martes, 7 de julio de 2015

ENCUENTRAN CIENTÍFICOS ESTRATEGIA ALIMENTARIA EFICAZ PARA MANTENER LA SALUD.


La nutrición como un método sencillo y efectivo para vivir sin cáncer, diabetes, obesidad o infartos, entre otros padecimientos crónicos.
 Benito Carmona Grajales.
Las grandes industrias, la tecnología y el mercantilismo globalizados han degradado, manipulado y contaminado los alimentos que consume la población mundial actualmente. Los científicos de vanguardia aseguran que, si los modelos de alimentación regresan a su estilo natural, las estadísticas de enfermedad bajarían a parámetros normales. Las pandemias de diabetes, cáncer, cardiopatías y el estrés podrían ser reguladas si la población decide alejarse de la alimentación de la muerte, como le llaman a  los productos refinados.
     Esta propuesta tiene un enfoque cultural. La educación familiar, social e institucional, tendrán que hacer esfuerzos conjuntos para que los conocimientos de esta revolución alimentaria puedan ser adoptados en cada individuo con actitudes firmes. Se pretende impulsar un verdadero cambio porque sólo así podremos ser los protagonistas de una nueva cultura de la salud.
     Según estudios, si no se cambia de estrategia, nuevos brotes epidemiológicos se irán sumando, multiplicando las pandemias hasta terminar en un mundo inhabitable. Nuestro enfoque pretende convencer de que es posible un cambio. Se debe partir de lo individual; luego, cubrir la esfera de lo familiar; una familia convencida puede trascender a lo institucional o social, ya que es la mejor plataforma o trinchera de lucha para comenzar a enfrentar al enemigo.
     Hay que adoptar una alimentación que de verdad nos nutra. Es fundamental desechar viejos mitos y actitudes, ya que la publicidad, la industria y sus intereses financieros han logrado transformar las costumbres y, luego, por desgracia, las tradiciones. Dos ejemplos muy generalizados son: los pasteles de cumpleaños acompañados con refrescos y el consumo innecesario de medicamentos.
     Empecemos por algunos conceptos básicos: El Centro para la Cultura y el Conocimiento de Madrid define como nutrición a…“Los procesos inconscientes en que los nutrientes son asimilados en nuestro organismo por medio de la alimentación consciente”. Estos nutrientes son los hidratos de carbono, los lípidos, los prótidos, las vitaminas, las sales minerales y el agua. Los carbohidratos   se convierten en glucosa. Con la insulina viajan por el torrente sanguíneo. Al llegar a las células, producen energía. Los lípidos también producen energía y son protectores del sistema nervioso.
     Las proteínas forman parte de la estructura corporal. En casos muy necesarios, también sirven como reservas energéticas. Las vitaminas son esenciales para las reacciones metabólicas específicas funcionando como biocatalizadores de acción general. La carencia de estos nutrientes puede provocar trastornos fisiológicos; mientras que sus excesos pueden dar lugar a desórdenes, sobre todo, las que son liposolubles, como la A, la D, la E y la vitamina K.
     Los minerales tienen como función equilibrar los iones de los líquidos corporales para regular la actividad enzimática. Conservan la irritabilidad nerviosa y muscular. Algunas veces constituyen estructuras de los tejidos corporales entre un 4 a un 5% del peso corporal y casi la mitad de ese peso es calcio. El agua representa un 63% de nuestro peso total; como se pierde fácilmente a través del sudor, de la orina, de la respiración y las heces, debemos reponerla constantemente, ya que es esencial para el mantenimiento de la vida.
     Las sustancias nutritivas que penetran al interior celular necesitan del metabolismo para que se puedan dar las reacciones químicas destinadas a la obtención de energía. Así, las células pueden crecer, desarrollarse y multiplicarse. Los procesos del metabolismo son catabolismo y anabolismo. 
     a.- El catabolismo es un conjunto de procesos químicos de los que se obtiene energía, gracias a la destrucción o degradación de las sustancias nutritivas más complejas para obtener otras más pequeñas. La combustión, gracias al oxígeno, degrada las moléculas químicas complejas en sustancias más sencillas, algunas constituyen los productos de desecho que expulsa el cuerpo a través de los riñones, el intestino, los pulmones y la piel.
     b.- El anabolismo es la reacción encargada de las síntesis de las sustancias complejas a partir de las sustancias simples. Se da cuando la célula consume la energía obtenida en el catabolismo.
