo es dejarse llevar por esos ríos de color, de perderse en los océanos de una gran mancha, pero, al final, el único objetivo es salir avante sin ahogarse en el caos ni en la lucha creativa. Saber hacer, ser capaz de cumplir con lo que llamo “las horas brocha”, es decir, horas de acción diaria y disciplinada, tratando, trabando, trabajando con los materiales, es el oficio de todo pintor. Habrá días buenos y los habrá malos, pero el trabajo y la persistencia llevarán a “conclusiones sanas”, es decir: nos colocarán a la luz de la lámpara de Van Gogh.
            Pintar es embarrar, untar, tallar, sobar, salpicar, chorrear, dejar caer la materia, la pasta, acomodar los bodoques de óleo sobre la tela: la pintura navega entre la armonía y el misterio; equilibra la violencia y la sutileza; brota del acto creativo; se inventa y se reinventa sin tiempo ni moda. La pintura no es sólo una manifestación atávica del arte; la pintura es una forma de vida, la pintura es una  labor cotidiana: la pintura, como el amor, nunca morirá.
            El color capitanea las historias, los cuentos: gobierna las “narraciones pictóricas”. Tal como si fuesen materia viva,  el rojo, el azul, el amarillo actúan en una función lúdica y conmovedora. Mientras, tanto las técnicas del óleo, del fresco y del temple, así como la alquimia de los elementos --los pigmentos, los aceites, los barnices, la trementina junto con sus aromas acres-- montaron un escenario eterno. Como diría Augusto Monterroso: cuando desperté... seguía ahí.      
            La propuesta es simple: "La Pintura". En otras palabras, plantear un mundo de pintura total: un mundo en el que el acto de embarrar, de trabajar con el óleo, de usar una brocha como soporte sea siempre; un mundo en el que se experimenta la pintura viva: aquella que se escurre, aquella que se mueve; un mundo en el cual se goce con el antojo de un color que invita a comérselo con los ojos. Cuando pinto me mueve la pasión y la emoción de pintar mi propia historia de la pintura más allá del bagaje del conocimiento fruto del análisis y de mi pasión por todos los artistas a los que admiro. Mantengo siempre un diálogo apasionado con los materiales, con los aromas, con los placeres y con quehaceres de ese viejo y eterno camino de "La Pintura".
            Al pintar, no se busca mantener vigente este medio clásico de creación, mucho menos un nuevo renacimiento, es simplemente ejercer el derecho a la brocha, a la libertad y a la inteligencia. Citando a Efraín Huerta: “sólo a fuerza de poesía deja uno de ser un poeta a fuerza”. Yo digo: “solo a fuerza de pintar deja uno de ser un pintor a fuerza”.


Los juegos estéticos de Jazzamoart



Miguel Ángel Muñoz

Años atrás, en el curso de una conversación emotiva, entrañable y admirable, Albert Ràfols-Casamada y Antoni Tàpies me confesaban, en el umbral de sus ochenta años, su perplejidad ante la curiosa evolución del arte contemporáneo. El siglo XX ha vivido  marcado por el despliegue impresionante de la ciencia, por la satisfacción y el avance del pensamiento abstracto, con elevadas cotas de exactitud y capacidad de verificación  en sus análisis y propuestas. El arte, sin embargo, parece anclado en el momento de genial simplificación que señalaron las vanguardias: convertir las formas plásticas en potentes síntesis comunicativas. Tiempo después, mera reiteración referencial -arte de contenidos, narrativos, perceptivos… meras ocurrencias de discutible validez visual. Retórica pura -.

Pero todavía hay razones para celebrar la pintura. Una de ellas, es la trayectoria  estética y pictórica de Jazzamoart. Desde sus inicios, el arte de Jazzamoart tuvo una fuerte impronta matérica, influencia directa de Antoni Tàpies, Pierre Soulages, Antonio Saura, Rafael Canogar, Manolo Millares, Willem de Kooning y del informalismo francés. En verdad no era eso precisamente una rareza a comienzos de la década de los ochenta en México, cuando se imponía internacionalmente la moda de un neo-expresionismo, de pintura empastada y violentamente gestual.  Muy pronto descubrió, en la soledad y en la búsqueda pictórica, la veracidad de los valores plásticos a través de una reflexión sobre los pigmentos que le llevará al estudio de las vanguardias y la fuerza expresiva del negro en la delimitación de la ancestral escena cotidiana o cinegética. Opacidad, transparencia, profundidad y tono son claves que nos clarifican su quehacer artístico, sensible más tarde al gesto y el desasimiento referencial de las propuestas informalistas. Un pintor atípico en nuestro país, desde luego, al que siempre he asociado con la persuasión matérica y gestual del grupo El Paso. Sin duda. Pero, siendo así, la trayectoria más admirable no puede separarse de la obra, lo producido, lo que da sentido pleno a todo lo demás, pues, sin ella, se volatiliza.

