lunes, 9 de noviembre de 2015

Ángel del Cielo


Xitlalli Domed

Alma gemela, mi complemento,
Mi otro yo,
Tú, parte de mí Ser
Por siempre  vas ser;

No existirá ni cielo ni penumbra que
Eso pueda cambiar, porque yo siempre
Más allá del inframundo
Te he de esperar

Luna de mis noches
Amor de mi vida, Tú
Mi hermano que
Desde el vientre me Ilumina

Aunque la vida nos divida Tú siempre
Serás mi compañía, ese Ser que
Une su Alma a la Mía… desde que
Mamá supo que vendrías.



Cielo y Tierra “Todos los Santos”

Es primero de noviembre, el aire toca mi rostro, puedo respirar sus aromas y sentir su caricia por mi mejilla, sí, están aquí los que siempre en nuestro recuerdo están presentes. Una agradable mesa espera ostentosa para ellos, es el mejor banquete del año… de la vida, de la muerte.
Con grandes y hermosos adornos se les recibe, por un camino de flores que es del mismo color del sol; dirigen sus pasos y entran como invitados especiales a la Casa, el aroma del incienso estremece los sentidos y se ofrenda con Elegancia como se les ofrenda a los Reyes en las ceremonias especiales.
Todo está listo, la luz de las velas alumbra nuestra velada llena de amor y recuerdo, porque esta noche es especial. Los mejores días del año… aquellos en los que
Nuestros seres amados pueden venir y abrazarnos tan fuerte como siempre solían hacerlo, es el reencuentro de las familias, de los amigos y de los enamorados.
Hoy es un día especial, el día en que Dios nos ha permitido poder juntar el inframundo con la humanidad, lo terrenal con lo celestial. No existen distancias, ni abismos que hoy no se puedan acortar, porque el señor de los cielos nos abrió la puerta para pasar, para que en este día podamos entregar a todos ustedes nuestro amor incondicional.
En esta vida o en la otra no te preocupes por el olvido, porque siempre los vamos a recordar a ustedes nuestros fieles difuntos que llegan a este altar.

Xitlalli Domed  

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