     Gracias a ambas reacciones se pueden producir compuestos finales, específicos y esenciales para la vida. La glucosa, por ejemplo, sirve  para satisfacer necesidades energéticas. La glucosa que no se utiliza inmediatamente en la producción de energía se almacena como reserva en el hígado y los músculos estriados en forma de glucógeno. Si el organismo llegara a necesitar energía, este glucógeno se hidroliza para obtener nuevamente glucosa que se oxida convirtiéndose en ácido pirúvico. Si no hay suficiente oxígeno se transforma en ácido láctico que provoca fatiga muscular; si hay suficiente oxígeno, el ácido pirúvico pasa a las mitocondrias y se transforma en ácido acético que se oxida totalmente produciendo energía.
     El problema aparece cuando consumimos carbohidratos en exceso, porque se acumulan en forma de grasas que difícilmente habremos de convertir nuevamente en glucosa, ya que son reservas para períodos de hambrunas que, en nuestra época, no se dan. Ahí radica el origen de la obesidad.  
     Para entender una dieta equilibrada se sugiere un esquema en forma de pirámide que ya otros especialistas han sugerido; sólo que cambiamos el orden, porque los carbohidratos que siempre se han recomendado como base de la alimentación, han fracasado. Los últimos estudios, han aportado pruebas que confirman que la base de la alimentación debe ser de verduras y frutas. El segundo estrato de nuestra pirámide lo forman las legumbres, cereales y semillas secas. El tercer nivel corresponde a las proteínas de origen animal: pescado, pollo, mariscos, huevos y los lácteos, como el queso fresco y el yogur.  
     Se excluyen: Trigo, harinas y azúcares refinados, aceites y grasas hidrogenadas como la manteca vegetal y las margarinas, alimentos fritos, leche procesada por calor,   conservadores y edulcorantes. Tomando en cuenta la clasificación de productos en la pirámide de la alimentación,  presentamos los alimentos siguientes
1.- VERDURAS Y FRUTAS (Seis raciones).
 A.- FRUTAS (hasta tres raciones diarias). Las verduras contienen un gran porcentaje de nutrientes como vitaminas A, C y B9 (ácido fólico); minerales como magnesio, potasio, hierro y calcio; además, agua y fibra. Estos nutrientes están en las hojas, tallos, raíces y frutos; son una importante fuente de vitaminas: A, en forma de provitamina llamada caroteno y que se encuentran abundantemente en las hortalizas de color fuerte como las zanahorias, pimientos rojos y las espinacas. La vitamina C la encontramos en casi todas las verduras, principalmente en pimientos, espinacas y coles. Estas dos últimas también contienen vitamina K. Las hojas de las verduras son ricas en Ácido Fólico; pero, debemos aclarar que las verduras carecen de vitamina E y B12. Destacan en minerales como calcio, hierro y cobre. Su carencia de los demás minerales se debe complementar con legumbres y frutas. Su contenido en fibra es muy alto. A continuación, presentamos algunos ejemplos.
     Las zanahorias, contienen vitamina A, de vital importancia para los órganos de la vista. Las espinacas aportan vitamina A, B9, C y E; además, magnesio, hierro y potasio. El pimiento es rico en vitaminas C y A; contiene licopeno, que es un poderoso antioxidante. La papa nos ofrece vitamina C, fósforo, magnesio, hierro y potasio; es muy rica en carbohidratos. El apio, independientemente de su aporte en vitaminas y minerales, proporciona al organismo glucoquina, sustancia con una acción parecida a la de la insulina y psoralenos, que combaten la psoriasis. El tomate aporta vitamina C, hierro y potasio; es muy rico en licopeno, un antioxidante muy poderoso que protege los testículos, la próstata y las glándulas suprarrenales. La acelga es rica en minerales; abundante en fibra, proteínas y vitaminas A, B2, C y E; en minerales como calcio, magnesio, hierro y potasio.  
