viernes, 11 de diciembre de 2015

Inspiraciones


José Manuel Martínez Vázquez

Promesas
Quisiera decirte que te querré para siempre pero es una promesa que no puedo cumplir, podré hoy quererte y sufrir, soñar que un día estarás junto a mí y que yo siempre estaré para ti pero el tiempo siempre cambiará nuestro destino.
Hoy te presentas y eres mi todo, aunque no estés conmigo tu recuerdo es el que me persigue y me hace sentir bien, tu persona a diferencia de tu recuerdo es distante y fría y la lucha entre tus virtudes y ausencias sale a flote para al final elegir tus recuerdos que siempre te harán perfecta.
Hoy te quiero pero no siempre estarás aquí, tal vez mañana conozca a otra persona y a ti tendré que dejarte ir, esto es, amor mío seguir y escribir nuevas historias, que aunque ame tanto tu trama sepa reconocer que no hay más camino para el personaje secundario que fui en una historia donde otra persona protagonizara la flama de tu más dulce amor.
Eres un recuerdo hermoso y hoy te quiero, pero no estaré por siempre y así sólo tendrás que dejarme ir para descubrir si algún día el destino nos pudiera volver a reunir...

Recuerdos
Me gusta escribir y perseguir tu recuerdo, recordar esa mirada y esa calidez en una mano que quitaba cualquier escalofrío en mí, recordar esa mirada y aquellas palabras que poco a poco se adueñaron de mí.
Me gusta recordarte tanto y ponerte en la cima, junto a aquella luna y las estrellas que necesitan tu luz para poder resaltar aún más.
Me gustas tanto tú, o.. ¿Me gusta tanto tu recuerdo?
Me gusta tanto tu figura que formó a base de recuerdos...

Mujer Ideal
A veces quisiera encontrar a una mujer diferente, no aquella que se preocupe siempre por lucir bien o que zapatillas deba de usar, me gustaría encontrar a alguien con quien platicar sobre libros, poesía, alguien con quien hablar sobre como disfruta la vida y no sólo se preocupe por cómo perder el tiempo.
A veces quisiera encontrar a alguien que se preocupe más por embellecer su intelecto, ser una mujer interesante por sus ideas y pensar, que su belleza sea más intelectual que física.
A veces quisiera encontrar a alguien que ame la música, que sepa interpretar las melodías de aquellas cuerdas y sepa complementar el canto de mi guitarra que sola se encuentra, que con su voz me tranquilice y sepa quitar esta máscara para encontrar y alimentar mi paz interna.
Un día la encontré... ahora que está lejos y nadie ha llenado su lugar solo me dedico a recordarla en mi andar.



La luz de mis días.
Era una tarde cálida, los árboles se mecían bajo el suave compás del viento, las damas de la calle sufrían por el volar de su cabello y alguna que otra sufría por la batalla sin fin en contra de sus faldas que a pesar de ser tan cortas, no lo eran más que la pena producida por dar semejante show. Allí me encontraba yo, luchando por aquel amor que a pesar de ver tan poco probable mis sueños lo hacían ver alcanzable, algo que más allá de llegar a ser una verdadera lucha por un corazón, era una verdadera lucha contra la terquedad, así aferrándome a seguir, simplemente la mire y decidimos parar en aquel café para platicar como era costumbre, yo con mi té y ella con una taza de café, solo podía admirarla mientras ella se dirigía a mí con cierta frialdad a fin de no dar paso a ninguna posibilidad de interés sentimental.
-¿cómo te ha ido?
-muy bien, apenas tengo tiempo de descansar
-tu siempre estas ocupado, deberías darte un descanso
-el ritmo me ha dominado, no es nada del otro mundo en verdad
-insisto, deberías darte un descanso
-algún día
-¿sigues escribiendo?
-a veces lo hago, sólo cuando hay inspiración y tiempo, solo soy un aficionado más, eso es todo
-me gusta tu forma de escribir, de hecho tengo una prima que también lo hace… en la noche te mostrare algunas de sus redacciones
-sería muy interesante, esperare con gusto
-es muy buena, ¡te encantara!
La tasa de té quedo vacía, con ella sabía que también se vaciaba mí tiempo y pronto tendría que dejar aquel lugar y dar fin a aquel encuentro que tanto había esperado, una parte de mi quería inmortalizarse en aquel lugar y momento mientras otra buscaba sólo escapar, era una batalla muda pero de mucho alcance, por una parte la realidad contra aquel sueño incesante, todo mundo sabía quién ganaría pero no estaba de más intentar.
-mi prima escribe cosas muy bonitas, tiene una página que siempre leo, tiene un estilo único, te cautivara
-hablas maravillas de ella, yo soy sólo un fanático, me agradara leer algo nuevo, no todos los días encuentras a personas que sean capaces de escribir
-te la presentare algún día, ¡siento se llevaran muy bien!
-esperare  con ansias entonces
-te daré la sorpresa cuando menos lo esperes, por cierto se hace tarde y creo es hora de irnos
-pensaba lo mismo, déjame hablar al mesero y enseguida nos iremos..
Así tras una seña el mesero nos atendió, se llevó una hoja y en unos minutos volvió, dejando la cuenta, tome mi cartera y tras dejar la paga con la propina decidimos ponernos de pie y seguir nuestro camino, ella tan lejos a pesar de estar tan cerca, un corazón tan ciego a pesar de tener la verdad en colores fosforescentes.



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