lunes, 12 de diciembre de 2016

Ella: extraña contradicción


Alberto Rafael León Ramos
albertoleon@crespf.com.mx
¿Cómo fue? No sé decirte cómo fue…
No sé explicarme qué pasó, pero de ti me enamoré…[1]

-        Cuéntame ¿cómo es?, ¿qué hace?, ¿cómo se llama?
-        No la conozco más que tú, pero si le tengo que llamar de una manera, para mí es…extraña contradicción.

Cuando dejas de buscar aparece. Cuando dejas fluir sucede. Cuando esperas con calma llega sin pedir. La ley del Tao. Eso me pasa con ella. Realmente la conozco hace pocos días, pero siento una atracción tan fuerte que no sé cómo explicar.Le he dicho que son “tres palabras”[2] las ansías mías.Incrédula me pone a prueba de varias maneras. La veo estoicamente, me siento a esperarla, mi mirada la contempla con ojos de principiante, la escucho atento y disfruto del instante de su compañía.
-        ¿Por qué te gusta tanto? ¿Es muy guapa? Me pregunta el daemon[3] que vive conmigo.
Hay seres que te enamoran por otras cosas. Es complicado de explicar ya que tenemos que entrar en terrenos metafísicos para poder expresar lo que ella es. El punto es que ella tiene lo que antes no había sentido, y cuando digo sentido, me refiero a la parte más sutil de nuestro ser, aquello que nos anima, unos lo llaman anima,espíritu o corazón. Yo le llamo energeía como lo denominaban los griegos.  Ella proyecta una energeía muy particular que sólo los metafísicos podemos sentir.
Su energeía es muy atípica porque solamente aquellas sutantividades humanas que han expresado de manera prístina el eros autentico tienen la capacidad de apreciar.  Definir lo que sea ella se complica más cuando la he denominado extraña contradicción. Lo que hace mostración de su condición son numerosas cosas:  lo primero es su energía vital, la suavidad tropical que tiene al reír, la forma en que mira cuando se enoja ya que destella como un relámpago, esa voz delicada que ordena a su antojo la cosa más ínfima (a lo cual está acostumbrada), los singulares hoyuelos que se forman en su rostro cuando habla o deja salir una sonrisa; lo que muestra una alegría natural que ni ella misma quiere conocer, ese par de manos largas sabor canela (demasiado extrañas para mí) con que agarra su teléfono; lo que demuestra que es tierna como suave brisa al querer, esas orejas llanas que solamente exhiben un par de aretes pequeños; que me dice que es atenta sólo con aquello que realmente le importa dejando pasar de largo lo que no le hace feliz, su pequeña mirada de niña; que pone de manifiesto la inocencia que aún tiene y que ha sido vulnerada en más de una ocasión, esos lunares del rostro que se confunden entre su piel morena (sabor canela también); que indican la grandiosa suerte de la que es poseedora pero que hecha a menos,  sus delgadas muñecasque necesitan ser tocadas con delicadeza; lo que me avisa sólo de una fragilidad física porque en el alma es un titán que no ha despertado, el cuello delgado (como una vasija egipcia) el cual porta una discreta cadena que guarda secretos de memorias pasadas; que me apunta a la ternura guardada por largo rato y justo ahí está la llave para ser parte de ella, o su cabello negro; el cual espera la mano firme que la ame intensamente, la estrecha cintura; que aguarda a los brazos que la rodeen para levantarla por los aires, los delicados y coquetos pechos;  que albergan secretos insondables que todavía no ha descubierto.
Aunque las características que te menciono son pequeños caminos para poder entender su energeía. Los profanos solamente se pierden en ellos, ya que no entienden que hay más allá de lo evidente. Es muy complicado explorar a una mujer como ella por una sola vía, más cuando lo que proyecta es una energeía de extraña contradicción. 
-        ¡El que  es extraño y contradictorio eres tú con esas explicaciones! (Vuelve a repetir mi daemon)
Quizás sea extraño para ti porque eres la parte racional de mi ser, pero para mí que soy la parte metafísica de éste cuerpo es muy evidente. Sé perfectamente que ella no es sencilla, pero tampocoes tan complicada, sé también que no es fácil de querer pero tampoco llega a ser lo  más inconmensurable, sé que sólo se dejará ver si  le  muestras primero tu corazón.

-Entonces, explícame ¿cómo le harás para conquistarla?
-        A ella nunca se le conquista, es libre. La única vía es mostrarle (deixis dicen los griegos) que somos iguales. No físicos, sino etéreos o como te dije antes ¡extrañas contradicciones que se han encontrado en éste tiempo, en éste lugar y  éste es nuestro momento!
-        ¿Esa es la fórmula?
-        La única y la más difícil.





[1] Son cubano interpretado por Ibrahim Ferrer, título “¿Cómo fue?”.
[2] Son cubano interpretado por OmaraPortuondo, título “Tres palabras”.
[3]Daemon como el que tenía Sócrates. 

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