     La lechuga destaca por su aporte en vitaminas A, B9 y C. El hierro y el potasio fortalecen el sistema nervioso. El betabel es rico en vitamina B9, potasio, magnesio y hierro que fortalece la sangre. La cebolla contiene aceites esenciales y flavonoides que fortalecen al organismo y, especialmente, a los órganos de la respiración, de la circulación y el sistema inmunológico. Las coles, coliflor, brócoli y otras crucíferas, destacan por la aportación de vitaminas B9, C y potasio. Las calabacitas aportan ácido fólico, vitamina C y potasio; junto con las coles y los tomates, fortalecen el sistema digestivo. Para mejorar la función hepática tenemos la alcachofa y los rábanos; aportan proteínas, vitaminas B9, C, fósforo, hierro, magnesio y potasio.
     Coinciden investigadores que el consumo de verduras, en su mayoría, debe ser en crudo para conservar toda la potencia de sus propiedades; claro, las que así lo permitan.
b.- FRUTAS (hasta tres raciones diarias). Las frutas son ricas en vitaminas A y C, sales minerales y, algunas, en grasas. Se debe procurar que el consumo de verduras siempre sea mayor que el de la frutas. Algunas frutas ya están incluidas en el apartado de hortalizas, por lo que ya no se mencionan aquí, como el caso de los pepinos y los tomates. Las frutas sacian, al mismo tiempo que el hambre, la sed, ya que contienen entre un 70 y un 90% de agua. Son muy ricas en azúcares y, en menor proporción, en ácidos. Su consumo asegura un aporte necesario de vitamina C, provitamina A y minerales.
     Los plátanos, después de las manzanas, son las frutas más consumidas en todo el mundo y son de las más nutritivas. Destacan por su contenido en vitaminas B6, C y potasio; además, fibra. Es un alimento ideal para fortalecer el corazón. Su consumo moderado es recomendable para el diabético. La uva, después de la naranja, es la fruta más cultivada en el mundo. Muy rica en azúcares, vitaminas y minerales; sin embargo, su aporte más importante es el de resveratrol, poderoso anticancerígeno, más potente que la quimioterapia; sobre todo, el de las uvas negras. En el mosto, al hacer el vino tinto, se captan estos nutrientes de la pulpa, las semillas y la piel de las frutas. El corazón y el cerebro también se fortalecen con su consumo. 200 ml. de vino tinto integran una delicia para un cuerpo que pretende estar saludable; sobre todo, acompañando las comidas. La fresa es rica en vitamina C y potasio. Su poder es capaz de detener los radicales libres por su fuerza antioxidante. Es propia para prevenir la arteriosclerosis, infartos, ácido úrico, estreñimiento y hemorroides.
     El aguacate contiene algunas de las mejores grasas; su contenido en proteínas, vitaminas y minerales lo hacen un alimento casi completo; sólo habría que complementarlo con otros productos que contengan carbohidratos, calcio y vitamina B12, que es de lo único que carece. Su grasa es excelente para proteger al cerebro y las células nerviosas. La guayaba contiene todo un arsenal de nutrientes. Tan sólo una fruta aporta la vitamina C que necesita el organismo en un día. Es hipotensora, baja en sodio y alta en potasio. La piña, dulce, refrescante y de exquisito sabor, con sus azúcares, vitaminas y minerales, complementa la dieta y facilita la digestión, reduciendo el apetito. Ayuda a la reproducción de células reproductivas y previene el cáncer de estómago. 
     Las manzanas son rica en vitamina C y potasio. Son las frutas más ricas en taninos; sólo compite con el membrillo, por lo que mantiene al cuerpo libre de diarreas. También contiene quercetina; este flavonoide la hace antidiarreica, laxante, diurética, depurativa, hipolipemiante, de efectos coleréticos, tonificante del sistema nervioso, alcalinizante y antioxidante. Estudios hechos en Japón muestran que esta fruta  impide los tumores en el colon.
