domingo, 11 de noviembre de 2012

La Danza de Las Letras


Itzel Amor García Gutiérrez
A mis Hermanos

Al descubrir los vestigios del alma
se retoma la inocencia de la infancia
inocencia desbordada en una cauda
de sonrisas, de juegos, de miradas.

Aquél nuestro tiempo de magia
cúmulo de inocencia aterciopelada
campo teñido de flores en calma.

Río bañado por notas frescas, dulces, avantes
tintes perfilados y amaneceres constantes  
que se extendían hasta el alba en sonrisas cobijadas
donde las horas en el tiempo  casi nunca avanzaban.

Quedábamos rendidos, exhaustos de actividades
éramos valientes guerreros, incipientes gigantes
sin cabida para lágrimas, pioneros magistrales.



Época maravillosa, años conmemorables
cómplices en inquietas travesías
¡siempre estarán en mi vida!

Son la razón de la alianza
motor inmenso de la esperanza
lánguido cariño externado
amados hermanos.

¡Amén jamás nos separe ¡
El corrompido torrente del olvido
La inevitable conciencia del hastío
la inocente predicción en el camino.

¡Protégenos ser supremo!
¡Abrázanos con tu fe!
¡Acaricia nuestra mirada!
¡Engrandece este corazón!
¡Corazón que de repente sangras,
no permitas este nudo en la garganta!.





Conserva eterna la vida
Como aquel tiempo en que el aura,
nos regalaba alegría, sin permitir la distancia.

Hermanos por siempre hemos sido, amigos incondicionales.
Unión indisoluble que va más allá de la sangre
¡Sin duda el tiempo ha fortalecido, esos lazos inquebrantables!

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