miércoles, 12 de febrero de 2014

ROMEO Y JULIETA


 


Marco Antonio Figueroa Quinto


Sin duda que este mes considerado para este parte del planeta en su cultura occidental, como “mes del amor y la amistad” digno es de resaltar la obra de unos de los hombres más admirados de la literatura universal, y la obra de amor clásica por excelencia “Romeo y Julieta” de William Shakespeare. El tema de la tragedia de dos amantes jóvenes circuló sobre todo en la novela italiana, pero se cuenta que Shakespeare tomó como fuente directa para su drama romántico el poema The Tragical History of Romeus and Juliet (1562), de Arthur Brooke, que en lugar de ser censurable es plausible. El binomio amor-muerte conduce la historia, y a éste se agrega el sutil conflicto del azar, de la decisión personal y de la fatalidad ¿Acaso no es parte de la cotidianeidad? A pesar de que esta historia ha sido contada innumerables veces, Romeo y Julieta pervive como una de las obras más intensas de Shakespeare. En el siglo XIV y se basa en hechos reales: las rivalidades entre familias nobles de dicha ciudad. Cuenta la dramática historia de dos amantes, Romeo Montesco y Julieta Capuleto, cuyas familias viven enfrentadas desde hace muchos años ¡Ahhhh el amor, que rompe todas las barreras! Romeo y Julieta se enamoran, pero saben que el odio entre sus familias hará imposible su matrimonio. Por ello, deciden casarse en secreto. La historia se desarrolla en Verona, en donde viven dos familias que son rivales, los Montesco y los Capuleto. Romeo, único heredero de los Montesco, entra sin ser invitado al baile de mascara de los Capuleto, en el que conoce a Julieta, hija única de los Capuleto; ambos se enamoran a primera vista. Sabiendo que sus padres jamás permitirán su unión, se casan en secreto, con ayuda de Fray Lorenzo. El mismo día de la ceremonia, Teobaldo insulta a Romeo, a pesar de ello este último rehúsa batirse. Pero Mercutio, el mejor amigo del joven Montesco, entabla duelo a muerte con Teobaldo. Romeo trata de separarlos y Teobaldo aprovecha para herir mortalmente a Mercutio. Romeo, entonces reta a Teobaldo y venga a su amigo matando a su adversario. El Príncipe de Verona, indignado por los sucesos, condena a Romeo al destierro o a la muerte. Romeo se encuentra desesperado, porque estará separado de Julieta, pero Fray Lorenzo le aconseja escape a Mantua, hasta que pueda ser publicado su matrimonio con Julieta y se reúna con ella. Romeo huye a Mantua después de una última entrevista con Julieta. El Conde Paris, pariente del príncipe, pide la mano de Julieta y le es concedida. Julieta se niega y pide auxilio a Fray Lorenzo, quien le aconseja que acepte la boda y le entrega un pequeño franco con un elixir que la sumirá en estado cataléptico, parecido a la muerte. Le indica tomarlo la noche anterior a la boda y se compromete a estar con ella cuando despierte en la cripta de su familia, acompañado de Romeo, después ambos jóvenes escaparían. Fray Lorenzo envía un mensajero a Romeo (Fray Juan) para que venga por Julieta en el momento de despertar. Sin embargo, el mensajero no encuentra a Romeo, ya que este avisado por su criado (Baltasar) de que Julieta ha muerto, sale inmediatamente hacia Verona. Romeo llega a la cripta de los Capuleto encontrándose con Paris, que iba a depositar flores a su futura esposa. El Conde se indigna al ver a Romeo, ambos se baten, resultado vencedor el joven. Romeo se acerca a Julieta, la besa por última vez y toma veneno, falleciendo a los pies de su amada. En ese momento llega Fray Lorenzo, quien se atemoriza al ver los cuerpos de Paris y Romeo. Julieta despierta y el fraile trata de convencerla para que huya con él, pero la joven se niega al ver a su esposo muerto. Fray Lorenzo se va y Julieta se acerca a Romeo, lo besa y se hiere con el puñal de su esposo, muriendo abrazando a su amado. Los guardias aprenden a Fray Lorenzo y a Baltasar. Fray Lorenzo revela la verdad ante el Príncipe de Verona, los Montesco y los Capuleto. Con la muerte de Romeo y Julieta, se sella la paz entre las dos familias rivales. Sin duda que cada uno de mis lectores al leer la obra tendrá sus impresiones al respecto, pero  lo que es cierto, que estamos condenados o señalados a vivir o morir por amor; lo que es una cualidad que debemos seguir exaltando ¿O no? ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com