     La ciruela es una fruta moderada en nutrientes; sin embargo, es muy deliciosa y contiene otras sustancias que favorecen los movimientos intestinales peristálticos. La granada es rica en nutrientes. Sus flavonoides la convierten en una fruta antioxidante, antiséptica, antiinflamatoria, que detiene el envejecimiento prematuro. Su consumo previene la acidez estomacal, la anemia, la arteriosclerosis, la hipertensión y problemas de metabolismo. La sandía es una delicia al paladar, rica en licopeno. Tres rebanadas medianas nos aportan energía, hidratos de carbono, vitaminas A, B1, Niacina, B6, C y E; además, magnesio, hierro y potasio. El melón mantiene contenidos parecidos a los de la sandía.
     El coco, con su basta carga de energía, proteínas, vitaminas, minerales y grasas, ha servido para la supervivencia de los habitantes de las islas polinesias por tiempos prolongados. Según estudios, es el producto de la naturaleza que más interviene en los procesos metabólicos. Es rico en magnesio, por lo que contribuye a evitar la osteoporosis. El aparato locomotor le debe su resistencia y salud. El organismo estaría mejor en las personas que se deciden a consumir coco ya que es muy rico en sales minerales.   
     El mango es rico en vitaminas, hidratos de carbono, magnesio y potasio. Tan sólo   dos mangos nos dan la seguridad de un aporte completo de vitaminas A y C de un día. La vitamina E y los carotenoides son potentes antioxidantes que neutralizan los radicales libres y retrasan el envejecimiento. Es protector de la piel, la retina y las arterias. El kiwi es otra de las frutas ricas en nutrientes. Aporta energía, proteínas, fibra, vitaminas y sales minerales. Tan sólo comer dos de estas frutas nos aporta la vitamina C que necesita el cuerpo.
     La naranja, como los demás cítricos, aporta proteínas, vitaminas, calcio, fósforo, magnesio y potasio; es muy rica en vitamina C; además, fibra, ácidos orgánicos, como el cítrico, que potencia la acción de la vitamina C y elimina el ácido úrico. Es  antitumoral, antiinflamatoria y antioxidante. Previene contra infecciones, trombosis, arteriosclerosis e hipertensión. Alivia las hemorroides, alergias, artritis úrica, cálculos renales y degeneración macular de la retina.
      Las frutas que mencionamos son sólo una pequeña muestra de todas las que abundan en nuestros campos. Todas ellas nos aportan sabores, nutrientes, agua y el inmenso placer de convivir con la naturaleza. Con ellas podemos evitar el consumo de refrescos y jugos enlatados; así como de otras bebidas de dudosa calidad alimentaria. Recordemos que el consumo de verduras debe ser superior al de las frutas. Hasta aquí ya tenemos la base de la pirámide alimentaria.
2. CEREALES, LEGUMBRES Y SEMILLAS SECAS (hasta cinco raciones diarias).
a.- CEREALES (hasta dos raciones). Los cereales son ricos en hidratos de carbono y vitaminas. Entre estos encontramos el trigo, el arroz, el maíz, la cebada, la avena y el centeno. El trigo, tras haberse comprobado que la hibridación modificó su ADN y que ya no es compatible con el ADN del ser humano, lo eliminamos de este trabajo. El arroz, por su limitado contenido en nutrientes, lo dejamos sólo como un alimento de exquisito sabor. Esto que afirmamos del arroz y del trigo nos hace reflexionar sobre el porqué de las enfermedades en el mundo, cuando sabemos que ambos cereales constituyen el alimento básico de las cuatro quintas partes de la humanidad.
     Algunos países latinoamericanos, por mucho tiempo, han tenido como alimentos básicos el maíz y el frijol. Desgraciadamente por la industrialización, la publicidad y la comercialización, se ha difundido el consumo masivo del trigo hibridado y refinado, lo que ha ocasionado la multiplicación de las enfermedades. La avena es un cereal recomendable por su riqueza en nutrientes; junto al centeno, a la cebada y al maíz, podrían hacer un complemento nutricional excelente, sobre todo, por su riqueza en sales minerales.
b.- LEGUMINOSAS (hasta dos raciones). Las leguminosas son ricas en hidratos de carbono, proteínas, calcio, hierro y vitaminas A, B1, B2 y B3. Para nuestra alimentación encontramos garbanzos, habas, frijoles y lentejas. Por su gran poder nutricional, los frijoles pueden seguir siendo la base de la alimentación de los pueblos americanos. Los demás países pueden adoptarlo como tal ya que, junto a las lentejas, a ambos podríamos llamarles los reyes de las legumbres. Tan sólo con tres raciones obtendríamos las exigencias diarias de nuestro organismo en lo que respecta a proteínas, vitaminas B1, Niacina, B9, calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio y cinc.