Jazzamoart lleva ya más de tres décadas de producción plástica ininterrumpida, que ha abarcado todos los materiales, géneros, técnicas y, por supuesto, maneras posibles, porque una de sus características ha sido la inquietud,  la experimentación, la reflexión. De todas formas, si nos limitamos a su trayectoria pictórica, la vía por él más frecuentada, vemos que no ha dejado de cambiar sin apartarse de sí mismo; es decir, que ha cambiado para poder mantenerse fiel a sí mismo, a su discurso estético inicial. Jazzamoart ha practicado un lenguaje semi-figurativo y a llevado a cabo una abstracción sin prescindir de un gestualismo automático, pues nunca reprime su impulso primero.

 

Las ásperas rugosidades matéricas que a modo de huellas enquistadas sobre la tela dominaban las pinturas de Jazzamoart hasta comienzos de los años noventa fueron disolviéndose poco a poco, primero mediante su concentración en figuras arropadas por densas manchas que parecían no renunciar a un lento fluir, después metamorfoseándose en sencillas formas geométricas de colores planos que apenas rompían la uniforme monocromía del plano pictórico. Como recuerda Rudolf Otto en su libro Lo sagrado,  en ciertos cuadros chinos no hay “casi nada”; el estilo consiste en producir el máximo efecto con los trazos más exiguos y los medios más reducidos. A partir del año dos mil  hasta su obra más reciente, creció la abstracción, si bien, lejos de contribuir a una articulación compositiva ordenada, se desmembró como si de un estallido se tratase. En la producción de los últimos años, sin renunciar a sus habituales registros cromáticos (rojos, negros y ocres sobre todo) y formales, retorna a un cierto orden, consecuencia de un proceso implícito de autorreflexión sobre su propia pintura. En efecto, ahora la abstracción figurativa sirve tanto para construir las formas cuanto para entrelazarlas de un modo relativamente metódico. En muchos casos su disposición parece conducir a la gestación de verdaderos signos; unos signos de larga existencia en su obra -por ejemplo, las figuras remitirían a los que él mismo denominó “gestos” en otros tiempos- desposeídos de significados específicos, ya que siempre fueron resultado de una opción creativa marcada por una particular concepción del automatismo, retomado a la manera  de Henri Michaux. En realidad a lo largo de su trayectoria Jazzamoart se ha mantenido fiel a un universo que ha ido sufriendo sucesivas metamorfosis: aspereza, reposo o dinamismo han sido algunos de los resultados.

 

ahora, qué fresco es

el recuerdo del viento

parece que la lluvia abre un largo
silencio…[1]

 


Ese silencio largo del que habló el poeta francés Claude Esteban, es el mismo que Jazzamoart busca en el proceso de relectura de su obra  actual; el cual le ha conducido no sólo a la depuración pictórica, sino a un territorio intermedio por el que las formas discurren con impecable armonía. El resultado es un lugar de interferencias entre formas, pero también entre los distintos componentes de las mismas: las líneas rectas y curvas que trazan su esqueleto, los colores que rellenan sus interiores. El encuadre pictórico muestra el carácter dinámico del conjunto, dada su predominante asimetría, como si las formas quisiesen desplazarse hacia uno de los lados; la plenitud cromática actúa en sentido contrario, propiciando quietud; los nítidos perfiles de las figuras geométricas terminan de anclarlas en el espacio plástico. Ordena con sólidas empastaciones de color el espacio, que el sombreado y el contraste transforman en volúmenes autónomos o en fuertes secuencias tonales, “No habrá luz, pero si claridad”, decía Morandi. Así el conjunto presenta una sosegada cadencia que concluye, mediante las relaciones de reciprocidad entre rojos, azules, negros y ocres, en una armonía cromática, logrando con ello, hacer del color “el principio artístico ligado a la sensualidad y el dinamismo en la pintura”, como decía Cézanne. Jazzamoart ha logrado cristalizar el color o, si se quiere, de acuerdo con el uso convencional: ha logrado modelar la pintura.






[1] Claude Esteban, En el último páramo. Editorial Hiperión, Madrid, España, 1996.

Plenilunio/El amor como romance

Víctor Arteaga Ruiz


Plenilunio

Que te asomas
esta noche para
llenar con tu luz
nuestro beso
que se desarrolla
lento y profundo
en un jardín de
madreselvas y almendros.

Mientras tomo tus manos
no pienso en otra cosa
mas que en este amor pleno
nacido de la mutua confianza
y de un sincero anhelo.

Las luciérnagas se acercan
a posarse en este lugar
y la ligera brisa nocturna
aporta su ligero toque
queriendo hablar por sí misma
un lenguaje en plural.

El plenilunio llena con su luz
este romance nuestro
que con cada beso que nos damos
construyo un amor eterno
alimentado de esta luna
que se recrea con este encuentro.

El amor como romance

Esperar anhelante el momento
de estar con ella una vez más
disfrutar de su sonrisa,
verse en sus ojos,
tomar sus manos
y besar sin ninguna prisa
sus labios, sus labios apasionados.

El compartir alegrías,
perspectivas y planes
en su grata compañía
cada vez más llena
de detalles.

Extasiarse en su belleza
que no tiene máscara oculta
sentir, sentir que el tiempo no corre
cuando la abrazas por la cintura
y puedes acercar a tu rostro
su abundante cabellera.

El amor que lo envuelve todo
conforme van pasando los días
y saber que al encontrarte
todo cambia, todo fluye

porque todo, todo eres tú.