 

William Shakespeare  nació en Stratford-upon-Avon (Inglaterra) 26 de abril de 1564, murió  el 23 de abril de 1616. Actor, dramaturgo y poeta, es considerado como uno de los escritores más notables de la literatura inglesa y universal.

De joven tuvo distintos oficios, todos ellos relacionados con el mundo del teatro, y empezó a ser un actor muy popular en Londres, donde trabajaba en el seno de una importante compañía. Pero lo que realmente le dio fama en su época fue su actividad como dramaturgo. Entre sus obras teatrales, traducidas a más de setenta idiomas, destacan Hamlet,Macbeth, El rey Lear, Otelo, El sueño de una noche de verano y Romeo y Julieta. A pesar de los años transcurridos, sus obras siguen interesando al gran público. mucho lo que se desconoce sobre la educación de Shakespeare, lo cierto es que el artista no accedió a una formación universitaria y su amigo Ben Jonson, que sí la tenía, lamentó en alguna ocasión «su escaso latín y aun menos griego», lo que no fue óbice para que le llamara, además, «dulce cisne del Avon» y añadiera que «no es de un siglo, sino de todos los tiempos». En cierta manera, su escasa instrucción fue una ventaja, ya que su cultura no se moldeó sobre el patrón común de su tiempo; como autodidacta, William Shakespeare, según señaló un experto conocedor y traductor de su obra completa, Luis Astrana Marín, tuvo acceso a fuentes literarias sumamente raras gracias a la amistad que sostuvo con un librero. Los análisis de sus escritos revelan que fue un lector voraz; algunos de ellos son auténticos centones de textos extraídos de las fuentes más diversas; una especial importancia tuvieron para él como fuente los historiadores ingleses, en especial las Chronicles of England, Scotland and Ireland (1577) de Raphael Holinshed, las Vidas paralelas de Plutarco en la retraducción desde la versión francesa de Jacques Amyot realizada por su amigo Thomas North (1573) y los Ensayos de Montaigne, así como novellieri (de Mateo Bandello proviene la historia de Como gustéis y la de Romeo y Julieta, que también inspiró Castelvines y Monteses de Lope de Vega) y misceláneas de todo tipo, algunas de ellas españolas, como las Noches de invierno de Antonio de Eslava o la Silva de varia lección de Pero Mexía. También estaba versado en mitología y retórica, si bien su estilo unas veces rehúye conscientemente las rígidas y mecánicas simetrías de esta última y otras se muestra demasiado jugador del vocablo, como correspondía entonces a la moda conceptista del Eufuismo, difundido por John Lyly y a su vez procedente del estilo de Antonio de Guevara, si bien Shakespeare se pronunció contra los excesos de ese estilo. No destacó en absoluto por su historial académico; de hecho, sus estudios no alcanzaban a las exigencias de su tiempo; su talento estribaba en su capacidad de hacer algo radicalmente nuevo con lo viejo, a lo que insuflaba nueva vida. En vez de inventar o apelar a la originalidad, tomaba historias preexistentes, como la de Hamlet, y le otorgaba aquello que le faltaba para la eminencia. Sin embargo, algunas de sus obras se instalan deliberadamente al margen de toda tradición, como los Sonetos, donde se invierten todos los cánones del petrarquismo, elaborando un cancionero destinado a un hombre y donde se exige, ni más ni menos, el abandono del narcisismo del momento para engendrar la trascendencia de la eternidad por el amor, lo que puede parecer bastante abstracto, pero es que son así de abstractos y enigmáticos estos poemas, cada uno de los cuales encierra siempre un movimiento dramático, una invocación a la acción.

 

 

 

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