c.- SEMILLAS SECAS (una ración diaria). Las semillas secas, tales como las nueces, las almendras y los cacahuates son muy ricas en proteínas, fibra, vitaminas B1, B2, Niacina, B6, ácido fólico, vitamina E y sales minerales como calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio y cinc. También nos dan un gran aporte en grasas saludables y carbohidratos.
3. PROTEINA ANIMAL (dos raciones diarias). El tercer estrato corresponde a la proteína animal: Pescados, mariscos, pollo, huevos y lácteos. Las carnes rojas no las recomendamos para la dieta diaria; ya el lector sabrá cuándo, por gusto, podrá consumirlas en situaciones especiales.  
     Las carnes, huevos y pescados son ricos en proteínas, hierro, vitaminas A y las del complejo B; sin embargo se deben consumir con moderación por su efecto acidificante. La ventaja de la carne, frente a los demás alimentos, es que contiene vitamina B12 y hierro; sin embargo, su consumo no se considera indispensable. Los pescados y mariscos son alimentos fundamentalmente proteicos con un contenido alto en lisina. La carne de pescado es muy digerible; además, contiene vitaminas A y D. En sus hígados y en las huevas hay un alto contenido de vitaminas B1, B2 y B12 y de nicotinamida. El aporte de omega 3 es lo más universalmente reconocido del pescado.
      Ningún otro alimento contiene una proporción tan alta de proteínas como los huevos de gallina. Sus grasas son altas en lecitina y colesterol. A eso se debe la mala fama que le dan algunos nutriólogos; pero estas personas no dicen que este colesterol es de los mejores lípidos que existen para proteger a las células nerviosas en sus vainas de mielina. Son también ricos en vitaminas y minerales. Contienen vitamina B12, indispensable para las células del sistema nervioso. De esta vitamina carecen los vegetales.
      El valor nutritivo de la leche se debe a las vitaminas B2, B12, A y  al calcio y al fósforo. Cuando la convertimos en yogur, concentra  esos nutrientes. El yogur también es rico en ácido láctico, fruto de la fermentación de la lactosa. El queso mantiene la riqueza proteica y el calcio. Sus grasas también protegen a las células nerviosas. No contiene lactosa, la expulsa en el proceso de elaboración. La mantequilla contiene vitaminas A y D; no debemos confundirla con la margarina. Al hablar de quesos y mantequillas sólo sugerimos verificar que la leche utilizada no haya sido calentada, ya que la pasteurización o la ebullición, acaban con algunos nutrientes.
     Por último, una nota final sobre las grasas. Debemos consumirlas de manera natural y no en procesos fritos. Es muy saludable comer frutas como el coco y el aguacate. También es muy sabrosa y nutritiva la leche de coco. La grasa del aguacate se aprovecha simplemente al comerlo con otros productos. El aceite de oliva es muy útil en ensaladas y en cocteles de mariscos. Los aceites de estas tres frutas superan en calidad a los de las semillas que tradicionalmente se ocupan en las cocinas. Además, al comer semillas secas, como nueces, cacahuates y almendras, nuestro organismo queda protegido contra Alzheimer, Parkinson, depresión, bipolaridad, esquizofrenia y otros padecimientos que aquejan al organismo con un sistema nervioso debilitado.
      Hemos querido darte un panorama nutricional innovador, fruto de los últimos estudios de médicos, investigadores y escuelas de medicina de prestigio internacional. Debemos adoptar esta nueva cultura de la salud, difundirla y practicarla. Debe ser una decisión valiente, que rompa viejos moldes; sólo así  podremos lograr una profunda transformación de la actual sociedad enferma y lograr un mundo dinámico, sano y entusiasta. Comencemos contigo, con tu familia, con tus amigos. La sociedad en general habrá de agradecerlo. 

                                                     Benitocarmona52@hotmail.com

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